Clasificación de los gremios

Clasificación de los gremios

Los gremios limeños medievales también estuvieron divididos de manera jerárquica al igual que los existentes en Europa. Sin embargo, había gremios que no siguieron esta división y a los artesanos en general se les denominaba oficiales. Esta división se realizaba con las personas que pertenecían a un mismo oficio o profesión. Estos estaban divididos en tres grupos:

• Los maestros

Construían los verdaderos miembros del gremio. Ellos eran los únicos que gozaban de todos los privilegios como en el ámbito económico, social, político y cultural, en otras palabras, disfrutaba de todos los derechos. Estos eran los que el sistema gremial le proporcionaba como ejercer formalmente su oficio, elegir y ser elegido en los cargos directivos del cuerpo, participar en la cofradía adjunta y en las festividades cívicas y religiosas en las que tomaba parte del gremio en el conjunto de la sociedad. Asimismo, tenía derecho a los beneficios de seguridad y asistencia que tuviese el gremio.

Los maestros eran propietarios del taller, el utillaje (conjunto de herramientas, instrumentos o máquinas) y la materia prima y, por ende, del producto final. Aunque, a veces la materia prima podía ser llevada por el cliente. De igual manera, se encargaban del dinero para los salarios, alquileres y obligaciones tributarias. Ellos conducían la producción de su taller en forma directa, es decir, trabajaba con un equipo de ayudantes, ya sean libres o esclavos. Además, esto garantizaba la perfección de la obra que se realizaba en el taller, en caso contrario, el público exigía que fuese revisado por el maestro para ser después confeccionada por sus ayudantes.

Para ejercer este cargo, era necesario reunir ciertos requisitos. Uno de los más nombrados en la documentación era el rendimiento de un previo examen teórico para poder así evaluar la capacidad en el oficio, dicho examen estaba a cargo de los maestros examinadores del gremio; aparte debía aprobar un examen práctico que constaba en la realización de una verdadera obra maestra. Después de haberlo realizado exitosamente, el maestro podía establecerse en tienda y ejercer públicamente. Pero, para ello se debía contar con una carta de examen y la licencia municipal que se otorgaba después de jurar en el cabildo usar bien el oficio y pagar la media annata, la cual era una tasa o impuesto que consistía en hacer efectivo el pago de la cantidad correspondiente a la mitad de las ganancias obtenidas en su primer año de empleo de manera obligatoria. Sin embargo, este último causaba una gran pérdida económica a los trabajadores públicos por lo que hacia la mitad del siglo XIX luego de varios levantamientos, la tasa fue declarada ilegal y dejó de ser recaudada por el fisco nacional.

• Los oficiales

Se trataba de un trabajador experto capaz de cumplir las instrucciones y exigencias del Maestro, con un nivel técnico superior y poco diferenciado con respecto a los Maestros dueños del taller. Ellos trabajaban largas jornadas a sueldo de los Maestros, aunque algunas veces gozaban de los beneficios; sin embargo, estos salarios eran bajos. En algunas ocasiones recibía alojamiento y alimentación; pero en otras, vivía en covachas, viviendas pequeñas, pobres e incómodas, y se alimentaba mal.

Para llegar a un verdadero grado ocupacional como la Oficialía, era necesario también de exámenes prácticos

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