Cronologia Biografica De Paulo Freire

los intercambios funcionales de la conducta suponen dos aspectos esenciales y estrechamente interdependientes: uno afectivo - relación entre sujeto y objeto- y el otro, cognoscitivo -reacción del sujeto frente a su propia acción-. Los sentimientos le asignan un objetivo a las conductas y la inteligencia le proporciona los medios, la técnica. El sentimiento proporciona las energías necesarias a la acción mientras que el conocimiento le imprime una estructura.

Psicologia propone: la conducta supone un campo total que abarca al sujeto con los objetos siendo mlos sentimientos la dinámica del mismo en tanto que la estructuración esta dada por la percepción, la motricidad y la inteligencia. Asi pues, los sentimientos y las formas cognoscitivas no dependen solo del campo actual sino también de toda la historia anterior del sujeto activo. Cada conducta supone un aspecto energético o afectivo, y un aspecto estructural o cognoscitivo con los que se reunen los diversos puntos de vista precedentes.

4) Toda conducta implica una energética o una economía -su aspecto afectivo- los intercambios que provoca con el medio suponen una forma o estructura de los distintos circuitos que se establecen entre el sujeto y los objetos.Es en esta estructuración de la conducta donde reside su aspecto cognoscitivo . Una percepción, un aprendizaje sensorio motor (hábito, etc.), un acto de comprensión, un razonamiento, etc., equivalen a estructurar , de una manera u otra, las relaciones entre el medio y el organismo. Allí es donde presentan ciertos parentescos entre sí: parentescos que los oponen a los fenómenos afectivos. Sobre este particular, hablaremos de las funciones cognoscitivas en sentido amplio, incluyendo las adaptaciones sensomotrices

La vida afectiva y la vida cognoscitiva, aunque distintas, son inseparables, ya que todo intercambio con el medio supone a la vez una estructuración y una valorización, sin que por eso sean menos distintas, puesto que estos dos aspectos de la conducta no pueden reducirse el uno al otro. Un acto de inteligencia supone, pues, una regulación energética interna (interés,esfuerzo, facilidad, etc.) y una externa (valor de las soluciones buscadas y de los objetos a los que se dirige), pero ambas regulaciones son de naturaleza afectiva y comparables a todas las demás regulaciones del mismo orden.

Recíprocamente, los elementos perceptivos o intelectuales que se encuentran en todas las manifestaciones emocionales afectan a la vida cognoscitiva del mismo modo que cualquier otra reacción perceptiva o inteligente.

Se considera “sentimientos” e “inteligencia”, como dos “facultades”opuestas entre sí, son simplemente las conductas relativas a las personas y las que se refieren a las ideas o a las cosas: pero en cada una de esas conductas intervienen los mismos aspectos afectivos y cognoscitivos de la acción, aspectos siempre unidos.

La inteligencia no es

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