Código De Ética Del Auditor Gubernamental

Código de Ética del Auditor Gubernamental.

Considerando según RESOLUCIÓN DE CONTRALORÍA N° 007-99-CG, que los auditores gubernamentales están rodeados de un entorno dinámico, que caracteriza a la administración pública por lo que resulta necesario contar con los referentes visibles que les permite orientar su conducta, puesto que no solo basta el cumplimiento de las funciones por la sociedad.

En este sentido el órgano de control interno tiene la potestad de cumplir y actuar de acuerdo al código de ética gubernamental, para ello analizaremos en el caso de una municipalidad distrital-rural que cuenta con el órgano de control interno desde hace 3 años atrás, en lo referido se analiza de acuerdo al código de ética como se detalla:

Aptitud de servicio: siendo la aptitud permanente para desempeñar las actividades que son encomendados con sostenida iniciativa y diligencia, expresándose en la vocación de servicio las acciones que desempeña; en este caso de brinda buen servicio, atiende y soluciona las peticiones, denuncias y quejas dentro de la institución mas no de la ciudadanía.

Calidad de servicio: es el cumplimiento de las responsabilidades, metas y objetivos, siendo en este caso débil el cumplimiento puesto que cumple los objetivos pero no toma en cuenta los procesos legales pertinentes.

Compromiso con el país: debiendo orientarse al bienestar del país y a propiciar el desarrollo de una administración pública al servicio de la sociedad, comprometida con interés pertinente de las instituciones subordinando a ellos los interés individuales; sin embargo en la institución no se observa ello toda vez que prima los interés individuales olvidando los fines y objetivos a quienes representan, convirtiéndose en cómplices de la corrupción formando parte en actos inmorales, olvidando las reglas de la buena conducta.

Cordialidad: tiene en cuenta los derechos y la dignidad de los auditados, la necesaria eficiencia y eficacia en la administración de recursos por lo que observa las reglas de buena conducta de los funcionarios sin poner en riesgo la independencia y probidad. Cumple las funciones no habiendo ningún incidente que afecte a sus funciones debido a los escasos años que labora el profesional.

Cuidado y esmero profesional: como cuidadores del correcto juicio profesional para tomar las decisiones propias de actividad, pero como profesional la imagen está debilitada puesto que estuvo involucrado en casos de escándalo.

Independencia, objetividad e imparcialidad: las decisiones y actuaciones se orientan a aumentar los niveles de independencia y no a disminuirla al desempeñar sus tareas, en los escasos años que se encuentra laborando el profesional ha sabido manejar bien los casos, que hasta el momento no hubo procesos que perjudiquen a la gestión edil pasado y actual, por lo que prima las ambiciones individuales que asesora en beneficio de sus ambiciones.

Probidad administrativas: al administrar los bienes y recursos públicos con entrega leal y honesta al desempeño de sus tareas; comunica de los casos de irregulares pero que no tienen preponderancia, de forma oportuna no es siempre puesto que el titular de pliego hace un manejo oculto con los responsables del órgano de control interno a fin de ser permitida las irregularidades. Exigiendo la búsqueda de irregularidades de la gestión pasada mientras la actual se aboca al manejo de inmoral de los recursos y bienes públicos.

Reserva o confidencialidad: siendo la obligación personal de todo auditor guardar reserva respecto a los programas, procesos y resultados así como la información privilegiada.

Tecnicismo: de modo que aplican los estándares profesionales internacionales, las normas de auditoria gubernamental, la capacidad y la madurez de criterio son derivas para el poder público o grupos interesados.

Vocación por la verdad y transparencia:

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