Cóndores no matan todos los días

“CÓNDORES NO ENTIERRAN TODOS LOS DÍAS”

Durante la segunda mitad del Siglo XIX, los tintes azul y rojo marcaron la historia social y política de Colombia; el territorio nacional fue testigo de las deliberadas disputas que se dieron entre el partido conservador y partido liberal; suceso que se expone en la película “Cóndores no entierran todos los días”.

La guerra civil no declarada que se desato en el país a causa de estos partidos políticos, dejó consigo múltiples asesinatos resultado de la violencia que irradiaba el ordenamiento político colombiano; por lo que acontecimientos como el bogotazo, ocurrido el 9 de abril de 1948 ocasionado por la muerte del líder popular Jorge Eliecer Gaitán, dio origen al periodo de los denominados “pájaros” quienes eran un grupo de hombres pertenecientes al partido conservador que tenían como objetivo contraponerse a diferentes ideologías políticas; por ejemplo al partido liberal. Por lo que, el personaje principal León María Lozano un hombre conservador, también conocido como el “cóndor”, pertenecía y lideraba dicho grupo que enmarca los años de “la violencia” en Colombia.

El conflicto bipartidista es lo que esta película pretende describir; las problemáticas desencadenas por la disimilitud en ideologías, fueron el escenario durante mucho tiempo en el Estado Colombiano, donde se desarrollaba un contexto en el que la violencia también juega un papel protagónico, con un común denominador; puesto que todos aquellos encontrados en los ríos y calles, fueron considerados partidarios liberales y víctimas de una pugna de poderes e intereses.

La muerte del “Cóndor” al parecer a manos de Simeón Torrente fue el final de la película, que maximiza los años más crudos de este país; no obstante cabe destacar que la ideología radical que dio como fruto un combate que cobro vidas, sigue reproduciéndose en diferentes personajes, territorios y épocas distintas a 1948 y 1958, ya que, los asesinatos, persecuciones y miles de muertes siguen siendo parte de la República de Colombia.

Finalmente, estos acontecimientos no eran una cuestión de principios, como en varias oportunidades el protagonista León María lozano lo menciona a lo largo de la película; se trata quizá de un verdadero fanatismo político. Sin embargo, este hombre a pesar de su tinte político tan marcado se convirtió en héroe después de evitar lo que la iglesia y los más religiosos considerarían como un sacrilegio, ya que se pretendía incendiar el Colegio Salesiano, transformándose así en una figura de valentía incluso para el partido liberal; después de todo para la época este acto era digno de ovación. A pesar de esto el proceder de este hombre fue conforme a la ambición y manipulación de poder por parte de su partido político imperativo, que solo se redujo a buscar una hegemonía conservadora sin importar

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