EL ESTADO SOCIAL DEMOCRATICO DE DERECHO

EL ESTADO SOCIAL Y DEMOCRATICO DE DERECHO

Respecto a las consecuencias en las que se han visto varios de intentos de encontrar una concepción aceptable de la función de la pena, es necesario que se encuentre una vinculación axiológica que exprese la función de la pena y la función del estado.

Observamos que en el estado social y democrático de derecho, este modelo de estado pretende unir y superar los modelos de estado liberal y social.

Mientras que, el estado liberal responde a la preocupación de defender a la sociedad del estado, ya que pretende lo pretende conseguir con la técnica formal de la división de poderes y el principio de legalidad, además de que pretendía reducirse para asegurar las garantías jurídicas.

El estado social en cambio, se supone que hace el intento por derrumbar las barreras que estado liberal separaban a estado y sociedad. El estado social se erige en motor activo de la vida social. Meramente este modifica las relaciones sociales.

Reiterare que la fundamentación del derecho penal y como consecuencia se determina las posibilidades de concebir la función de la pena y que confirma que esta depende de la función que se atribuya al estado.

Ocasionalmente se hablara sobre el derecho penal liberal, ya que esta atribuyo a la pena con una función de prevenir los delitos, como la retribución por el mal cometido. Kant y Hegel, exponententes de la filosofía liberal, ellos de la forma más pura y extrema defendieron una concepción absolutista de la pena como exigencia absoluta de la justicia.

Como en el derecho penal liberal se permitió atribuir a la pena una función de prevención como de retribución, según se concibiese al servicio del hombre, en el derecho penal del estado social no podía sino conferir a la pena la función de prevención. El nuevo planteamiento social que llevaba al estado a intervenir activamente en la vida efectiva de la sociedad, debía reflejarse en lo penal atribuyendo la pena.

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Ante el principio intervencionista, el estado social podía conducirse a un derecho penal más preocupado y por la eficacia de si mismo que por servir a los ciudadanos. La pena se convirtió en un arma de estado contra la sociedad convirtiendo a la pena en el terror penal.

Mientras tanto, el derecho penal de un estado social y democrático debe asegurar la protección efectiva de todos los miembros de la sociedad, el democrático de derecho debe desarrollarse con estricta sujeción a los límites propios del principio de legalidad, y planteamiento democrático no sólo debe servir a la mayoría, sino también respetar y atender a todo ciudadano, en la medida en que ello sea compatible con la paz social.

Aunque desde esta perspectiva el derecho penal no solo debe defender a los delincuentes, si no que se debe de respetar la dignidad del delincuente e intentar ofrecer alternativas para su comportamiento criminal.

Como se menciona, al delincuente no se le debe torturar o darle muerte como antes se hacía, y además se obliga a ofrecer al condenado posibilidad para su resocialización y reinserción social. Se debe de ampliar las posibilidades de elección del condenado. Y también se debe suprimir los obstáculos a la reinserción social, que implica la existencia de antecedentes penales.

Hecho esto es cierto que reinsertarse en la sociedad es una problemática y a veces son cosas innecesarias o ilícitas y esto emplea problemas, la constitución dice que se debe de intentar de algún modo la reinserción social, pero las prisiones en México no existe tal sistema que ayude a los internos a su reinserción social, sino, más bien es difícil que este vuelva a integrarse.

Observamos que el modelo de estado social y democrático de derecho arranca nuestro sistema político y, por tanto la pena ha de cumplirse, y que asegure su funcionamiento mediante la protección de los ciudadanos

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