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EL MILAGRO MEXICANO


Enviado por   •  20 de Mayo de 2013  •  6.982 Palabras (28 Páginas)  •  476 Visitas

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El milagro mexicano

“El milagro mexicano –acto de magia mantenido por el subdesarrollo y el desarrollo- ha llegado a ser el tópico de la burguesía mexicana, y a la vez el ejemplar escaparate para la exhibición de mercancías sociales, políticas y culturales del imperialismo norteamericano en la Latinoamérica. La estabilidad económica y política, la paz y el incesante progreso, el orden y a tranquilidad sociales, son los elementos de ese vellocino mítico de un México oficial desengarzado del mundo y de las leyes históricas del desarrollo de las sociedades”.[1]

México entró en una etapa de rápido crecimiento económico y aparente estabilidad política. El país se industrializó, se construyeron numerosas carreteras y aeropuertos. Las redes telefónicas y las líneas de corriente eléctrica se extendieron por todo el país. Se alentó a la empresa privada. El mejoramiento de las condiciones de salubridad permitió el crecimiento explosivo de la población. La música, el cine y el turismo se convirtieron en los medios por los cuales México se dio a conocer en el extranjero.

Se pasó de una sociedad tradicional y agraria a una urbana e industrial, se puso freno a la reforma agraria y se fomentó el ingreso de capitales extranjeros. Todos estos logros fueron conocidos en la década de los setentas como el milagro mexicano.

Durante la década de los cincuentas y setentas las potencias aconsejaban a los países en vías de desarrollo que siguieran las políticas mexicanas que lograban un crecimiento anual de hasta un 6% anual.

Cardenismo como antecedente

Los primeros y más importantes pasos hacia la industrialización del país se habían dado ya entre el gobierno de Cárdenas: por un lado se había nacionalizado el petróleo y los ferrocarriles, es decir el transporte y el combustible necesarios para el mantenimiento de una planta industrial; por el otro, el movimiento obrero organizado se había incorporado al partido oficial, subordinándose con ello a las decisiones del gobierno en turno y logrando una mancuerna que prevalecería por los próximos 70 años.

Ambos elementos conformaban una plataforma política y económica que, de acuerdo con el nuevo régimen, debía ser aprovechada para estimular el desarrollo de una industria nacional que se veía como el único camino para el mejoramiento global del país.

Gobierno de Manuel Ávila Camacho (1940 – 1946)

Podemos tomar como referencia el inicio del gobierno de Ávila Camacho para estudiar los primeros pasos del “Milagro mexicano”; comienza el 1° de diciembre de 1940 con una fuerte sombra de fraude que sería pronto ninguneada por los grandes avances que logra en materia económica principalmente.

Recibe el país en un período considerablemente difícil tanto a nivel internacional por la II Guerra Mundial, como a nivel nacional por las consecuencias de las políticas de Lázaro Cárdenas que de cierta forma ahuyentaron la inversión extranjera; de esta forma decide dar un giro a la administración de su predecesor dándole mayor apoyo a la iniciativa privada y obviamente a la inversión extranjera, en cuanto al conflicto bélico aprovecha que la industria de los países desarrollados se encuentra ocupada en la producción casi exclusiva de armas y fomenta la exportación de productos agrícolas mexicanos, colocándolos muy por arriba de las cifras de cualquier gobierno mexicano anterior a éste.

Ávila Camacho prometió indemnizar a los exdueños de la industria petrolera mexicana, reconocer la deuda de los bonos vencidos y estimuló la inversión extranjera en los ramos de la manufactura y el comercio, de esta forma México vio llegar maquinaria y equipo extranjero adquiridos con las ganancias logradas durante los años de guerra.

Firmó un acuerdo con Estados Unidos, por el cual los ciudadanos de los dos países podían servir en las fuerzas armadas de uno y de otro. Se mandó a un escuadrón aéreo, el 201 para intervenir en la guerra contra los japoneses. México proporcionó 300 mil trabajadores para laborar en diversas actividades en los Estados Unidos, bajo muy buenas condiciones de trabajo, sustituyendo a los norteamericanos que estaban en campaña.. Fue puesta en vigor la Ley del Servicio Militar y se movilizó equipo e instruyó a miles de jóvenes de dieciocho años, que estuvieron listos a marchar a los frentes de batalla.

Al tener suficientes reservas internacionales, el banco central de México se encontraba ya en condiciones para aumentar el crédito interno destinado a financiar el gasto público en infraestructura y servicios sociales. El tipo de cambio sirvió como ancla para la estabilidad de los precios. Es con este gobierno que los mexicanos de las zonas rurales comienzan las grandes olas de migración hacia los centros urbanos que ofrecían mayores y mejores servicios públicos, una superior calidad de vida y ante todo un empleo en alguna industria textil, de alimentos o de construcción; algunas empresas incrementaron los turnos de trabajo para satisfacer las demandas internas. Pero toda la atención que había comenzado a recibir la industria, el gobierno se la comenzó a negar al campo mexicano y poco a poco dejó de concederle apoyos presupuestales.

En cuanto a la política comercial el general Ávila Camacho promovió facilidades fiscales que aceleraron los procesos de importación, pero a la vez se basó en aranceles y permisos previos de importación para proteger los artículos nacionales de la competencia externa, asegurando así al empresario mexicano un mercado seguro.

En materia educativa resalta la Campaña Nacional contra el Analfabetismo, ordenó editar 10 millones de cartillas y 10 millones de cuadernos de escritura que fueron distribuidos en casi todo el territorio. Fundó el Observatorio Astrofísico de Tonantzintla, el Instituto Nacional de Cardiología y el Colegio Nacional.

Un ejemplo del mejoramiento en los servicios públicos lo podemos encontrar en la creación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) el 19 de enero de 1943, con el que gran parte del sector empresarial no estuvo de acuerdo, pero nunca significó un bache en la toma de decisiones del presidente. En mayo de 1944 México asistió a la conferencia de San Francisco y firmó su adhesión a la Carta de las Naciones Unidas y después la ciudad de México fue sede de la Conferencia Interamericana sobre los problemas de la guerra y de la paz, en 1945.

En suma, todos los avances que se dieron en los diferentes sectores se tradujeron en estabilidad política: con mayor inversión extranjera hubo más empleo, se aseguró el mercado que conllevó a la estabilidad de precios y de cambios,

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