EL MOVIMIENTO ZAPATISTA

EL MOVIMIENTO ZAPATISTA

“ANALISIS CRÍTICO DE UN ACONTECIMIENTO”

Despierten ya mexicanos, los que no han podido ver, que andan derramando sangre por seguir en el poder.

¿Dónde está mi general Emiliano Zapata?

Respetables autoridades educativas

Honorable jurado calificador

Estimados Maestros

Juventud que cultiva el arte de la elocuencia

Público en general

Mi nombre es _________________________________, y represento a la escuela Telesecundaria “10 de Mayo” de la comunidad de Santa Bárbara, Cuautla, Morelos.

Artistas como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros entre otros, han plasmado en sus murales para inmortalizar la imagen del aquel humilde campesino ataviado con el traje de manta o vestido de charro, enfatizando el color moreno de su piel, su fisonomía un tanto tosca, el almendrado de sus ojos, la fuerza de su mirada y la luz que de la misma emana como símbolo de dignidad, elevación, linaje y gloria. Todos ellos conocían el rostro del llamado “Atila del Sur” Emiliano Zapata, sobre este hombre habré de disertar.

Quienes lo acusaban de estar loco, quienes abusaban de los campesinos, los que no aceptaban que la tierra volvería a los que la trabajan con sus manos, los que se aprovecharon al despojar a sus padres de las tierras por injusticias del patrón, olvidaban que desde chiquillo mostraba una actitud seria, centrada y encaminada a ser el caudillo del sur, que el hombre se indignaba por todos los abusos; que el hombre que castigó todos los abusos para defender todas las garantías era profundamente humano y leal; que el hombre que enfrentó las injusticias para defender a los suyos, mereció no sólo la veneración, respeto y admiración de un pueblo, sino los versos del poeta y escritor Pablo Neruda, quien de la revolución pudo haber elegido a Madero, el demócrata, o a Villa, modelo de energía avasalladora; sin embargo se inclinó por el campesino y guerrillero del complejo sur, Emiliano Zapata.

En el pueblo de Anenecuilco, de Villa de Ayala, Morelos, el 08 de agosto de 1879 nace el caudillo del sur, amigo pobre, del enemigo del rico, de grandes virtudes, leal y defensor de las tierras.

Es nombrado representante para la defensa de las tierras de su pueblo, perteneciente a una familia cuyas raíces podían rastrearse hasta los días de la lucha de independencia, gustaba de los caballos, un hombre con pobre educación pero con una noción de la realidad y de equidad que ningún político mostró, cariñosamente conocido como Miliano, tuvo que actuar, a mediados de 1910 y ante la negativa de los dueños de la hacienda del hospital para permitir la siembra de temporal, decidió repartir las tierras, coincidiendo con el reclamo de “Sufragio Efectivo. No Relección” enarbolado por Francisco I. Madero, y en Marzo de 1911, Pablo Torres Burgos, Rafael Merino y Emiliano Zapata se amotinaron; es ahí que empezaron a suceder los levantamientos en varias partes del estado, con el Plan de San Luis los campesinos se llenaron de esperanza, solo que las promesas maderistas nunca se cumplieron; Madero ofrece a Zapata una hacienda en el estado de Morelos “como pago a sus servicios a la revolución”, cosa que enfurece a Zapata que le contesta:

“No señor Madero. Yo no me levanté en armas para conquistar tierras y haciendas. Yo me levanté en armas para que al pueblo de Morelos le sea devuelto lo que le fue robado. Entonces pues, señor Madero, o nos cumple usted, a mí y al estado de Morelos lo que nos prometió, o a usted y a mí nos lleva la chichicuilota”

Provocando el distanciamiento con Zapata.

De allí, el caudillo del sur promulga el Plan de Ayala donde se leía:

“Como parte adicional del Plan que invocamos, hacemos constar que los terrenos, montes y aguas que hayan usurpado

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