EL RACISMO

EL RACISMO

Introducción

Muchos escuchan el término racismo y lo asocian generalmente a muchos años atrás y creen que ya es remota la posibilidad de verlo hoy en día. Quizás es cierto que ya no se ve con la brutalidad y masividad que se veía antes pero aún se da en todo el mundo y en algunos países con gran frecuencia. Podemos verlo de gran manera en Estados Unidos, países africanos y también en nuestro continente.

Este acto de discriminación Racial que se hizo conocido en países europeos en el siglo XIX ha ido evolucionando, y se ha introducido en varias partes de la sociedad.

Algo que ha cambiado para bien es que debido a lo injusto que es éste se penaliza drásticamente a diferencia de años atrás, pero aun así muchas personas siguen teniendo esta actitud tan irracional.

Para mí el Racismo es un concepto que en la actualidad ya no se debería presentar y que debería desaparecer completamente, ha hecho mucho daño en la historia y de forma muy violenta.

Día a día surgen más problemas para la sociedad, uno de estos problemas que lleva muchos años afectando a gran parte del mundo, y que hasta los días de hoy sigue muy vigente, es el RACISMO.

El Racismo es considerado como una exaltación del sentido racial generalmente de un grupo étnico, es una forma de discriminación, donde muchas veces se aparta a las personas por tener distinto tipo de color de piel o simplemente por la forma de vida que llevan, y que principalmente su objetivo es eliminar completamente los derechos humanos que tiene la gente de otra raza. Reafirmado también por la ONU “el término “discriminación racial” significará cualquier distinción, exclusión, restricción o preferencia basada encendido raza, color, pendiente, o nacional o étnico origen del cual tiene el propósito o el efecto de anular o de deteriorar el reconocimiento, el disfrute o el ejercicio, en un pie igual, derechos humanos y freedoms fundamentales en campo político, económico, social, cultural o el cualquier otro de la vida pública”.

HISTORIA DEL RACISMO

Centrándonos en la historia del término, el racismo, en sentido estricto, comienza a partir del siglo XVIII, en el mundo occidental. Antes, ni las civilizaciones clásicas, que veían al otro como bárbaro en sentido etnocéntrico, pero no racista, y que apenas justificaron la esclavitud por razones de inferioridad biológica; ni la época medieval, cuyas posiciones antisemitas y antimusulmanas se reforzaban mediante argumentos religiosos, políticos y sociales; ni la conquista y colonización del continente americano, justificada por razones religiosas, no por superioridad racista, suponen la implantación del racismo tal como lo entendemos hoy. A lo largo de todos esos siglos, existen prácticas que podemos considerar racistas, pero en casi ningún caso se alude al determinismo biológico como justificación de las mismas. La palabra raza no se difunde en textos literarios y científicos hasta el siglo XVIII. Desde 1750 hasta 1945, se construyen y difunden las principales teorías del racismo biologicista. Se trata de clasificar y explicar a los seres humanos a partir de la existencia de razas diferentes, con características que las convierten en inferiores o superiores, y que transmiten genéticamente dicha condición.

A partir de mediados del siglo XIX, cuando Gobineau publica su Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas, texto clave para la sistematización de las tesis racistas, tanto el racismo científico como el evolucionismo cultural sirvieron de base para defender la esclavitud, el colonialismo y las desigualdades clasistas. La aplicación de estos argumentos a los cálculos políticos se generalizó en la época del imperialismo: los conflictos interestatales se desarrollaban de la misma manera que los organismos vivos, en su lucha por la supervivencia de los más aptos. Así, había naciones vivas, en plena expansión vital, formadas por razas fuertes, y naciones moribundas,

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