ENFOQUE HISTÓRICO CULTURAL
Marcela08Tesis3 de Agosto de 2013
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CAPITULO I
1.- ENFOQUE HISTÓRICO CULTURAL
A la actualidad han trascendido tanto la diversidad de concepciones como sus aplicaciones prácticas susceptibles en muchos casos a la subjetividad, de ahí que al tomar el aula como laboratorio puede corroborarse que los profesores unas veces de manera consciente y otras por espontaneidad o desconocimiento emplean indistintamente preceptos del Conductismo, Cognitivismo, Humanismo y del Enfoque Histórico Cultural.
El Enfoque Histórico-Cultural consta de conceptos claves para comprender el proceso de aprendizaje como la Ley Genética del Desarrollo, Mediación, Situación Social de Desarrollo, Zona de Desarrollo Próximo (ZDP). La relación entre la enseñanza, el aprendizaje y el desarrollo es estrecha si se considera que mediante la enseñanza el aprendiz se apropia de la cultura, la buena enseñanza es la que se adelanta al desarrollo; mientras el aprendizaje alienta y tira del desarrollo. El Enfoque Histórico Cultural propicia, por tanto, el autodesarrollo y la autonomía en el aprendizaje. Durante la clase algunos indicadores que denotan su presencia son:
1) El profesor dirige la actividad y el alumno es considerado un sujeto activo.
2) Se dan procesos de trabajo cooperativo e interacción social. Mediación de las relaciones humanas. Los estudiantes intercambian, el profesor dirige; se emiten criterios que posibilitan el aprendizaje durante la clase.
3) Funcionamiento de la Ley Genética del Desarrollo, tránsito de las funciones de lo intra-psicológico a lo inter-psicológico. Lo que sucede en determinado momento a escala social transita hacia lo individual. Por eso, en la clase se deben compartir opiniones, criterios, experiencias.
4) Presencia de la interiorización, mediatización semiótica, uso de los signos, pues constituyen instrumentos del pensamiento y de la comunicación. En la clase el uso del lenguaje es vital.
5) Presencia de la Zona de Desarrollo Próximo como distancia que media entre el nivel real de desarrollo y el nivel de desarrollo potencial.
• Aunque en la clase hay una fuerte presencia del desarrollo potencial, se arriba también paulatinamente al nivel real de desarrollo, los estudiantes, logran de manera más independiente la realización de actividades no realizadas por ellos anteriormente. Cabe destacar que ese nivel real de desarrollo se irá alcanzando poco a poco, incluso en espacios que escapan a la clase y aparecerán otros niveles, lo que evidencia el dinamismo de este proceso.
• Se estructuran situaciones y roles, se regula la ayuda. Estas ayudas pueden producirse al volver el profesor sobre lo ya tratado, preguntar dudas, recapitular; el estudiante en la clase también puede pedir estas ayudas para comprender mejor.
• La ZDP es compartida entre profesor y alumno, lo que determina que el estudiante aprenda con el profesor.
• Transferencia gradual de la responsabilidad según la apropiación.
6) Relación entre los procesos de enseñanza, aprendizaje y desarrollo.
7) La enseñanza de calidad tiene que tirar del desarrollo.
8) Como parte de la participación guiada, intervienen procesos donde el profesor organiza y estimula la actividad de manera que sea accesible para el alumno y estructura la participación de forma dinámica según el contexto. El profesor debe bajar, regular la comunicación.
CAPITULO II
2.- BIOGRAFIA
ALEXANDER ROMANOVICH LURIA
Alexander Romanovich Luria nació el 16 de Julio de 1902 en Kazan, ciudad situada al sureste de Moscú y cercana al Volga, en el seno de una familia acomodada. Su padre, Roman Albertovich Luria, afamado médico especialista en gastroenterología, ejerció como profesor en la Universidad de Kazan y fue fundador del Instituto de Educación Médica Avanzada en dicha ciudad. Su madre, Evgenia Viktorovna, hija de un artesano de relojería, desarrolló durante años su carrera como dentista, algo inusual para la época en una familia de su posición. Alexander Romanovich, así como su hermana Lydia Romanovna, fueron instruidos en el aprendizaje de varias lenguas, alemán, francés e inglés, desde la más tierna infancia y ambos destacaron posteriormente en ámbitos afines a la medicina, revelando la gran influencia que ejerció su padre sobre ellos.
Según Homskaya (2001), la familia de los Luria constituía una familia típica de la “intelligentsia” prerrevolucionaria.
El joven Alexander Romanovich inició sus estudios a los siete años y aunque la Revolución de Octubre de 1917 le privó de graduarse, ingresó al año siguiente, con dieciséis años, en la Universidad de Kazan, en la cual se habían formado personalidades como el propio Vladimir Ilyich Ulyanov (Lenin) o León Tolstoy. Permaneció como estudiante en el reconvertido departamento de ciencias sociales hasta el año 1921 y fue durante este periodo cuando se despertó su interés por la psicología. El propio Luria afirmó al respecto:
“Mi interés por la formación de las ideas, su propagación y su influencia en las acciones –fundamental para mí en los primeros años de la Revolución- prendió con fuerza. A esto se añadió cierto interés en la psicología concreta del niño y en las aplicaciones prácticas de la psicología” a pesar de ello escribió que “es difícil saber el motivo de mi elección por la psicología como el terreno de mi inmediata actividad profesional.”
Este contexto particular, repleto de cambios y esperanzas, en el que desarrolló su primera formación tuvo una influencia decisiva en las futuras actividades de Luria y de sus contemporáneos. Comparando sus estímulos con los de psicólogos occidentales escribió:
"No han vivido la atmósfera fantásticamente estimulante de una sociedad en movimiento activo, la influencia estimulante de una revolución, el fuerte y decisivo estímulo de sentirse parte de una sociedad que realiza un extraordinario progreso en un tiempo muy corto.”
2.1 Una realidad social, familiar y personal
En las épocas finales del siglo XIX los gobiernos zaristas controlaban estrictamente las vidas de los judíos en Rusia. Existían restricciones en la posibilidad de viajar, en la educación y en el trabajo. En la época del padre de Luria, únicamente el 5% de los estudiantes de la Universidad de Kazan podían ser judíos. La obtención de un título de la Universidad –después de haber superado la limitación del 5%- no significaba la obtención de trabajo. El padre de Luria, Roman Albertovich, fue rechazado en las facultades de Medicina de Kazan y San Petersburgo por ser judío.
Aunque existía una limitación en la posibilidad de viajar por el país, no se limitaba la libertad de viajar al exterior. Por estos motivos Roman Alvertovich viajó varios veranos a Alemania. De hecho el alemán era la segunda lengua hablada en casa, y Aleksandr Romanovich la dominaba ya en una edad muy temprana.
La situación de la Rusia zarista era crítica. Diversos movimientos intelectuales pretendían soluciones de distinta naturaleza, algunas de ellas radicales. Aleksandr Romanovich, se consideraba un seguidor de Tolstoy, cuyas ideas sobre la injusticia social eran reconocidas por amplios sectores de la sociedad (Coole, 1979).
El primer matrimonio. Durante estos años iniciales en Kazan conoció a la que sería su primera esposa, Vera Nikolayevna Blagovidova, estudiante también en la universidad y que sería actriz teatral más tarde en Moscú. Contrajo matrimonio en 1923. Este matrimonio duró hasta 1929. En esta época conoció al gran cineasta Sergei Mijailovich Eisenstein.
El segundo matrimonio. En 1933 Luria contrae matrimonio con Lana Pimenovna Lipchina, que en aquella época trabajaba en el instituto de Neurocirugía. En este año se trasladaron al número 13 de la calle Frunze de Moscú. En 1938 tuvo lugar el nacimiento de su hija Lena.
2.2 Doctor en Medicina.
La Gran Guerra y los años posteriores
Antes de que estallara otro gran acontecimiento que marcó el desarrollo de su progresión académica, la Segunda Guerra Mundial, Luria obtuvo su título de Doctor en Medicina (verano de 1937) y escribió, y defendió para obtener su título, el primero de lo que debían ser tres volúmenes dedicados a las afasias, centrado en la afasia sensorial. Los dos volúmenes restantes, uno sobre la afasia semántica y otro sobre la afasia motora, no fueron publicados o ni siquiera escrito, el segundo. Años más tarde y sobre la base de la vasta experiencia clínica acumulada establecería una nueva clasificación de las afasias.
Luria es admitido como interno. Tras su graduación en medicina Luria pidió su admisión como interno en el Instituto de Neurocirugía dirigido dirigido por Burdenko. Sobre su trabajo en este instituto Luria asevera:
“estos dos años fueron los más fructíferos de mi vida. Durante mi tiempo libre, cuando me dedicaba a mis intereses, empezó a materializarse el modo de enfocar la investigación neuropsicológica y neurofisiológica de las lesiones cerebrales locales.”
Puede decirse que aquí se inicia el trabajo de Luria en neuropsicología, ámbito al que contribuyó en gran medida, quizá como ningún otro autor, dedicándole gran parte de su vida. Goldberg apunta las hipotéticas razones que llevaron a Luria a este cambio de dirección en su carrera, acercándose a aspectos más biológicos de la psicología, y finalmente a la neuropsicología.
Las posibles razones políticas a las que hace referencia Goldberg se fundamentan en la represión ideológica en la Unión
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