El Arte Contemporánea, relacionada con el museo Tamayo y su fundador.

El Arte Contemporánea, relacionada con el museo Tamayo y su fundador.

El presente trabajo pretende abordar la corriente de Arte Contemporánea, a través del Museo Tamayo de Arte Contemporáneo, ya que esta es la principal temática del mismo. Se buscará que el lector entienda más a fondo: la corriente, a su fundador y al museo. Al igual que comprender qué fue lo que hizo que Tamayo, decidiera crear un museo de este tipo. El documento se constituirá de cuatro partes, en la primera se hablará del Museo Tamayo de Arte Contemporáneo. La segunda, la vida y obra de Rufino Tamayo. La tercera, la corriente de Arte Contemporánea. Por último las conclusiones del del presente.

Museo Tamayo de Arte Contemporáneo.

En los 60’s, Rufino Tamayo tenía el deseo de comenzar una colección de arte internacional, por lo que empezó adquirir obras para su futura colección. Esta gran colección de arte del siglo XX, Rufino Tamayo la legó al museo Tamayo de Arte Contemporáneo para crear un espacio que acercara al público a un lenguaje plástico y visual de diversos países. Al igual que, darle vitalidad al ambiente cultural que se vivía en 1980's. Después de que Tamayo donó el arte en 1989, Olga y Rufino constituyeron la fundación "Olga y Rufino Tamayo”. Que fue un acto de compromiso a futuro, para apoyar económicamente la infraestructura, las obras, los proyectos, el equipo, la programación y el museo.

El museo Tamayo de Arte Contemporáneo, es de arte contemporáneo internacional porqué así lo quiso Rufino. A diferencia de la creencia popular, este no es un museo dedicado a las obras de pintor. Aunque sí contiene obras de Tamayo dentro del mismo. El reciento tiene varias vocaciones, la primera es dar a conocer la obra del fundador. La segunda, es la divulgar de la colección permanente de Arte Moderno, la cual legó Rufino. La tercera, qué es la más importante porque así lo que quería Tamayo, es la es inculcar, promover y difundir el arte contemporáneo, que es el arte de hoy en día. Por esta razón, esta colección adquiere nuevas obras constantemente nuevas.

El recinto del museo, se considera una pieza de arte contemporánea del mismo. La fachada piramidal remite esencia prehispánica, los espacios internos y los grandes vitrales reflejan la modernidad y el flujo. Se dice que la arquitectura del museo, refleja el pensamiento de Tamayo por medio su diseño. Fue construido por los arquitectos Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky con dirección de Tamayo. La posición geográfica del lugar fue idea de Rufino, ya que él quería construir un museo en el bosque Chapultepec debido al flujo de gente que existía en la zona, el gobierno de la Ciudad de México cedió parte del bosque para el terreno.

El museo Tamayo abrió sus puertas el 29 Mayo de 1981, con un esquema muy particular. Porque, consistía en las aportaciones de un particular, del Estado y la ayuda de patrocinios por parte de Grupo Alfa y Fundación Cultural Televisa. En 1986, el museo pasó a formar parte del patrimonio nacional bajo la administración del Instituto Nacional de Bellas Artes, con una reinauguración realizada el 9 de septiembre. En el 2011, el museo cierra intermitentemente para su remodelación. En agosto del 2012, se reabre con un proyecto de ampliación, que busca respetar los orígenes del museo y al mismo tiempo incorporar nuevas metas. Se vuelve un espacio más dinámico con el propósito de albergar más exposiciones, artistas, publico, piezas y actividades educativas.

El museo Tamayo, tiene un gran prestigio internacional desde su apertura. Gracias a esto, se han recibido exposiciones muy importantes, algunas de ellas incluyeron a las obras de arte de Pablo Picasso (1982) y el Arte Francés de David Hockney.

El depósito de obra del museo, es el corazón del mismo y dónde se conservan los cuadros. La pieza más antigua del museo es un Joan Miró. “Peinture”, 1927. Este cuadro expresa la manera de contar una idea, en una forma no narrativa sino simbólica. Se tiene una pieza de René Magritte “Hijo del hombre”, 1964. Esta una de las más importantes para el museo, es característica del movimiento surrealista. También cuenta con una pieza de Mark Rothko llamada “Sin título” (amarillo, guinda, anaranjado),1947. Este cuadro es por el cual Rothko, empieza a formar su lenguaje clásico, que lo va hacer importante dentro de la corriente del expresionismo abstracto en Norteamérica. Una gran parte de la colección del museo, es el arte latinoamericano porqué, Tamayo siempre tuvo un cuidado especial para incluirlos. Francisco Toledo, artista mexicano, tiene un lugar sobresaliente en el recinto, se tienen obras de él desde su abordaje del cuerpo humano,

hasta su simbolismo de lo prehispánico y su tendencia por los animales que se convirtiría en un tema vital en las obras de Toledo.

Rufino Tamayo (1899 - 1991).

Fue un “mexicano internacional”, en cuyas obras mezcló tradición y vanguardia. Es uno de los pintores más grandes del arte universal. Tamayo, era un gran personaje, un hombre con un mundo interior muy fuerte, muy culto y propenso a grandes silencios.

Rufino Tamayo, nació en Oaxaca en el año de 1899 y murió en la Ciudad de México en 1991. Su nombre real, era Rufino del Carmen Arellanes Tamayo, pero se quitó su primer apellido, porque su padre estuvo ausente. Tamayo fue un niño indígena, pobre y huérfano a la temprana edad de los 10 años. Sin embargo, él se construyó asimismo para llegar muy lejos. Fue un gran intelectual, un traductor del sentimiento y un gran pensador para la época. En 1934, contrajo matrimonio con Olga Flores Rivas, nunca tuvieron hijos, ella fue su modelo, su crítica, su alma gemela, su conexión con el mundo real y su compañera hasta el final de su vida.

Rufino se estudio en la Ciudad de México, en la Academia de Bellas Artes de San Carlos y ahí fue donde aprendió algunas bases artísticas, el resto las desarrollo él mismo. Estas fueron muy sólidas e importantes, porque si se ve cualquier composición de Tamayo, se va encontrar que la pieza es perfecta. Siempre estan marcadas por el color, la perspectiva, la armonía y la textura. Sin embargo, nunca siguió la pauta artística que le plantearon en la academia, porque tenía una dualidad muy fuerte, sentía un gran apego al arte popular y al prehispánico, pero también quería apropiarse de las

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