El Cooperativismo
sebangie9 de Abril de 2015
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La participación del ser humano común asumiendo un rol protagonista en los procesos socio-económico de la sociedad en la que vive Definición de Cooperativismo
El cooperativismo es una doctrina socio-económica que promueve la organización de las personas para satisfacer de manera conjunta sus necesidades. El cooperativismo está presente en todos los países del mundo. Le da la oportunidad a los seres humanos de escasos recursos de tener una empresa de su propiedad junto a otras personas. Uno de los propósitos de este sistema es eliminar la explotación de las personas por individuos o empresas dedicadas a obtener ganancias.
es la principal fortaleza de la doctrina cooperativista. El cooperativismo se rige por unos valores y principios basados en el desarrollo integral del ser humano.
Origen del Cooperativismo
El cooperativismo nace por la necesidad de cooperación entre hombres de las comunidades primitivas, para garantizar la subsistencia realizando actividades en común (caza, pesca, recolección de alimentos), era necesaria para vencer los obstáculos.
Los historiadores del cooperativismo están de acuerdo en señalar como antecedentes del sistema cooperativo, entre otros, los siguientes:
Las organizaciones para la explotación de la tierra en común de los babilonios.
La colonia comunal mantenida por los Esenios en Ein Guedi, a las orillas del Mar Muerto.
Sociedades Funerarias y de seguros entre los griegos y los romanos.
Los “ágapes” de los primeros cristianos como forma primitiva de las cooperativas.
Vida agraria entre los germanos.
Organizaciones agrarias y de trabajo entre pueblos esclavos: el Mir y el Artel entre los rusos, la Zadruga de los serbios.
Organización del trabajo y de la producción en el Manoir medieval.
Agrupaciones de los campesinos para la transformación de la leche: “queserías” de los armenios y de los campesinos europeos de los Alpes, del Jura y del Saboya.
Organizaciones para el cultivo de la tierra y el trabajo en las organizaciones precolombinas, principalmente entre Incas y los Aztecas. También la Minga y el Convite.
Las reducciones de los Jesuitas en el Paraguay.
Las Cajas de Comunidad en la época de la colonización española en América.
Las colonias con el carácter religioso de los inmigrantes en Norte América.
Es necesario, reconocer también la influencia que tuvieron algunas publicaciones utopistas en el desarrollo del cooperativo, entre los cuales se puede mencionar:
La Nueva Atlántida de Francis Bacon (1561-1626)
El Viaje a Icaria de Etienne Cabet (1788-1856)
En todas estas obras se puede observar un profundo deseo de organizar la sociedad en una forma más justa y fraternal, eliminando las diferencias de orden económico por medio de procedimientos de propiedad comunitaria y de trabajo colectivo.
Como punto de partida de una visión histórica de la cooperación, es preciso reconocer los precursores de esta ideología a partir del siglo XVII, tanto en las ideas como en las obras, empiezan a precisar las características del sistema cooperativo.
Entre los más notables de estos precursores se mencionan los siguientes:
Robert Owen (1771-1858) Autodidacta, industrial afortunado desde muy joven, innovador en técnicas y sistemas sociales, en el furor de la revolución industrial, intentó llevar a la práctica sus ideas organizando las colonias de New Lanark, en su propio país Inglaterra y de Nueva Armonía en Estados Unidos (Indiana); la bolsa de trabajo y las instituciones sindicales de alcance nacional.
Charles Fourier (1772-1837) francés, el de las concepciones geniales y ambiciosas, escritor, llevó una vida cómoda.
Es necesario mencionar la época de la revolución industrial ocurrida en Europa, especialmente en Gran Bretaña, en el siglo que va desde 1750 a 1850 como una referencia histórica imprescindible. La revolución industrial no fue solamente una revolución política, fue principalmente una revolución tecnológica influida por la utilización de algunos descubrimientos en la industria, entre ellos el vapor aplicado a toda clase de maquinarias y el de lanzadera y la hiladora mecánica que transformaron la industria textil. La influencia de la revolución industrial con sus características de desorden, sobre la clase trabajadora, produjo algunas reacciones cuyas consecuencias todavía se pueden apreciar: la de los destructores de máquinas, la del sindicalismo, la de los cartistas, o sea, aquella que se propuso lograr leyes favorables para el trabajador, y la que podemos denominar cooperativa. Esta última tuvo por causa inmediata el hecho de que en Inglaterra muchos trabajadores de la época no siempre recibían su salario en dinero, sino en especie, con las consiguientes desventajas de mala calidad, pesa equivocada y precios muy altos.
Aún en el caso de que recibieran el salario en dinero, por ser este demasiado bajo, obligaba a los trabajadores a someterse a los tenderos que por concederles crédito exigía un valor mayor por la mercancía, junto con las demás circunstancias desfavorables que acompañan a esta clase de ventas a crédito.
De esta manera, los trabajadores pensaron que uniendo sus esfuerzos podrían convertirse en sus propios proveedores, originándose así la idea de las cooperativas de consumo. Por otra parte el desempleo y las gravosas condiciones del trabajo cuando se conseguía, movieron a otros grupos de trabajadores a organizarse en cooperativas de producción y trabajo, que hoy se denominan trabajo asociado.
En la ciudad de Rochdale (Inglaterra), dedicada por mucho tiempo a la industria textil, se presentaron algunas de las consecuencias de la revolución industrial, inconvenientes para los trabajadores, por lo cual algunos de ellos pensaron que debían agruparse y se constituyeron en una organización para el suministro de artículos de primera necesidad.
Para llegar a ese objetivo debieron antes, con gran esfuerzo de su parte, ahorrar cada uno en la medida de sus capacidades, logrando así reunir un pequeño capital de 28 esterlinas, una por cada uno de los socios. Con ese exitoso patrimonio, fundaron una sociedad denominada “De los Probos Pioneros de Rochdale”.
La mayoría de estos hombres eran tejedores y en el grupo figuraban algunos más ilustrados que habían tenido participación en otras organizaciones de beneficio común.
Para el 21 de diciembre de 1844, en contra de las opiniones de los comerciantes establecidos y de otros ciudadanos, abrieron un pequeño almacén, en la llamada Callejuela del Sapo, pero para sorpresa de los comerciantes que les auguraron un rotundo fracaso, la incipiente institución fue creciendo e incluyendo en su organización a muchas personas de localidades aledañas.
El éxito de esta sociedad se basó en sus principios:
Un miembro, un voto
Igualdad de sexos entre los miembros
Solo las provisiones puras se deben vender, en peso y medida completos
La asignación de un dividendo a los miembros, garantizando que todos los beneficios fueran distribuidos dependiendo de la cantidad de compras hechas por los miembros individuales
Fue este el origen del cooperativismo de consumo en Gran Bretaña, cuyo desarrollo abarcó después no solo a la Europa Continental sino al resto del mundo. El importante crecimiento debe atribuirse no a la importancia del poder económico, sino al valor de las ideas y a la fidelidad que estos iniciadores tuvieron para con esas ideas.
Valores de Cooperativismo
Las cooperativas se fundamentan en una filosofía basada en los valores de la ayuda mutua, responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. La práctica de estos valores se manifiesta en la administración y gestión empresarial de la cooperativa.
Siguiendo la tradición de sus fundadores sus miembros creen y practican los valores éticos de honestidad, transparencia, responsabilidad social y preocupación por los demás. De esta manera, cada socio y miembro de una cooperativa debe regirse por un comportamiento ético caracterizado por la práctica de estos valores.
Valores del Cooperativismo
Ayuda mutua: Valor exclusivo de la cooperación que busca la emancipación del ser humano por medio del pensamiento colectivista que NO se resigna a vivir en la pobreza. El pleno desarrollo del ser humano solo puede producirse en asociación con los demás.
Solidaridad: Las cooperativas se fundamentan en el valor de la empatía por sobre la apatía, cooperación por sobre la competencia. La solidaridad se traduce en el principio de cooperación entre cooperativas (federalismo), motor de solidaridad entre cooperativas.
Democracia: Fomenta la responsabilidad activa del socio frente a la sumisión y pasividad. La práctica de la gestión democrática debe ponerse en vigor tanto en plano laboral (gerencia participativa), como en la consulta constante de sus clientes socios.
Responsabilidad: Los socios de las cooperativas creen en el consumo responsable y deben ser conscientes del compromiso con los derechos laborales y la viabilidad económica de la cooperativa.
Equidad: La cooperativa se fundamenta en el valor de la repartición equitativa.
Igualdad: En la organización cooperativa donde prima la persona por sobre el capital, todos somos iguales para participar en la toma de decisiones; más allá de su origen étnico, género, preferencias, edad o aspecto.
Honestidad: Las cooperativas se fundamentan en la honestidad como valor rector de las actuaciones que priman el bien común por sobre el bien privativo.
Transparencia:
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