El Imperialismo Japones

La historia se inicia a mediados del Siglo XIX, cuando el norteamericano Matthew Perry llegó a Yokohama. El año siguiente firmo un tratado en el cual las potencias occidentales tenían la entrada a Japón, las puertas fueron abiertas a Estados Unidos, Francia, Rusia, Holanda y Gran Bretaña.

En 1867 Mutsuhito ascendió al trono imperial y se nombró Meiji. Durante la era Meiji de dieron pasos importantes para lograr la transformación del país. Los principios del gobierno fueron la dirección de la vida política conforme a la voluntad popular, la unión de las distintas clases sociales en interés de la nación, la libertad de realizar la actividad que cada ciudadano japonés prefiriera y poder fusionar lo tradicional con lo moderno.

En 1872 se creó una ley que hacia obligatoria la enseñanza primaria para ambos sexos. En 1880, los japoneses pusieron los ojos en Corea, que en ese entonces era parte de la China continental. En 1894, por conflictos internos de Corea, Japón le declaro la guerra a China, a quien derroto y obligo a firmar el tratado de Shimonoseki en abril de 1895; en este se reconoció la independencia de Corea, y se cedió a Japón Formosa (hoy Taiwán) y las islas Pescadores.

En 1904, se inició la guerra ruso-japonesa, debido a que China le concedió el derecho a ambos para poder construir un ferrocarril en Manchuria. En esta batalla se demostró el desarrollo militar de Japón, debido a que este demostró grandes victorias sobre el poder ruso. En agosto de 1905, Rusia y Japón firmaron el tratado de Portsmoutth, en el que los nipones lograron el arrendamiento de la península de Liaotung, la construcción del ferrocarril en Manchuria y el poder de la isla Sajalín y Puerto Arturo.

En 1912, murió Mutsuhito y su hijo Yosihito, quien adopto el nombre de Taisho. Su periodo en el poder abarco de 1912 a 1926, y se caracterizó por la tendencia industrializadora del archipiélago. Durante su reinado, Japón participó con la Triple Entente en la Primera Guerra Mundial, derrotando a Alemania.

Después de la Primera Guerra Mundial, Japón se benefició del crecimiento del comercio, fábricas y hombres de negocio. La conferencia de paz de 1919 produjo descontento en Japón, debido a que Estados Unidos e Inglaterra rechazaron la igualdad racial propuesta por los nipones. Este resentimiento lo conservo Japón para la segunda guerra mundial.

La ascensión de Hiroito en 1926, a la muerte de su padre, marcó un hito en la potencia asiática. El nuevo soberano adopto el nombre de Showa. En 1927, se dio a conocer el informe Tanaka, el cual contemplaba la conquista de Manchuria en el norte de China, Siberia, India y posteriormente, un enfrentamiento con Estados Unidos. En 1929, el plan Tanaka, fue abandonado, pero no del todo.

La agresión a China continuo en 1931, aprovechando la guerra civil entre nacionalistas y comunistas. Los japoneses invadieron la zona norte de China, por lo

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