El Principe Nicolas Maquiavelo
cunivann16 de Julio de 2014
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El príncipe - Nicolás Maquiavelo
Para empezar con este ensayo, quisiera comentar que no fue nada fácil leer este libro, sin ninguna base anterior, primero por la manera complicada que tiene Maquiavelo para escribir, aunque parezca un punto sin importancia, incide mucho en la dificultad para entender lo escrito.
‘‘El fin justifica los medios'', esta es la famosa frase con la cual Nicolás Maquiavelo demostró de una manera cruda y directa como el hombre puede ser seducido tan fácilmente por el poder y las decisiones que pueden a llegar a tomar para su propio beneficio no importando los demás. Este libro es considerado por muchos como el fundador de la ciencia política.
Maquiavelo decía que el bien común radica en el poder y en la fuerza del estado, y no es subordinarle en ningún caso a fines particulares, esto quiere decir que el estado podía controlar las relaciones sociales, imponiendo leyes y normas a esta para que los individuos puedan vivir en libertad atravesó de estas.
El poder ha seducido a los hombres desde los tiempos más remotos.
Su concepción y su práctica ha sido heterogénea a través de la historia de la civilización, pero nadie en muchos siglos se había aproximado a develar la naturaleza del poder en forma tan realista y desnuda como Nicolás Maquiavelo: fundador de la ciencia política, aunque hoy en día esta disciplina se ha desarrollado mucho más allá, la idea que se tiene de Maquiavelo y su libro leído, es la del cinismo como actitud indispensable en las tares del gobierno y expresaba todo lo que había recolectado durante su vida, observando los gobiernos, viendo en que fallaban y en que tenían éxito
Más allá de admitir que la obra de “El príncipe “de Nicolás Maquiavelo puede llegar a verse como un tipo de guía para los príncipes de aquella época en el modo de mantener su poder y las relaciones que como mandatario debe seguir, la importancia y la trascendencia de esta obra, tan espectacular como lo fue en su tiempo y sigue siéndolo a través de los años, radica su especializada utilidad aun en la actualidad. No por nada se ha ganado el título de una de las obras más importantes de la ciencia política, sino que el autor es considerado como el padre de esta ciencia, por su puntual análisis de las situaciones políticas en aquel tiempo, donde dichos acontecimientos, no muy diferentes a la realidad de hoy, genera la importancia de que es lo mejor de hacer para mantener el poder y perpetuar nuestro gobierno como príncipes, presidentes, jefes, etc.
Para empezar una pequeña pero delicada critica sobre esta obra es importante mencionar que de la misma manera que Maquiavelo desarrolla el tema de la manutención del poder, eso es como los politólogos, como nosotros, debemos de analizar las situaciones de nuestro mundo y nuestra sociedad, desde un marco de la propia realidad y sobretodo tomando mucho en cuenta el pasado y el futuro de dichas situaciones. Supondría muy vagamente que Maquiavelo sabia jugar muy bien ajedrez, puesto que los movimientos que establece en “El príncipe” contienen una mira no solo a lo que debe realizar un príncipe, sino que, como en toda partida de ajedrez, se debe predecir el mejor movimiento en ataque o en defensa del enemigo, puesto que todo gobernante, por el simple hecho de serlo, ansia perpetuarse en el poder, así sea nuestro peor enemigo.
El objetivo de Maquiavelo al escribir la obra es fácil de identificarlo desde la presentación, independientemente de la bondad o malicia de su acto, la necesidad de ayudar a los que declara en su último capítulo como posibles redentores de Italia sometida a los barbaros. Así nace pues a partir de la caridad hacia su propia nación. Maquiavelo tenia presente que para no cometer los mismos errores de los grandes no hay mejor maestro que la historia.
Acepto que los primeros capítulos del libro maneja una situación un tanto pedagógica, pues es necesario aquí y ahora, el terreno donde uno se desarrolla, y más aún si es de política. Maquiavelo fue muy didáctico al desarrollar primero la distinción de tipos de principados con el fin muy probablemente, de que en el futuro los príncipes de aquella época se observan a sí mismos y sobre todo observan las características de los principados amigos y enemigos. Aunque es lógico que en la actualidad no podemos hablar de la misma manera de principados, si podemos llamarles países o estados nacionales, cada uno con su historia, sus propias características sociales, culturales, económicas y políticas. ¿Qué nos queda ante esto? Tomar la misma estructura de análisis que logro el escritor, nuestro trabajo como politólogos tendrá que tomar un estudio de los demás países para saber de qué manera se puede desenvolverse en un término internacional.
A lo largo de su tratado, el autor maneja explicaciones y conceptos que nos ayudan a identificar las características que deben tener los príncipes y los gobernantes para alcanzar el objetivo de la política: mantener el poder. El estudio se aborda desde lo real y desde que es lo conveniente para que el príncipe “aprenda más bien lo que origina su ruina y preserva su poder.” Una de las primeros comentarios que destacan el libro es la variada clasificación de características que deben tener los príncipes: ganarse nuevos amigos, triunfar por medio de la fuerza o el fraude –pero triunfar-, hacerse amar y temer por los pueblos, respetar a los soldados, ser severo y agradable, magnánimo y liberal, ganarse la amistad de los demás reyes, etc. Aquí lo interesante que hay que observar es que el comportamiento de los príncipes da como resultado el manejo de su política, no solo basta realizar bastas obras o sentarse a declarar asuntos, si no desenvolverse en el ámbito político es lo que determina la estadía o el fracaso. Es un concepto que parece temprano a la época, pero seguramente ya era necesario analizarlo y por lo tanto dejárnoslo como herencia. La importancia del príncipe como tal no es tanto abordar los temas políticos tal cual los maneja el autor en nuestra realidad, la herencia que nos permite tener Maquiavelo es usar su propio desarrollo analítico de la política para poder saber qué hacer, conocer la política como la conoció Maquiavelo es ciertamente el trabajo que se nos invita a realizar.
Otra característica muy peculiar del autor y que desde el principio de sus capítulos desarrolla son los consejos basados siempre en una argumentación valida y para mí, digna de admirar. Un primer punto muy rescatable, es la actitud del gobernante hacia una sociedad nueva de gobernar; la necesidad que el príncipe no solo conozca a los ciudadanos, sino que aprenda a vivir como ellos, permitirá que las penurias le sean conocidas y por lo tanto que las acciones que incurra el gobernante sean específicas y eficaces. Es la necesidad de que el pueblo respete al príncipe; esta actitud en gran parte se lograra cuando la población sepa quién es en verdad dicho dirigente. Ante esta misma situación, otro punto muy relevante es la importancia de debilitar a los enemigos, más cuando ese enemigo es más amigo de la población a la que gobiernas, evitando que adquieran mucha fuerza. Es ahí tan fundamental como ya mencione, que el príncipe aprenda a vivir como su población.
Aunque en la actualidad no aplique al cien por ciento el trato con los soldados y la milicia, es obvio que en la época de Maquiavelo era un asunto crucial, sin embargo el colocar este asunto dentro de los de la actualidad seria parte del objetivo de la crítica. Maquiavelo considera usual dedicar parte de su libro a hablar sobre la milicia, esto es porque menciona que es el modo de discurrir sobre los ataques o la defensa en los estados. La idea principal del autor es conservar un milicia propio en el que puedas confiar, tratar bien a la milicia y mantener confianza, fuerza y valentía al propio ejército y una forma de transmitir estas virtudes es estando frente al ejército durante la batalla, conocer bien el territorio del Estado, salir a cacería y privilegiar moderadamente a los soldados. Una forma de transmitirlo a nuestros días es por ejemplo con los partidos políticos; ciertamente la militancia se podría considerar como los soldados de aquella época. La esencia no cambia, la importancia del dirigente de demostrar a sus soldados propios la confianza en ganar es fundamental dentro de cualquier institución política.
¿Cuál es la importancia que debe existir en cómo se ven los príncipes ante la población? Para el autor y seguramente para cada político debe ser la fundamental dentro de la profesión. Es sorpréndete que el autor de una manera tan fácil nos explica esta argumentación: ¿es mejor que los príncipes sean temidos o amados? O ¿Qué es mejor, la liberalidad o la avaricia? Maquiavelo acierta profundamente respondiendo de una manera característica que todo está en la prudencia y en la moderación, pues todo depende de las circunstancias y la manera en cómo se lleva; pero ciertamente siempre habrá una característica que supere a la otra, Sin embargo, la poca prudencia puede ser ciertamente, el factor de pérdida del Estado. Algo fundamental es admitir que aunque el príncipe es mejor que le teman, que nunca llegue al odio por parte de sus seguidores, por que como argumenta el odio de la clase es más poderosa, puesta esta acarrea la deposición del poder. No por nada dedica un capítulo esencial a plantear la importancia de evitar ser odiado. Existen dos puntos esenciales que serían de suma importancia plantear: la primera es sobre no ser siempre bueno ni malo con los demás, esto es que depende de las personas y de “su humor” es el comportamiento que debe seguir; pues vale más contentar a las personas
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