El Principe

Capítulos I, II y III. Principados

I .De los géneros de principados y manera en que se obtienen.

En este primer capítulo nos habla de los principados son hereditarios cuando en ellos impera de tiempo atrás un linaje de una familia, o nuevos, o añadidos, pueden ser dominados por medio de las armas propias o ajenas, contando con la fortuna y la virtud.

II) De los principados hereditarios.

En este tipo de principado su suerte casi siempre depende de su antecesor, ya que el nuevo rey seguirá los usos y costumbres que el anterior. Si el antiguo rey fue bueno y tenía le favor del pueblo el heredero deberá mantener las costumbres para poder mantener al pueblo contento y un reinado firme, de lo contrario debería cambiar la forma de gobernar tratando de ganarse a sus enemigos y conservar a sus amigos para poder mantener el principado.

III) De los principados mixtos.

Maquiavelo sugiere que el príncipe vaya a radicar al nuevo terreno y que suprima de inmediato cualquier asomo de rebelión o descontento. Las colonias a su vez, son de mucha ayuda para mantener el orden y la vigilancia del nuevo estado adquirido. A sí mismo, el príncipe debe convertirse en jefe y protector de los reinos vecinos sobre todo de los menos fuertes para que a la postre, se debiliten los reinos vecinos y poderosos. Maquiavelo pone a los Romanos como ejemplo: de todas las provincias que se adueñaron, las poblaron primero con colonias, no permitieron que los reinos vecinos aumentaran su fuerza y no dejaron que alguna potencia extranjera se instale en las cercanías; sabiamente previeron que alguien poderoso, haciendo alianzas con los menos fuertes, pudiera en un momento dado convocar una rebelión y destronar al creciente imperio. El que ayuda a otro a hacerse poderoso provoca su propia ruina.

Capitulo IV: Por qué, ocupado el reino de Darío por Alejandro, no se rebeló contra los sucesores de él después de su muerte.

Trata de una revisión analítica de un suceso concreto que lleva al autor, a reflexionar sobre la clase de “asistentes” que un príncipe debe poseer. Los hay de dos tipos: unos que son elegidos por gracia y concesión: su probada lealtad les permite ser escuchados y aconsejan al príncipe a la hora de gobernar y otros, son los asistentes de tipo barones cuyo privilegio resulta sobre todo, del prestigio militar.

Capítulo V: De qué modo deben gobernárselas ciudades o principados que antes de ocuparse por un nuevo príncipe se gobernaban con sus leyes particulares.

En esta parte del libro se Maquiavelo aconseja que de haber conquistado un reino debes arruinarlos o mudarte a ellos para poder controlarlos de una mejor manera, la conservación de su constitución y sus costumbres dependerá de cada caso.

Capítulos VI, VII, VIII y IX Las maneras de adquirir un principado.

VI) De los nuevos principados que se obtienen con las armas o con la virtud.

Maquiavelo hace una compara con entre estas dos. Cuando un principado se obtiene por medio de las armas se pierde fácilmente si se continúan con las barbaries con el que se obtuvo, pero si solo se utilizó las barbaries o la crueldad para llegar al poder y después el soberano es alguien piadoso se podría ganar el favor del pueblo aunque habrá algunos ofendidos en cambio los principado que se obtiene por virtud son mucho más duraderos y se cuenta con el favor del pueblo serán más fáciles de mantener.

VII) De los principados nuevos obtenidos con las armas y las fortunas de otros.

Maquiavelo en esta parte indica que una es bueno obtener de ninguna de estas dos manera un principado ya que cuando las obtienes por armas de otros podrías volverte dependiente de ellos en cuanto a la guerra además se podría revelar en tu contra y si su ejército es más fuerte termina absorbiéndote, si quisieras obtener un principado por fortuna de otros, tu suerte siempre dependería de que el otro existiera como ejemplo nos pone un ejemplo de que si Alejandro hubiera vivido lo suficiente los franceses hubieran obtenido lo que ellos querían.

VIII) De los que obtiene el principado por medio de la maldad.

Podrán alcanzar el dominio más nunca la gloria. Sin embargo, no resta agregar que tales hombres de viles decisiones, mantuvieron una actitud temeraria que los llevó a reunir ejércitos hasta ascender a un título monárquico y lo anterior también es factible. Maquiavelo escribe sobre el equilibrio que debe haber durante los actos de severidad mal usados es decir, los castigos reales.

IX) Del principado civil.

Es la posibilidad de cuando un ciudadano común llega a ser príncipe de su patria para llegar no se necesita de valor o de fortuna se necesita una equilibrada y buena combinación de ambas. Sin descuidar en lo posible al pueblo, el príncipe, deberá buscar alianzas con los grandes pues son los únicos que pueden organizar una revuelta con tintes revolucionarios. Ahora bien, si el nuevo príncipe llegó al trono gracias al apoyo de los grandes, deberá de conciliares con el pueblo y buscar el afecto de sus nuevos súbditos a fin de que éstos lleguen a sentir una necesidad grandísima de su principado.

Capitulo X: De cómo se deben medirse las fuerzas de todos los principados.

En la opinión de Maquiavelo, solo pueden valerse por sí mismos quienes tiene abundancia de hombres o de dinero y por lo tanto poner en pie de guerra un ejército tan grande como sea necesario, por lo contrario quienes no cuenten con esto siempre se verán obligados acudirá a los demás y a crear fuertes castillos abastecidos y fortificados para que duren en lo que el enemigo se cansa o ya no tiene los recursos para mantener a su ejército en guerra y termina por retirase, esto no se ve como algo malo, sin embargo al toparse con un ejército lo suficiente fuerte atravesaran las murallas del castillo y acabaran con el reinado.

Capitulo XI: De los principados eclesiásticos

Se adquieren por virtud o por fortuna y se conservan sin la una ni la otra, esta clase de príncipes son los únicos que tiene estados y no lo defienden, súbditos y no los gobiernas. Los estados que poseen, aunque indefensos no les son arrebatados, y los súbditos, ingoberndos no se preocupan de sus condiciones, pues se sienten seguros y son felices, estos alcanzan un muy gran orden ya que son poderes que los humanos no comprenden y respetan.

Capitulo XII:

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