El estoicismo
NiquilloInforme1 de Octubre de 2012
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Para comenzar a adéntranos en su cultura, formas de pensar avances etc. Hare una breve introducción.
Estoicos
El estoicismo fue fundado por Zenón de Citio (h. 334-262 a.C.), de origen chipriota, se trasladó a Atenas en el 311 a. C., y después de tomar contacto con la filosofía socrática, cínica y megárica, creó una escuela en una Stóa poililé, es decir, “pórtico pintado”, palabra de la que deriva “estoicismo”. Zenón escribió numerosas obras entre cuyos títulos destacan: De la vida conforme a la naturaleza; De los universales; Argumentos dialécticos y De las pasiones.
La grandeza de la escuela, tanto por la cantidad, calidad y variedad de sus representantes, así como por su prolongada presencia a lo largo de los siglos, llevó a los investigadores a dividirla en tres: Estoa Antigua (siglos III y II a.C.): Zenón de Citio, Aristón de Quíos, Cleantes de Assos y Crisipo de Soles; Estoa Media (siglos II y I a.C.): Panecio y Posidonio; y Estoa Nueva o "estoicismo romano" (siglos I, II y III después de Cristo): Séneca, Epicteto, Marco Aurelio.
Ahora si bien, para conocer bien la cultura de los Estoicos vamos a empezar diciendo que su virtud se caracteriza por vivir conforme a la naturaleza y dominar las paciones, es decir el deceso de bienes, riquezas, y honores, lo cual es foráneo a la mentalidad estoica. Para explicar de una mejor manera lo anteriormente dicho afirmaríamos que el estoico deberá dominar las pasiones para conseguir el estado de virtud de la ataraxia, es decir, la disminución de la intensidad de sus pasiones y deseos y la fortaleza frente a la adversidad, alcanza el equilibrio y finalmente la felicidad que le permitirá acomodarse a lo que ocurra y aceptarlo sin contrariarse. En una palabra, el deber del hombre consiste en dominar las pasiones para sobrellevar lo mejor posible lo que el logos ha elegido para él y así ser y así ser más feliz.
Como algo importante encontré que los estoicos abogan por el destino y como es absurdo oponerse al destino, el hombre puede conseguir la "libertad" armonizando su voluntad con la ley universal y sus fines; en otras palabras, La felicidad se consigue aceptando y conociendo plenamente el destino de cada uno, sea cual sea. Lo cual algunos lo aceptado por algunos pero no compartido ya que según mi manera de pensar las personas se forjan su futuro y como ser humano siempre se la ideología de proceso y avance.
Su epistemología empirista, opuesta a Platón, mantiene que los conceptos generales se obtienen por inferencia a partir de los datos perceptivos es decir lo que captamos del mundo que nos rodea. La physis es un todo unitario y ordenado, fuera del cual no hay nada, ni Mundo de las Ideas, ni Primer Motor. En el Cosmos todo es conexo y todo coopera al funcionamiento del Todo. Por ello, el alma humana es parte del orden natural, al que debe someterse y compartirlo sin apasionamientos.
Analizando lo dicho principalmente, los estoicos dicen que para ser felices, se ha de conseguir la imperturbabilidad. El sabio conoce la divinidad y sabe que es buena. Por tanto el hombre vive en el mejor de los mundos posibles. La felicidad consiste en amoldarse, comportarse de acuerdo con esos designios divinos usando la razón. Dios no exige culto, sino que demanda a los hombres que usen la razón, lo cual tiene mucho sentido ya que no se apegan a la religión sino a la razón siendo esta última algo de gran importancia que no lleva al retroceso.
La filosofía estoica es esencialmente ética: teoría y práctica de la virtud. El hombre bueno es el hombre moral. Éste se caracteriza por su imperturbabilidad, su "sabiduría", su aceptación impasible de los hechos. Podríamos citar como Ejemplo máximo de ello fue el mandato del emperador romano Nerón a su maestro, Séneca. Le ordenó que se suicidara y el filósofo estoico obedeció, abriéndose él mismo las venas en señal de suprema coherencia con sus ideas. Conocer o saber algo para el estoicismo, es ser capaz de afirmar una proposición demostrable, como verdadera, y así la epistemología se convierte en una trama de la “lógica”, en el sentido generoso dado a este término por los estoicos. Por “lógica” los estoicos entendían algo que incluye tanto a la teoría del conocimiento, la semántica, la gramática y la estilística, como a la lógica formal. Logos significa ambas cosas: lenguaje y razón. El lenguaje puede ser considerado tanto desde un aspecto fonético, como desde uno semántico. Es más, un estoico estudiará como “lógica” tanto las reglas del pensamiento y del argumento válido, como las partes de la oración por las cuales los pensamientos y argumentos son expresados.
Adentrándonos más y para conocer mas su filosofía diríamos que la estética estaba condicionada por las teorías estoicas de la moral y del cosmos. Por un lado, estaba marcada por el moralismo estoico, según el cual los valores supremos son los morales, debiendo los estéticos estar subordinados a ellos. Por otro, la estética estoica se desarrolló dentro de los marcos de su teoría del Logos, según la cual el mundo está impregnado por la razón. Los estoicos veían en el mundo real aquella razón, perfección y belleza que Platón reconocía en las Formas Ideales.
Los estoicos rechazaban no sólo la doctrina platónica del universal trascendente, sino también la doctrina del universo concreto. Nada más existen los individuos y nuestro conocimiento es un conocimiento de objetos particulares. Estos objetos particulares producen una impresión en el alma y el conocimiento es ante todo, noticia de esta impresión. Lo que quiere decir, que adoptaron una posición contraria a Platón. Éste último menospreciaba la percepción sensible, mientras que los estoicos basaban en la misma todo conocimiento. Los estoicos no negaban que tenemos un conocimiento de nuestras actividades y de nuestros estados de ánimo, pero Crisipo reducía este mismo conocimiento a la percepción, lo que no le era muy difícil ya que consideraba tales actividades y estados de ánimo como procesos meramente materiales. Tras la percepción, cuando el objeto real no está ya ahí, queda una memoria, un recuerdo, y la percepción proviene de una pluralidad de recuerdos similares.
Fueron, por lo tanto, empiristas e incluso “sensistas”, pero mantenían también un racionalismo que apenas se compaginaba con una posición enteramente empírica y nominalista, pues aunque afirmaban que la razón es el producto de un desarrollo, ya que va creciendo a partir de las percepciones, sostenían también que no sólo existen ideas generales formadas deliberadamente, sino además algunas ideas generales que, al parecer, anteceden a la experiencia, en cuanto que tenemos una predisposición natural a formarlas (las podríamos llamar “ideas innatas”).
Para los estoicos el mundo está totalmente hecho de materia, comprendidos Dios y el alma. Sostienen que Dios penetra toda la realidad y que es la inteligencia, ya alma, ya naturaleza. Así pues, los estoicos son los primeros verdaderos panteístas de la historia del pensamiento occidental. La consecuencia de ello es el rechazo del Azar y la creencia en una Naturaleza Inteligente que sabe a dónde quiere llegar. No hay nada casual en ella. Su primer imperativo ético es vivir conforme a la naturaleza, lo cual equivale a decir conforme a la razón, pues la naturaleza es racional, es un orden justo. La ética parte de los mismos supuestos que la socrática: “nadie obra mal a sabiendas”. La conducta correcta consiste en que cada uno actúe de acuerdo con su naturaleza. Como la naturaleza del hombre es racional, el hombre ha de actuar de forma racional.
Para ellos, en el comienzo de los tiempos existía sólo Dios que, siendo un fuego eterno (similar a lo que manifestaba Heráclito: Logos y Fuego como sustancias del mundo), ha existido siempre y siempre existirá. Luego, sucesivamente, fueron generados el aire, el agua y la tierra. En cada fase Dios, en virtud de la “mezcla total de los cuerpos”, se unió con los otros elementos. Esta unión perfecta, entre Dios y la materia, es consentida por la divisibilidad de los cuerpos al infinito. Todo acabará un día a causa de una gigantesca conflagración, salvo Dios, que dará inicio a otro ciclo: El Eterno Retorno.
Los estoicos negaban la libertad humana, o mejor dicho, la libertad significaba para ellos hacer conscientemente, con consentimiento, lo que uno de todos modos hará. Expresaban este imperio de la necesidad con la noción del Hado (la Fatalidad, el Destino), pero el Hado no es algo distinto de Dios y de la razón universal, ni difiere tampoco de la Providencia que lo ordena todo para mejor.
Como los estoicos sostenían que Dios lo dispone todo para el mayor bien, no les quedaba otra que explicar la presencia del mal en el mundo o, como mínimo, que armonizase con su “optimismo”. Ahí radica toda la dignidad y la libertad del hombre: conocer el orden necesario del mundo y ser parte consciente del mismo. Ésta es la ventaja del sabio sobre el ignorante, lo que le da el estado de imperturbabilidad, que es el estado de felicidad para los estoicos: que sabe que todo está determinado.
Ahora bien, estando todo determinado, ¿en qué queda la libertad humana? Pues quedaría en conciencia de la necesidad, la cual tiene un rendimiento práctico: aquella imperturbabilidad.
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