El matadero Esteban Echeverria - Ensayo

El matadero de Esteban Echevarría es un texto realista, clasista y de inclinación sociopolítica, que además relata sobre la economía y otros temas de la misma índole.

Fue escrito durante el gobierno de Rosas, en cuaresma, en medio de una inundación en Buenos Aires. Los seguidores de Rosas, los “Federales”, enemigos de los “Unitarios”, partido contrario (liberales).

Debido a la inundación, las calles de Buenos Aires se cerraron, no podían entrar novillos al matadero, para matar ni comer.

Aunque la gente estaba en cuaresma y no debían comer nada, se quejaban por alimento, y comenzaron a suplicar. A tanta exclamación del pueblo, Rosas hizo que trajeran 50 novillos al matadero para ser repartidos entre los ciudadanos. Las poblaciones contentas al ver los novillos, le entregaron uno a Juan Manuel en agradecimiento. Se comenzó a repartir y los trabajadores seguían sacrificando animales para comer. Cuando ya estaban casi todos los novillos sacrificados, uno se desata del corral y comienza a huir, pero inoportunamente se atraviesa un niño en el camino y lo decapita con las astas.

Cuando Matasiete, uno de los ciudadanos ve el suceso, sale detrás del novillo para atraparlo. Finalmente, logra capturarlo y lo sacrifica en el momento. Mientras todos prestan atención al espectáculo del novillo, el niño y matasiete, repentinamente aparece un unitario dando vueltas por el matadero.

Matasiete no dudo en provocarlo, entonces fue y lo tiro de su caballo.

Mientras el unitario seguía en el suelo, los federales deciden llevarlo al matadero para jugar con él y torturarlo. El joven unitario se negaba a que lo desnuden y entre tanta adrenalina, explota de bronca y muere, dejando un charco de sangre en el suelo.

A raíz de una inundación, se desata una crisis económica en Buenos Aires. Debido a que las calles estaban cerradas y faltaban vacas para el consumo. Todo este conflicto saca a luz el corrupto gobierno de Juan Manuel de Rosas.

Claramente se puede analizar a plena vista el clasismo generado por una grieta entre unitarios y federales, no solo por su condición económica y social sino la forma en que se relata el escrito. Son evidentes las palabras que se usan para describir a cada uno de los personajes; unitarios de alta sociedad, cultos y educados, odiados a causa de falsos rumores y manipulación del partido contrario. Por otro lado, federales clase baja, poco relevantes a la vista de cualquier persona con un poder adquisitivo alto, pero con una máscara físicamente invisible ante los ojos de la sociedad, que cubre su verdadera identidad de ser los verdaderos malos. Detrás de esa mascara de bajo perfil hacían cosas terriblemente abominables como un juego supuestamente divertido, pero inhumano para la víctima. “La refalosa” consistía en atar de pies y manos, poner en cuatro patas, cortar el pescuezo que produce

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