El racismo en "El Matadero" de Esteban Echeverría

Cantidad de palabras: 400                                                                                     SIM 019 - 5°12 - consigna 8

Al leer “El Matadero” podemos notar claramente la presencia de la ideología racista del narrador. Decide incluirla con una evidente intención: demostrar la relación entre la inferioridad y salvajismo de quienes apoyaban el federalismo y su “raza” negra. Lo explica mediante los siguientes argumentos: la descripción bárbara de los personajes negros y el contraste con los personajes blancos.

Si hay algo que el narrador hace constantemente es tratar de animales a los negros. Habla de ellos animalizandolos, tratandolos como bestias que no tienen control y luchan por los pedazos más despreciables de la carne. Además, los trata como “harpías”, (monstruo híbrido mitológico) y “caranchos” (ave carroñera) que “devoran cuanto hallan comible” (3). Así, alimenta el estereotipo de que las personas negras no trabajan, sino que se aprovechan de las sobras de los blancos.

“[...] dos africanas llevaban arrastrando las entrañas [...], una mulata se alejaba con un ovillo de tripas y resbalando de repente sobre un charco de sangre, [...].” (6-7)

Las presenta “arrastrando” la comida, fortificando su idea de que son animales, no personas. Tampoco es casualidad que lo que están llevando sean achuras, comida de las clases más pobres, ya que eran descartadas por los más pudientes.

Este racismo se ve aún más claro cuando introduce personajes blancos mediante una descripción evidentemente opuesta a la que hace con personajes negros. Tanto al inglés como al unitario los muestra “absortos” en sus pensamientos, ajenos al salvajismo federal. Sin dudas, el narrador los presenta como personas superiores y llega a su punto culmine en la escena de tortura. Muestra como ni en su peor momento su forma de expresarse deja de ser culta y elevada. Utiliza palabras como “infame” (13) y los trata de vosotros.  

“-Sí, la fuerza y la violencia bestial. Ésas son vuestras armas; infames. El lobo, el tigre, la pantera también son fuertes como vosotros. Deberíais andar como ellas en cuatro patas.” (13)

Es notable ya que en todo momento, cuando los negros están dialogando utilizan un vocabulario vulgar y groserías que el narrador no se atreve a reproducir:

“-¡Che!, negra bruja, salí de aquí antes que te pegue un tajo [...]

-Son para esa bruja: a la m…” (6)

Es evidente que el narrador no simpatiza con esta clase social y racial. Quiere demostrar que, utilizando los anteriores argumentos, su superioridad racial está fuertemente relacionada con la superioridad intelectual de los unitarios, contrastante con el salvajismo de los negros federales.

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