El tráfico trasatlántico de esclavos
rafe298Trabajo29 de Noviembre de 2023
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ÍNDICE
1. Introducción y Contexto 3
2. Descripción y tipo de fuentes. 14
3. Idea principal y secundarias. 15
4. Análisis. 16
a. Siglo XVI. 16
b. Siglo XVII. 20
c. Siglo XVIII 23
d. Siglo XIX 27
5. Conclusiones 31
6. Bibliografía 34
Introducción y contexto
El Comercio Atlántico de Esclavos fue también conocido como la trata de esclavos, la cual hace referencia al tráfico o comercio de seres humanos que estuvo ligado a la esclavitud, esta era la situación por la que una persona se convierte en propiedad de otra.
El tráfico de esclavos que tuvo lugar en el Océano Atlántico se dio entre los siglos XVI y XIX entre América, las distintas potencias europeas (Dinamarca, Reino Unido, Francia, Portugal y España) y África, donde se dio el comercio triangular. Este fue iniciado por Portugal, Inglaterra, Francia y Holanda entre los siglos XV y XVI, donde más tarde se sumaría España. En Europa se cargaban los barcos con manufacturas o armas de fuego, las cuales eran vendidas a África a cambio de esclavos que eran capturados por comerciantes locales africanos. En América los esclavos y manufacturas eran vendidas, y se cargaban los barcos con productos coloniales, estos posteriormente volvían a Europa.
Las primeras referencias a la esclavitud a mediados del siglo XIII se dieron tras la reconquista de Portugal, esta buscó nuevas zonas donde expandirse. Enrique el Navegante llevó a cabo diversas expediciones bajo su patrocinio, con el objetivo de investigar nuevas rutas hacia la India y explorar la costa atlántica africana. En 1415 caería la ciudad de Ceuta bajo el poder de los portugueses. Más tarde, Portugal se expandiría por las islas de Azores (1427) y por las islas de Madeira (1418), las cuales estaban situadas en el océano Atlántico. Después, otros navegantes provenientes de Portugal emprenderían nuevas exploraciones hacia el sur escoltando la costa africana, de esta manera los navegantes alcanzaron el cabo Blanco (1441), el cabo Bojador (1434), la desembocadura del río Gambia (1446) y las islas de Cabo Verde (1444). Bartolomé Díaz, navegante que llegó hasta el Cabo de Buena Esperanza en 1487, abrió una nueva ruta comercial hacia Asia. Vasco de Gama en 1498 obtuvo Calicut (India) anticipándose al resto de potencias en su afán de llegar lo antes posible a Asia.
Todos estos descubrimientos permitieron a Portugal ser un ascendente potencia comercial y marítima. El control que tenía Portugal en estos territorios permitía asegurarse las nuevas rutas comerciales. Nicolás V, el papa, emitió la bula Dum Diversas (1452), la cual permitía al rey Alfonso V de Portugal a disminuir incrédulos, paganos y sarracenos a la esclavitud hereditaria. Este consentimiento dado por el papa a la esclavitud fue ampliado por las bulas papales Inter Caetera (1456) y Romano Pontifex (1455). Además, tras el Tratado de Alcaçovas, dado entre el reino de Portugal y los reinos de Castilla y Aragón, permitió a Portugal ese dominio territorial sobre la costa occidental africana, al igual que las islas atlánticas, excepto las Islas Canarias que quedaron bajo el control de Castilla. Portugal también se quedó con el monopolio comercial de oro, marfil y esclavos en Guinea.
San Jorge de la Mina (actual Ghana) fue el primer asentamiento europeo en la costa africana, el cual en 1482 fue fundado por Juan II de Portugal. De esta manera, Portugal sentó las bases del comercio de esclavos en la costa occidental africana, dando lugar a la trata occidental. Tras esto, se apuntaron otras potencias europeas, como Holanda, Dinamarca, España, Francia o Inglaterra.
Por otro lado, en 1492 con el descubrimiento de América por Cristóbal Colón permitió que se abrieran nuevas puertas comerciales para Europa, ya que este hecho transformó de forma radical a todo el mundo. Con el Tratado de Tordesillas, firmado en 1494 entre juan II y los Reyes Católicos (reyes de Castilla y Aragón), permitió el repartimiento del Nuevo Mundo. En el tratado se dio una zona para Portugal, cerca de Cabo Verde, incluyendo su dominio en la costa africana.
Con anterioridad a la entrada de países europeos en el interior de África, ya existían en su interior un comercio de esclavos africanos, destacando el transahariano, pero los reinos europeos llevarían a una mayor escala este tráfico a diferencia del que se producía en el interior de África, este se denominaría la trata atlántica u occidental.
La trata de esclavos se extendería en un amplio territorio de la costa occidental africana, desde lo que es la actual Mauritania hasta Angola, y como las islas del Príncipe, Santo Tomé y Cabo Verde. La base de la práctica de la trata de esclavos se apoyaba en el denominado “comercio triangular”.
En el comercio triangular involucraba a tres continentes, entre ellos, África, América y Europa. Desde este último, se exportaba una gran variedad de productos manufacturados, como serían las telas, armas de fuego, vidrio, etc. Estos productos manufacturados eran exportados a África, donde se intercambiaban por esclavos, mediante el permiso de las autoridades africanas. La trata de esclavos de la costa al interior era controlada por los africanos, mientras que los europeos se encargaban al embarque de los esclavos. De esta forma, las autoridades africanas controlaban el destino de los esclavos, dominaban las relaciones comerciales y mandaban a los europeos los pagos elevados de impuestos que debían de realizar por la compra y por su posterior exportación de los cautivos. Los agentes africanos eran los responsables tanto de la esclavización como del transporte de los esclavos hacia la costa para su posterior embarque hacia América. Entre los esclavos se encontraban una gran cantidad de prisioneros de guerra, aunque también había personas que habían sido acusadas de delitos como la brujería, deudas, robo, asesinato, o que, simplemente habían caído en la desgracia.
Los esclavos que eran intercambiados por dichos productos manufacturados eran conseguidos también a través de las guerras entre tribus locales débiles y reyes africanos. En otras muchas ocasiones, los europeos hacían cacerías por su cuenta en ciertos territorios africanos, llevándolas a cabo con cuidado e intentando no adentrarse demasiado en el interior del continente africano.
Desde las costas occidentales del continente africano se embarcaban un elevado número de esclavos, y estos barcos eran llevados al continente americano. Entre los principales destinos se encontraban: las Guayanas, las Antillas, Brasil y el sur de Estados Unidos.
¿Y por qué era necesaria la mano de obra en América?
En estos territorios americanos eran necesario el elevado número de esclavos debido a su gran necesidad de mano de obra, ya que había una gran escasez de mano de obra indígena. Esta escasez de mano de obra indígena era producida como consecuencia de las diferentes epidemias que se produjeron, como la epidemia de gripe, sarampión y viruela, las cuales produjeron un elevado porcentaje de mortalidad.
Los esclavos una vez llegados a América eran utilizados principalmente para trabajar en las plantaciones de ron, café, caña de azúcar, tabaco, algodón o en las minas de plata y oro. Estos productos se exportaban más tarde a Europa para el beneficio de aquellas clases adineradas.
Se calcula que más de 11 millones de esclavos partieron desde las costas occidentales africanas en 35.000 viajes rumbo a américa durante los siglos XVI y XVIII. Al menos un 13% murieron durante la travesía. Una de las consecuencias de la trata de esclavos fue la entrada de más de 20 millones de armas en África. Durante esta época el Imperio Británico se convirtió en la potencia con mayor beneficio.
La trata de esclavos fue abolida en el siglo XIX en diferentes épocas dependiendo de cada país. El primer país que abolió la esclavitud fue Gran Bretaña, la cual creó una organización fundada en 1787. Con esto consiguieron que en unos pocos años llegara a su fin la trata atlántica, prohibiéndose en 1803 el comercio esclavo en Dinamarca, y esto lo consiguieron en 1805. Gran Bretaña prohibió la entrada de africanos en sus colonias y reconoció como ilegal el comercio de esclavos en 1807. La prohibición del tráfico de esclavos se plasmó a través de varios tratados firmados por Gran Bretaña con diferentes países, primero con Suecia en 1813, con los Países Bajos en 1814, con Francia en 1815 y en 1817 con España y Portugal. Sin embargo, lo que es la prohibición del tráfico de esclavos no venía acompañada de forma inmediata de lo que es la abolición de la esclavitud. Esta tuvo un largo camino que correr a través de numerosas discusiones para que se aboliera de una vez por todas. En estas discusiones se barajeaban las posibles consecuencias y riesgos presentes y futuras que conllevaba la desaparición de la esclavitud. Una nueva mentalidad política favoreció al abolicionismo, que lo conseguirían en un proceso lento y ganará territorios hasta culminar en 1888. La abolición completa de la esclavitud se daría a lo largo del siglo XIX. En los países de América el proceso de abolición estuvo vinculado con las posesiones ultramarinas españolas, durante el ciclo independentista de 1810 a 1824, en las colonias insurrectas se llegaron a crear diferentes formas jurídicas dando lugar a radicalismos variables. Fue mucho más compleja en la Antillas británicas, donde la abolición se promulgó en 1838, en 1848 en las Antillas francesas, en 1837 donde se abolió en España, en 1873 se mantuvo en puerto Rico y en Cuba no se abolió hasta 1886. En Puerto Rico uno de los abolicionistas fue Ramón Emeterio Betances, el cual en 1858 creó la sociedad abolicionista junto a Segismundo Ruiz, José Remigio y José Francisco Basora en Mayagüez. Junto a estas se sumó en España la sociedad abolicionista en 1865 por el impulso puertorriqueño de Julio Vizcarrondo que lideró la lucha en contra de la esclavitud hasta su abolición en Cuba y Puerto Rico.
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