Elavoracion De Revista

Hasta el mas temido león resulta ser un débil ratón

EL ENCUENTRO INESPERADO CON PABLO NERUNA

Era una tarde lluviosa de julio cuando yo caminaba por las calles de Santiago de chile, en compañía de mi fiel compañero quien es un perrito chihuahueño de nombre Oso, yo andaba muy pensativa y preocupada porque tenía que entregar una revista de ocho autores distintos a mi profesora Mayoli Valenzuela y no sabía cómo empezarla; pedía y rogaba a Dios que me mandara muchas ideas y conocimientos para poder plasmarlas y entregar un trabajo de calidad.

Después de un largo rato bajo la intensa lluvia y con un frio intenso que me corría por mis huesos, me senté a descansar bajo una pequeña cabaña que se encontraba ubicada en el centro de una plaza donde se realizan obras teatrales para fomentar buenas culturas a los jóvenes de ese lugar.

Todo parecía inútil ya que yo no lograba poder unir una sola idea y tampoco contaba con alguien que me ayudara, solo contaba con la compañía de mi fiel mascota que apezar del frio intenso provocado por la lluvia continuaba a mi lado firme y decidido, cuando mis esperanzas se agotaban y me daba por vencida y resignada a reprobar por no entregar mi tarea, surgió algo inexplicable que me dejo asombrada e inmóvil.

Frente a mi se encontraba el único y majestuoso poeta chileno nacido en Parral de chile en 1904 al cual yo reconocí inmediatamente por ser una gran lectora de sus obras las cual plasma con un amor y estilo único e inigualable. Si era el único y majestuoso Pablo Neruda, estaba maravillada por tal imagen que mis ojos tenían la dicha de presenciar y me quede aun mas perpleja cuando me di cuenta que se dirigía hacia a mí, los nervios me invadían, al igual que la inmensa alegría cuando de repente me dijo:

Muy caballerosamente: buenas tardes señorita, me permitiría brindarle mi abrigo ya que la he observado y he notado que un frio estremecedor la agobia.

Yo estaba paralizada e inmóvil de la impresión y solo accedí con la cabeza.

De pronto las palabras brotaron de mi y le dije buenas tardes, señor Pablo Neruda, yo soy Magaly Torres Casarrubias y lo he identificado desde el primer momento que lo mire ya que yo soy fans de sus obras literarias principalmente de sus 100 sonetos de amor que plasmo con gran pasión.

Permítame decirle que soy estudiante, y actualmente curso el 4° semestre de mi licenciatura en educación secundaria con especialidad en Historia, en mi institución educativa de nombre CEHEGA, ubicada en la ciudad de tecpan de Galeana, y que el día de hoy me encuentro en estas tierras tan lejanas, por el motivo de una tarea de investigación, que consiste en la investigación de 8 grandes autores, y cuando parecía que mis esperanzas se agotaban y estaba a punto de darme por vencida apareció usted quien para mi persona a influido mucho en mi vida por considerarlo una gran persona, y quisiera pedirle si fuera gustoso de apoyarme en la realización de mi trabajo de investigación por medio de una entrevista la cual plasmare en una revista educativa que servirá de apoyo para muchas generaciones de compañeros estudiantes que podrán leer y conocer de este mundo tan hermoso que nos brindan los poetas como usted don Pablo Neruda.

Será un placer señorita Magaly poder contribuir un poco en su formación académica con la ayuda de su trabajo de investigación, así como tambien le quiero agradecer la distinción que ha tenido hacia mi persona, ya que hoy en día es muy raro que jovencitas de su edad estén tan interesadas en la literatura y es para mí un honor haberla encontrado en un momento como estos que necesitaba de ayuda.

Así que me sentare a su lado para poder iniciar con la entrevista que espero sea de gran ayuda e interés tanto para ti como para tus compañeros de estudio.

Magaly ¿Qué papel juega la poesía en tu vida?

Pablo Neruda.- Sólo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres. Así la poesía no habrá cantado en vano.

Magaly ¿Crees que el destino de cada persona está escrito, y que el tuyo fuera ser poeta?

Pablo Neruda.- Yo creía

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