Ensayo "Dios En La Tierra"
Ciitla4325 de Enero de 2015
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Dios en la tierra – José Revueltas
La obra “Dios en la tierra” es una de las más relevantes de este autor, ya que nos deja plasmada la Guerra de los Cristeros que se desarrolló en los años de 1926 a 1929.
La lectura convierte este hecho en una escena trágica del odio y la discordia eterna entre los hombres a lo largo de siglos. Nos representa los bandos en los que estaba dividido la República Mexicana en aquella época, que eran el Federal y el de los Cristeros; mediante simbolismos, en el caso del primer bando se distinguía por el color olivo que utilizaban los militares, como las polainas de lana, paliacates rojos y los zapatones claveteados; mas sin embargo el segundo bando se representa con el color blanco que corresponde a la vestimenta de los campesinos mexicanos quienes defendían la ideología de la existencia de un Dios al cual le correspondía intervenir en asuntos políticos.
Estos sucesos desencadenaron un conflicto histórico en lo que es México, y si los vemos desde una perspectiva universal es una evidencia clara de como la doctrina del cristianismo es solo una mera apariencia falsa de lo que la Biblia muestra, dejando así la percepción de un Dios cruel y vengativo.
Principalmente el desarrollo de la trama se debe a la lucha de dos elementos que señala el cuento que son: la piedra y el agua. La piedra simboliza el odio, el rencor, la crueldad, la muerte y el mismo Dios del que hace referencia la obra; en cambio el agua nos simboliza la suavidad y el amor que fecunda en nuestro mundo, es decir todas aquellos inocentes victimas que tuvieron que morir o padecer difíciles circunstancias en la guerra.
La obra hace referencia a los soldados, describiendo las circunstancias en las que vivían con las siguientes palabras “Sus soldados eran grises, parecían cactus crecidos en una tierra sin más vegetación. Cactus que podían estarse ahí, sin que lloviera, bajo los rayos del sol. Debían tener sed, sin embargo, porque escupían pastoso, aunque preferían tragarse la saliva, como un consuelo. Se trataba de una saliva gruesa, innoble, que ya sabía mal, que ya sabía a lengua calcinada, a trapo, a dientes sucios”, como leemos, sus prosas bien elaboradas del autor nos dejan ver una evidencia invaluable de que aquellos soldados que tenían que enfrentarse a los Cristeros vivían situaciones realmente deplorables, míseras, además de que estos hombres carecían de experiencia por ende su inexperiencia en el campo militar era basta, y contaban con una comisión complicada ya que fueron perseguidos por aquellos fanáticos que desorbitadamente mostraban odio a todo aquel que no compartiera sus ideales, al punto de darles muerte a los soldados.
El mismo pueblo les cerró las puertas a toda población que no estuviera de acuerdo con aquellos ideales conservadores y religiosos, dando así un trato hostil. En cuanto llegan a cualquier población, las puertas se les cierran completamente ante un silencio hostil.
La obra muestra como la gente de aquella época, se obstino en odiar, y a dar negativa a cualquier razón que se le planteara, mucho menos se dispuso a mantener un diálogo con las reformas que el gobierno pretendía instaurar; egoístamente solo pensaba en sus propios intereses, convencidos en una ideología o forma de pensar bastante absurda en la que afirmaban defender los deseos de Dios, y cuando alguna autoridad decía lo contrario, ellos se sentían ofendidos e incluso atacados, dejándose llevar por la ignorancia y la devoción a una divinidad que en lo absoluto resultaba en pedir lo que ellos demandaban, pero que estos lo dejaban como un Dios aterrador, cruel, despiadado y sordo a la misericordia de los hombres.
Por otro lado es evidente como el personaje central es Dios ya que aparece diversas veces en la lectura y la misma gira en torno a esté, el motivo es simplemente el mismo que provoco la Guerra de los Cristeros, es decir
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