Espacio geografico y cultura

ESPACIO GEOGRÁFICO Y CULTURA

Los animales de nuestro planeta desarrollan para la supervivencia individual y la de su propia especie, una gama de actividades que sustentan la vida: caza, apareamiento, cuidado en los primeros tramos de vida, entre otros. El hombre comparte estas actividades pero sus necesidades no son solamente biológicas o primarias, sino que son acompañadas por una gama cada vez más amplia de necesidades socio- culturales.

Tradicionalmente, a la forma en que las sociedades humanas han respondido a esas necesidades se le conoce como modo de vida, en los que se encuentran no sólo las actividades de sustento biológicas, sino que incluyen objetivos y valores no biológicos. Los distintos modos de vida se han desarrollado a partir de un conjunto de ideas, símbolos y comportamientos interrelacionados. A través de estos, los seres humanos solucionan los problemas de adaptación al ambiente o a la vida en común, y en conjunto forman la cultura. La más famosa definición de esta palabra fue dada por E. B. Tyler en 1871: “Complejo total que contiene conocimientos, creencias, arte, moral, leyes, costumbres y otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de una sociedad”.

Las culturas humanas están constituidas por pautas de comportamiento humano aprendido, por las que pueden transferirse ideas e imágenes entre distintos individuos o grupos.

Cada cultura queda diferenciada por formas de organización social, prácticas religiosas o desarrollo de economías particulares. Su unidad se basa en los significados que los miembros de una sociedad comparten, por lo que son arbitrarios, propios de esa sociedad. Un ejemplo concreto lo constituye el significado de los colores asociados a la muerte: para las culturas occidentalizadas, lo es el negro; mientras que para las culturas mesoamericanas indígenas lo es el rojo.

Las culturas están sometidas a continuos cambios, aunque la velocidad de los mismos puede variar de una a otra o a través del tiempo. La configuración de las sociedades depende básicamente de las condiciones materiales, tecnológicas e infraestructurales. Especialmente relevante es el rol de las tecnologías, que permiten diferentes relaciones sociales y una división del trabajo particular a través del espacio-tiempo, por ejemplo el desigual aprovechamiento energético y con ello el potencial innovador de cada sociedad. A su vez, la estructura social y la división del trabajo impactan en el sistema de creencias del grupo, a través del cual se formulan los conceptos que permiten comprender el mundo que lo rodea. Estos varían considerablemente según las etnias y las religiones que componen a la especie humana.

Las etnias y las religiones en las culturas

La etnia (del griego ethnos, “pueblo”) es una población humana, en la que los individuos comparten lazos históricos-culturales que permiten su identificación. Muchas veces esos lazos estriban en la creencia en un origen común, compartiendo una tradición a través del tiempo, que les permite proyectar un futuro en conjunto. Tal unidad se consigue a través de una lengua común, unas instituciones, unos valores, unos usos y costumbres y unas prácticas culturales que diferencian a la población de otras y que se transmite generación tras generación. En muchos casos las etnias pueden alcanzar una estructura social, política y un territorio propios.

...