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Eva Peron


Enviado por   •  2 de Diciembre de 2013  •  4.178 Palabras (17 Páginas)  •  316 Visitas

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Evita Peron

(derecha) cuando tenía dos años y sus hermanos. Carnaval 1921.

Eva fue hija de Juan Duarte y Juana Ibarguren, anotada como Eva María Ibarguren (partida modificada durante el gobierno de Edelmiro J. Farrell y antes de contraer matrimonio con Juan Perón, modificando su apellido por Duarte y sus dos nombres invertidos en el orden).

Juan Duarte (1872-1926), conocido como el Vasco por los vecinos, era un estanciero e importante político conservador de Chivilcoy, una ciudad cercana a Los Toldos. Algunos estudiosos consideran que era un descendiente de inmigrantes franceses de apellido D'Huarte, Uhart o Douart. En la primera década del siglo XX, Juan Duarte fue uno de los beneficiados con las maniobras fraudulentas que comenzó a implementar el gobierno para quitarle la tierra a la Comunidad Mapuche de Coliqueo en Los Toldos, apropiándose de la estancia en la que nació Eva.

Juana Ibarguren (1894-1971) era hija de la puestera criolla Petrona Núñez y del carrero Joaquín Ibarguren. Aparentemente tenía poca relación con el pueblo, ubicado a 20 km, y por eso se sabe poco de ella, pero debido a la cercanía de su casa con la toldería de Coliqueo tenía estrecho contacto con la Comunidad mapuche de Los Toldos. En todos los partos de sus hijos fue asistida por una comadrona india que se llamaba Juana Rawson de Guayquil.

Juan Duarte, el padre de Eva, mantenía dos familias, una legítima en Chivilcoy con su esposa legal Adela D´Huart (-1919) y sus seis hijos: Adelina, Catalina, Pedro, Magdalena, Eloísa y Susana; y otra ilegítima, en Los Toldos, con Juana Ibarguren. Se trataba de una costumbre generalizada en el campo, para los hombres de clase alta, antes de los años cuarenta que aún es frecuente en algunas zonas rurales del país. Juntos tuvieron cinco hijos:

Blanca (1908-2005).

Elisa (1910-1962).

Juan Ramón(1914-1953).

Erminda Luján (1916-2012).

Eva María (1919-1952).

Eva viviría en el campo hasta 1926, fecha en la que el padre falleció y la familia quedó desprotegida completamente, debiendo abandonar la estancia en la que vivían. Estas circunstancias de su niñez, en las condiciones de discriminación de los primeros años del siglo XX, marcaron profundamente a Eva.

En aquella época la ley argentina establecía una serie de calificaciones infames para las personas si sus padres no habían contraído matrimonio legal, genéricamente llamados «hijos ilegítimos». Una de esas calificaciones era la de «hijo adulterino», circunstancia que se hacía constar en la partida de nacimiento de los niños. Ese era el caso de Evita, quien en 1945 logró que se destruyera su partida de nacimiento original para eliminar esa tacha infamante.6 Una vez en el gobierno, el peronismo en general y Evita en particular, impulsarían avanzadas leyes antidiscriminatorias para igualar a las mujeres con los varones y a los niños entre sí, sin importar la naturaleza de las relaciones entre sus padres, proyectos que fueron muy resistidos por la oposición, la Iglesia y las Fuerzas Armadas. Finalmente en 1954, dos años después de su muerte, el peronismo logró sancionar una ley eliminando las discriminaciones más infamantes (hijos adulterinos, sacrílegos, mánceres, naturales, etc.), aunque manteniendo la diferencia entre hijos legítimos e ilegítimos.7 El propio Perón, con quien se casaría, había sido registrado como «hijo ilegítimo».

La infancia en Los Toldos

Casa de Eva Duarte en la ciudad de Los Toldos donde vivió en su infancia. Actualmente es un museo.

El 8 de enero de 1926 falleció su padre en un accidente automovilístico en Chivilcoy. La familia entera viajó a esa ciudad para asistir al velatorio, pero la familia legítima le prohibió la entrada en medio de un gran escándalo. Gracias a la mediación de un hermano político del padre, quien era por entonces intendente de Chivilcoy, pudieron acompañar el cortejo hasta el cementerio y asistir al entierro.

Para Evita el hecho tuvo una honda significación emocional vivenciado como una suma de injusticias. Con sólo seis años, Eva había tenido escaso contacto con su padre. Esta secuencia de acontecimientos tiene una gran importancia en el musical de Andrew Lloyd Webber y la película realizada sobre el mismo.

Ella misma hará alusión a ello en La razón de mi vida:

Para explicar mi vida de hoy, es decir lo que hago, de acuerdo con lo que mi alma siente, tuve que ir a buscar, en mis primeros años, los primeros sentimientos... He hallado en mi corazón, un sentimiento fundamental que domina desde allí, en forma total, mi espíritu y mi vida: ese sentimiento es mi indignación frente a la injusticia. Desde que yo me acuerdo cada injusticia me hace doler el alma como si me clavase algo en ella. De cada edad guardo el recuerdo de alguna injusticia que me sublevó desgarrándome íntimamente.8

Primera comunión de Eva. 7 años. 1926.

Muerto Juan Duarte, la familia de Eva quedó completamente desprotegida y Juana Ibarguren debió trasladarse con sus hijos a Los Toldos, habitando la pequeña casa de dos ambientes ubicada en las afueras del pueblo en la calle Francia 1021, donde comenzó a trabajar como costurera para mantener a sus hijos.

Los Toldos, de allí su nombre, era originalmente una toldería mapuche, es decir un pueblo indígena. Específicamente allí se encontraba la comunidad mapuche de Coliqueo, instalada allí después de la batalla de Pavón (1861), por el legendario Lonco y coronel del Ejército Argentino Ignacio Coliqueo9 (1786-1871), quien procedía del sur de Chile. Entre 1905 y 1936 se desarrolló en Los Toldos una serie de argucias legales destinadas a excluir al pueblo mapuche de la propiedad de la tierra. Poco a poco, los indígenas fueron siendo desplazados como propietarios por estancieros no indígenas. Juan Duarte, el padre de Eva, fue uno de ellos y por esa razón la estancia en la que Eva nació se encontraba precisamente frente a la toldería de Coliqueo.

La comunidad mapuche fue siempre un componente importante de la población de Los Toldos. Al comenzar el siglo XXI, el 30% de las tierras de la zona de Los Toldos ha permanecido como propiedad mapuche.10

Durante la infancia de Evita (1919-1930), los Toldos era una pequeña población pampeana, de tipo rural, vinculada a la actividad agro-ganadera, específicamente trigo, maíz y ganado vacuno. La estructura social estaba controlada por el estanciero, propietario de grandes extensiones de tierra, que establecía relaciones de tipo servil con los peones de campo y con los arrendatarios. El tipo básico de trabajador en esa zona era el gaucho.

La muerte del padre agravó seriamente la situación económica de la familia. Al año siguiente Eva ingresó a la escuela primaria, la que cursó con dificultades, debiendo repetir el segundo grado en 1929, cuando contaba con 10 años. Sus hermanas han contado que ya por entonces gustaba de mostrar su gusto por la declamación dramática y sus habilidades como malabarista. Por su cara aindiada Eva recibiría el sobrenombre de Chola, por el que la llamaban entonces casi todos, al igual que Negrita, que mantendría toda su vida.11

La adolescencia en Junín

Casa ubicada en Roque Vázquez 86, en Junín, donde vivió Eva a principios de los años 30.

En 1930 Juana, su madre, decidió mudar a la familia a la ciudad de Junín. Evita tenía por entonces 11 años. Allí la familia Duarte comenzó a prosperar sobre la base del trabajo de Juana, y sus hijos Elisa, Blanca y Juan. Erminda ingresó en el Colegio Nacional y Evita en tercer grado, en la Escuela n.º 1 «Catalina Larralt de Estrugamou» de la que egresaría con su educación primaria completa en 1934, cuando contaba 15 años.

La primera casa en la que se instalaron aún existe, y está ubicada en la calle Roque Vázquez 86. A medida que la situación económica de la familia fuera mejorando debido al trabajo de los hijos mayores, sobre todo el de Juan como vendedor de la empresa de artículos de tocador Guereño, los Duarte se mudarían primero a una casa más amplia en Lavalle al 200 (1932), donde Juana organizó un comedor hogareño para el almuerzo, luego se mudaron a Winter 90 (1933) y finalmente a Arias 171 (1934).12 En 2006 la Municipalidad de Junín creó el Museo Eva Perón.

En Junín afloró la vocación artística de Eva. En la escuela, donde tenía grandes dificultades para seguir los programas escolares, se destacaba abiertamente por la pasión que mostraba por la declamación, la actuación y la participación en cuanto espectáculo se organizase en la escuela, en el Colegio Nacional, en el cine del pueblo o en las audiciones radiales.

Su amiga y compañera de colegio Délfida Noemí Ruiz de Gentile recuerda:

A Eva le gustaba recitar, a mí cantar. En aquel entonces, don Primo Arini tenía una casa de música y, como no había radio en el pueblo, colocaba un parlante en la puerta frente a su negocio. Una vez por semana, de 19 a 20 horas, invitaba a desfilar a los valores locales para animar el programa La hora selecta. Eva recitaba poemas.13

Escuela n.º 1 "Catalina Larralt de Estrugamou", en Junín, donde Eva terminó su educación primaria en 1934.

Allí fue donde participó por primera vez en una obra de teatro, una realización estudiantil llamada Arriba estudiantes. También actuaría en otra obrita teatral, Cortocircuito, con el fin de recaudar fondos para una biblioteca escolar. En Junín, Eva utilizó por primera vez un micrófono y escuchó su voz saliendo de altoparlantes.

En esta época Eva muestra también sus condiciones para el liderazgo, acaudillando a uno de los grupos de su grado. El 3 de julio de 1933, día de la muerte del ex presidente Hipólito Yrigoyen, derrocado tres años antes por un golpe de Estado, Eva fue a la escuela con un moño negro sobre el guardapolvo.14

Foto escolar del 5º Grado en el que se encontraba Eva Duarte, Junín, 1933. Eva está sentada a la izquierda.

Ya por entonces Eva soñaba con ser actriz y migrar a Buenos Aires. Su maestra Palmira Repetti recuerda:

Una jovencita de 14 años, inquieta, resuelta, inteligente, que tuve por alumna allá por 1933. No le gustaba la matemática. Pero no había nadie mejor que ella cuando se trataba de intervenir en las fiestas del colegio. Tenía fama de ser excelente compañera. Era una gran soñadora. Tenía intuición artística. Cuando terminó la escuela vino a contarme sus proyectos. Me dijo que quería ser actriz y que tendría que irse de Junín. En esa época no era muy común que una muchachita provinciana decidiera ir a conquistar la capital. Sin embargo yo la tomé muy en serio, pensando que le iría bien. Mi seguridad era, sin ninguna duda, contagio de su entusiasmo. Comprendí con los años que la seguridad de Eva era natural. Emanaba de cada uno de sus actos. Recuerdo que ella se inclinaba por la literatura y la declamación. Se me escapaba de clase cuantas veces podía para recitar delante de los alumnos de otros grados. Con sus lindos modos se compraba a las maestras y obtenía permiso para actuar frente a otros chicos.13

Según la historiadora Lucía Gálvez, en 1934, Evita y una amiga habrían sufrido un ataque sexual por parte de dos jóvenes que las habrían invitado a viajar a Mar del Plata en el auto de ellos. Gálvez afirma que al salir de Junín intentaron violarlas, sin lograrlo, pero las abandonaron desnudas en las afueras de la ciudad. El chofer de un camión las llevó de regreso a sus casas. El hecho -de ser cierto- habría tenido profunda influencia en su vida.15 16

Ese año, aún sin terminar la escuela primaria, Eva viajó a Buenos Aires pero debió volver al no conseguir trabajo. Terminó entonces la primaria, pasó en familia las fiestas de Navidad y Año Nuevo, y el 2 de enero de 1935, Evita, con tan solo 15 años, migró definitivamente a Buenos Aires.

En un fragmento de La Razón de mi vida, Eva cuenta cuáles eran sus sentimientos en ese momento:

En el lugar donde pasé mi infancia los pobres eran muchos más que los ricos, pero yo traté de convencerme de que debía de haber otros lugares de mi país y del mundo en que las cosas ocurriesen de otra manera y fuesen más bien al revés. Me figuraba por ejemplo que las grandes ciudades eran lugares maravillosos donde no se daba otra cosa que la riqueza; y todo lo que oía yo decir a la gente confirmaba esa creencia mía. Hablaban de la gran ciudad como de un paraíso maravilloso donde todo era lindo y extraordinario y hasta me parecía entender, de lo que decían, que incluso las personas eran allá "más personas" que las de mi pueblo.17

La película Evita y algunas biografías sostienen que Eva Duarte viajó en tren a Buenos Aires con el famoso cantor de tango Agustín Magaldi, después de que este realizara una presentación en Junín. Sin embargo, los biógrafos de Eva, Marysa Navarro y Nicholas Fraser, han destacado que no hay registros de que Magaldi haya cantado en Junín en 1934 y su hermana relata que Eva viajó a Buenos Aires acompañada de su madre, quien permaneció con ella hasta que obtuvo un empleo.

El '45

La famosa «foto de las patas», tomada en la fuente de la Plaza de Mayo el 17 de octubre de 1945.

El año 1945 fue clave para la historia argentina. La confrontación entre sectores sociales se agudizó y la oposición entre alpargatas y libros se transformó en peronismo y antiperonismo.

El 8 de octubre a la noche se produjo un golpe de Estado dirigido por el general Eduardo Ávalos que exigió de inmediato y obtuvo la renuncia de Perón al día siguiente. Durante una semana los grupos antiperonistas tuvieron el control del país pero no se decidieron a tomar el poder. Perón y Eva permanecieron juntos, circulando por diversas casas, entre ellas la de Elisa Duarte, la segunda hermana de Eva. El 13 de octubre Perón fue detenido en el departamento de la calle Posadas y confinado en la cañonera Independencia, que zarpó hacia la Isla Martín García.

Ese mismo día Perón le escribió una carta a su amigo el Coronel Mercante en la que le menciona a Eva Duarte, llamándola Evita:

Le encargo mucho a Evita, porque la pobrecita tiene sus nervios rotos y me preocupa su salud. En cuanto me den el retiro, me caso y me voy al diablo.

El 14 de octubre Perón le escribió a Eva una carta desde Martín García en la que le dice entre otras cosas:

... Hoy he escrito a Farrell pidiéndole que me acelere el retiro, en cuanto salga nos casamos y nos iremos a cualquier parte a vivir tranquilos... ¿Qué me decís de Farrell y de Ávalos? Dos sinvergüenzas con el amigo. Así es la vida... Te encargo le digas a Mercante que hable con Farrell para ver si me dejan tranquilo y nos vamos al Chubut los dos... Trataré de ir a Buenos Aires por cualquier medio, de modo que puedes esperar tranquila y cuidarte mucho la salud. Si sale el retiro, nos casamos al día siguiente y si no sale, yo arreglaré las cosas de otro modo, pero liquidaremos esta situación de desamparo que tú tienes ahora...Con lo que yo he hecho estoy justificado ante la historia y sé que el tiempo me dará la razón. Empezaré a escribir un libro sobre esto y lo publicaré cuanto antes, veremos entonces quién tiene razón...

Por entonces parecía que Perón había sido definitivamente desplazado de la actividad política y que, en el mejor de los casos, se retiraría con Eva, para vivir en la Patagonia. Sin embargo a partir del día 15 de octubre los sindicatos comenzaron a movilizarse para exigir la libertad de Perón, hasta desencadenar la gran manifestación del 17 de octubre que finalizó con su liberación, provocó la recuperación de las posiciones en el gobierno que tenía la alianza militar-sindical y abrió el camino para la victoria en las elecciones presidenciales.

Escribanía Ordiales, en Junín, encargada de confeccionar el acta de matrimonio civil entre Eva Duarte y Juan Domingo Perón en 1945. Enfrente se encontraba la casa de la familia Duarte. Actualmente es la sede del Tribunal de Trabajo.

La versión tradicional asignó a Eva Perón un papel decisivo en la movilización de los trabajadores que ocuparon Plaza de Mayo pero actualmente los historiadores coinciden que su intervención en esas jornadas fue muy limitado si es que tuvo alguna.25 En ese momento, Eva Duarte aún carecía de identidad política, de contactos en los sindicatos y de apoyo firme en el círculo íntimo de Perón. Los testimonios históricos son abundantes en señalar que el movimiento que liberó a Perón fue organizado directamente por los sindicatos en todo el país y la CGT.26

El periodista Héctor Daniel Vargas ha revelado que el 17 de octubre de 1945 Eva Duarte estaba en Junín, seguramente en la casa de su madre, y menciona como prueba un poder firmado por ella ese mismo día en esa ciudad. Al parecer podría haber llegado a Buenos Aires esa tarde.27

Como Perón había dicho en sus cartas, pocos días después, el 22 de octubre se casó con Eva en Junín. El acontecimiento ocurrió en la Escribanía Ordiales, que funcionaba en una casona que aún existe en la esquina de Arias y Quintana, en el centro de la ciudad. El escritorio utilizado para confeccionar el acta de matrimonio civil se encuentra actualmente expuesto en el Museo Histórico de Junín.

Dos días después se realizó la ceremonia de matrimonio católico en la iglesia de San Francisco, orden muy apreciada por Eva, en la ciudad de La Plata.

El Partido Peronista Femenino

Monumento a Evita, obra de Ricardo Gianetti, en Austria y Libertador (Bs.As.) en el lugar en que murió, donde estaba la casa presidencial.

En 1949 Eva Perón buscó incrementar la influencia política de las mujeres fundando el Partido Peronista Femenino (PPF), el 26 de julio en el Teatro Nacional Cervantes de la Ciudad de Buenos Aires. El PPF estaba organizado a partir de unidades básicas femeninas que se abrían en los barrios, pueblos y sindicatos canalizando la militancia directa de las mujeres.33

Las afiliadas al Partido Peronista Femenino participaban a través de dos tipos de unidades básicas:

Unidades básicas sindicales, si eran trabajadoras asalariadas

Unidades básicas ordinarias, si eran amas de casa, empleadas domésticas, trabajadoras rurales.34

En el Partido Peronista Femenino no había distinciones ni jerarquías entre los miembros.

El 11 de noviembre de 1951 se realizaron elecciones generales. Evita votó en el hospital donde estaba internada, debido al avanzado estado del cáncer que terminaría con su vida al año siguiente. Por primera vez resultaron elegidas parlamentarias: 23 diputadas nacionales, 6 senadoras nacionales, y si se cuentan a las legisladoras provinciales fueron electas en total 109 mujeres. 28

Igualdad jurídica en el matrimonio y la patria potestad

La igualdad política de hombres y mujeres, se complementó con la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida que garantizó el artículo 37 (II.1) de la Constitución de 1949, que nunca fue reglamentado. El texto fue directamente escrito por Eva Perón. El golpe militar de 1955 derogó la Constitución, y con ella la garantía de igualdad jurídica entre el hombre y la mujer en el matrimonio y frente a la patria potestad, reapareciendo la prioridad del hombre sobre la mujer. La reforma constitucional de 1957 tampoco reincorporó esta garantía constitucional, y la mujer argentina permaneció discriminada legalmente hasta que se sancionó la ley de patria potestad compartida en 1985, durante el gobierno de Alfonsín.

Relación con los trabajadores y los sindicatos

Busto de Evita, obra de ErminioBlotta en La Plata.

Eva Perón estableció una fuerte relación, estrecha y a la vez compleja, con los trabajadores y los sindicatos en particular, que la caracterizó.

En 1947 Perón ordenó disolver los dos partidos que lo sostenían, el Partido Laborista y la Unión Cívica Radical Junta Renovadora, para crear el Partido Peronista. De ese modo los sindicatos perdieron autonomía dentro del peronismo, aunque por otra parte este se constituyó con el sindicalismo como su «columna vertebral», lo que en la práctica implicó que el Partido Peronista tomara la forma de un partido cuasi-laborista.

En este esquema de poderes heterogéneos y muchas veces en conflicto que confluían en el peronismo, entendido como un movimiento abarcador de múltiples clases y sectores, Eva Perón ocupó un papel de vínculo directo y privilegiado entre Perón y los sindicatos, que les permitió a estos últimos consolidar una posición de poder, aunque compartido.

Por esta razón fue el movimiento sindical el que impulsó la candidatura de Eva Perón a vicepresidente, en 1951, candidatura muy resistida, incluso dentro del Partido Peronista, por los sectores que querían evitar un avance del sector sindical.

Evita tenía una visión sumamente combativa de los derechos sociales y laborales y pensaba que la oligarquía y el imperialismo actuarían incluso violentamente para anularlos. Consecuentemente Eva impulsó junto a los dirigentes sindicales la formación de milicias obreras y, poco antes de morir, compró armas que entregó a la CGT.35

La estrecha relación entre Evita y el sindicalismo quedó evidenciada a la muerte de aquella, cuando su cadáver embalsamado fue llevado de manera permanente a la CGT.

El discurso de Evita

Evita tenía un discurso llano y emocional.

Sus discursos, sumamente emocionales y de gran impacto popular, tuvieron la particularidad de apropiarse de términos peyorativos con las que personas de clase alta solían referirse a los trabajadores, para darles un significado elogioso, como hizo con el término "grasitas", diminutivo afectuoso de "grasa", modo despectivo frecuentemente utilizado para referirse a los sectores populares. Al igual que su esposo, Eva usaba habitualmente la palabra "descamisados" -originada en el término sansculottes utilizada en la Revolución Francesa- para designar a los trabajadores, término que se constituyó en un símbolo del peronismo y enfatizaba su propio origen humilde como forma de solidarizarse con los trabajadores.

El siguiente párrafo, incluido en Mi Mensaje, escrito poco antes de morir, constituye un ejemplo del modo en que Evita se dirigía al pueblo, tanto en sus discursos públicos como por escrito:

Todo lo que se opone al pueblo me indigna hasta los límites extremos de mi rebeldía y de mis odios, pero Dios sabe también que nunca he odiado a nadie por sí mismo, ni he combatido a nadie con maldad, sino por defender a mi pueblo, a mis obreros, a mis mujeres, a mis pobres "grasitas" a quienes nadie defendió jamás con más sinceridad que Perón y con más ardor que "Evita". Pero es más grande el amor de Perón por el pueblo que mi amor; porque él, desde su privilegio militar supo encontrarse con el pueblo, supo subir hasta su pueblo, rompiendo todas las cadenas de su casta. Yo, en cambio, nací en el pueblo y sufrí en el pueblo. Tengo carne y alma y sangre del pueblo. No podía hacer otra cosa que entregarme a mi pueblo. Si muriese antes que Perón, quisiera que esta voluntad mía, la última y definitiva de mi vida, sea leída en acto público en la Plaza de Mayo, en la Plaza del 17 de Octubre, ante mis queridos descamisados.

Evita insistía en criticar a lo que denominaba genéricamente "la oligarquía" -un término ya usado por los radicales en tiempos de Yrigoyen- que incluiría a la clase alta argentina, atribuyéndoles una posición promotora de la desigualdad social, así como al capitalismo y al imperialismo, terminología que coincidía con la que se utilizaba por entonces en el mundo sindical y los partidos de izquierda. Un ejemplo de ello es el siguiente párrafo de Mi mensaje:

Los dirigentes sindicales y las mujeres que son pueblo puro no pueden, no deben entregarse jamás a la oligarquía. Yo no hago cuestión de clases. Yo no auspicio la lucha de clases, pero el dilema nuestro es muy claro: la oligarquía que nos explotó miles de años en el mundo tratará siempre de vencernos.

Evita dando discurso el 1 de Mayo de 1951

Finalmente el discurso de Evita abundaba en elogios incondicionales a Perón y convocaba a apoyarlo sin reservas. La siguiente frase pronunciada en el acto del 1 de mayo de 1949 es un ejemplo de ello:

Sabemos que estamos ante un hombre excepcional, sabemos que estamos ante el líder de los trabajadores, ante el líder de la Patria misma, porque Perón es la patria y quien no esté con la patria es un traidor.

La investigadora Lucía Gálvez, refiriéndose a sus discursos observa:

Los discursos que le escribía Muñoz Azpiri hablaban, por un lado, del siglo del feminismo victorioso, para caer en seguida en lugares comunes parecidos a los de La razón de mi vida, destinados a exaltar la grandeza de Perón y la pequeñez de su mujer.58

El discurso de Evita tendió abiertamente a reivindicar los valores e intereses de los trabajadores y las mujeres. Por otro lado Evita utilizó un discurso emocional y socialmente muy polarizado, en una época en la que la polarización política y social fue extremadamente alta.

El padre Benítez decía que a Evita hay que juzgarla más por sus actos que por sus palabras: de hecho, consiguió el sufragio femenino y la participación de las mujeres en la política, objetivos perseguidos durante años por los socialistas y feministas.59

Uno de sus más recordados discursos acerca de la solidaridad y el trabajo social, fue pronunciado en el Puerto de Vigo, durante su gira internacional:

Solamente involucrándonos con el dolor, viviendo y sufriendo con los pueblos, cualquiera sea su color, raza o credo, se podrá realizar la enorme tarea de construir la justicia que nos lleve a la paz. Bien vale la pena quemar la vida en aras de la solidaridad si el fruto será la paz del mundo y su felicidad aunque ese fruto madure, tal vez, cuando nosotros hayamos desaparecido.

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