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Evolución De La Oratoria


Enviado por   •  7 de Abril de 2014  •  2.917 Palabras (12 Páginas)  •  513 Visitas

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EVOLUCION DE LA ORATORIA

La oratoria en la edad contemporánea: grandes oradores contemporáneos.

Si la edad moderna comprende desde la toma de Constantinopla hasta la Revolución Francesa (Fines del siglo XVIII), entonces diremos que la edad contemporánea corresponde a lo subsiguiente de la anterior hasta nuestros días.

Dijimos en anteriores oportunidades que la oratoria es el arte de hablar con elocuencia; de deleitar y persuadir por medio de la palabra.

Para aclarar lo dicho en pocas palabras, diremos que por elocuencia debemos entender aquella facultad de hablar bien y de modo convincente, gracias a la fuerza expresiva poseída por el orador, en todos sus aspectos tanto internos como externos; ahora bien debemos saber que, deleitar es causar placer o agrado en el ánimo o los sentidos de los oyentes y que persuadir significa convencer con razones a otra persona, es decir es el hecho de inducir a uno a creer o hacer algo.

En cuanto a estos aspectos diremos que la oratoria, como arte y la elocuencia como fuerza expresiva, van juntas, ya que no se posee el arte si no se tiene la fuerza vital de esta. Referente al deleite y a la persuasión ambos son consecuencias de las primeras, y es en estas donde estriba el éxito de los oradores. La causa es la facultad del orador y el efecto es la atención, entendimiento, comprensión, convencimiento y los ánimos conseguidos en los oyentes por parte del orador.

La oratoria se encuentra reflejada en el discurso, y el discurso en su conjunto ofrece una trilogía, la cual en el presente periodo, han sido tomados con más énfasis, ya que con ellos se pueden alcanzar los objetivos trazados y los efectos deseados.

El discurso es el razonamiento extenso dirigido por una persona a otra u otras, es la exposición oral de alguna extensión hecha generalmente con el fin de persuadir, y que ella como dijimos se encuentra conformada por tres aspectos que son: Tema o contenido del discurso, Orador y Auditorio.

En primer lugar, tenemos el contenido del discurso, el cual debe ser tejido en el telar de las experiencias, debe estar copado de detalles, ilustraciones, personificaciones, dramatismo y ejemplos en algunos casos; y todos estos expresados con términos familiares y concisos los cuales den la comprensión y el entendimiento adecuado; en donde lo que se quiere decir sea entendidos por todos.

Luego está el orador, el cual debe reunir los atributos adecuados (mentales, físicos y vocales), que contribuyen a vigorizar el discurso. Para tal cometido debe elegir temas por los cuales se siente convencido. Su atributo mental se refleja en copar toda la extensión de su disertación y saber limitarlo en los aspectos más importantes y sobresalientes.

En cuanto al factor físico, corresponde el hecho de dar mayor relevancia en la acentuación mediante los gestos correctos, todos ellos diremos nacidos del corazón, los cuales deben ser realmente sinceros y no fingidos como algunos lo tienen por costumbre, para alcanzar sus apetitos propios, egoístas y vanidosos.

La vocalización es otro atributo, debiendo ser este claro, seguro, vivaz, determinante y conciso.

Aquí se puede agregar un atributo más, el cual sería que todo orador debe estar preparado tanto psíquica, moral y espiritualmente. No debe poseer en su interior el deseo del engaño, ni beneficio enteramente propio, sino que debe ser un interés colectivo, debe sentir el agrado de dar a sus oyentes, en forma espontánea y verdadera las investigaciones realizadas.

Por último nos encontraremos con el auditorio, el objetivo al que se dirige el discurso y el árbitro decisivo del éxito o el fracaso del orador.

El fin del orador es que sea entendido en sus anchas todo lo que desea otorgar al auditorio, para tal cometido los términos usados deben ser de interés de todos los reunidos en dicha oportunidad, debe imperar un ambiente participativo y leal.

Al margen de esto, es necesario que el orador conozca a quienes tiene en frente, por tal motivo, a razón de ejemplo, debe interrogarse ¿cómo es mi auditorio?, ¿el tema que deseo serles partícipes, llegará a ellos y cómo lograr esto?, dichas interrogantes deben ser respondidas por él mismo realizando una investigación cuidadosa al respecto, pero no debiendo caer en una preocupación desmedida al respecto.

Clases de oratoria.

Introducción.- En esta ocasión, hablaremos sobre las clases de oratoria, para dicho cometido, tendremos como base y fundamento de investigación la Enciclopedia Universal Europea Espada-Calpe, Diccionarios Juridicos de Manuel Ossorio, Cabanellas, y otros, los cuales serán nombrados en su momento.

Oratoria Política.

Por razón de la gran variedad de asuntos que comprende, es el genero que más transformaciones recibe según las épocas, el auditorio y las circunstancias, y por lo mismo la que goza de una mayor libertad de forma y la que menos puede sujetarse a reglas.

En ningún otro género ofrece el discurso oratorio caracteres tan distintivos, porque las oraciones del púlpito se acercan ya más a las composiciones poéticas, como ya hemos apreciado en anteriores casos, como Roberspierre, Lincoln, y otros; mientras que la oratoria forense pertenece a las obras científicas.

En los encarnizados combates de los partidos y en las graves cuestiones de cuya resolución dependen la dignidad o la vida de las naciones, es donde se manifiesta con más evidencia el carácter apasionado de la oratoria política, pues nunca es más difícil, variables e inconstante el público que en las asambleas políticas.

La oratoria política exige conocimientos vastos y profundos, y más en los tiempos en que la ilustración y cultura se encuentran extendidas.

Además de un perfecto estudio de las cuestiones de política general y conocimientos técnicos en las diversas y complicadas ramas de las ciencias administrativas, debe el orador político conocer a fondo la historia, el modo de ser y sentir del pueblo a que se dirige la palabra.

La historia por tanto, cumple un factor determinante en la oratoria política, ya que el orador que fragüe planes para el porvenir, debe fundar su experiencia en la segura escuela de lo pasado.

Preparación Del Discurso.

En cuanto a su preparación, el discurso político difiere en muchos casos de todo otro linaje de discursos. No siempre es el mejor discurso político el que se prepara con mucho tiempo en la soledad del gabinete; pues sucede con frecuencia que donde lucen con mayor brillo las cualidades del orador

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