Felipe Escudero y Andrés Martínez

Felipe Escudero y Andrés Martínez, eran dos estudiante de ingeniería de procesos de la Universidad EAFIT, ellos laboraban en las tardes y en las mañanas estudiaban, Andrés por su parte era conductor del metro y Felipe trabaja en una funeraria, primero como conductor, hasta que por eventos laborales, le tocó comenzar a preparar los cadáveres de la funeraria donde trabajaba.

Andrés siempre fue emprendedor, comenzó haciendo gominas y champús en el garaje de su casa y con la amistad de Felipe comenzó a distribuir sus productos, estos no le dejaban muchas ganancias vendiendo a los conocidos, entonces decidieron ampliar el negocio, abriendo el mercado el salones de belleza donde reutilizaban los tarros que iban quedando vacios, aun así sus ganas de emprender no los llevaron al progreso económico. Esto los desanimó, pero juntos comenzaron a pensar en otras alternativas que los llevaran a crear su propia empresa.

En medio de sus cuestionamientos y basados en la experiencia de Felipe quien trabajaba con Formol; que es una sustancia toxica utilizada para la tanatopraxia (Conjunto de técnicas practicadas en un cadáver para conseguir detener, temporal o definitivamente, el proceso de descomposición) y quien además se veía afectado por su labor, estos dos jóvenes decidieron comenzar a trabajar en su proyecto emprendedor.

Luego de un año y medio de haber experimentado, fracasado, perseverado, reintentado, malogrado, estos jóvenes encontraron la formula para reemplazar el formol, su universidad obtuvo un convenio con el Tecnológico de Antioquia y allí pudieron llevar a cabo el experimento final con un cuerpo humano, ya que durante las practicas lo hacían con cerdos, su formula funcionó, durante el estudio el cuerpo permaneció 6 meses y aun conservaba una apariencia natural, el tecnológico avaló la formula y si pensamos que hasta acá llegan la historia, puesto les cuento que aquí comienza el calvario…

Felipe y Andrés pensaron en pedir ayuda de su universidad y los enviaron para donde el encargado de el programa de empresarismo quien después de escucharlos le dijo que debían comenzar por un plan de negocios, nuestros protagonistas mas bien un poco desinteresados en el tema y confiados por su formula innovadora, decidieron seguir empíricamente con su empresa.

Hicieron contacto con un hombre que estaba interesado en su producto, este hombre primero les propuso comprarles la formula, ellos no aceptaron, luego les ofreció un negocio, donde los ponía a trabajar y les pagaba un sueldo, pero la formula seguía siendo de los emprendedores y finalmente acordaron un contrato de exclusividad por dos año y un consumo mensual de 15 millones de pesos, estos finalmente aceptaron el negocio.

Dejaron el garaje de la casa de Andrés, se constituyeron como laboratorios SKUDMART, consiguieron un local y se dedicaron a su producto exclusivo para el doctor, el nombre del producto inicialmente fue Carus Corpus. Como regalo de navidad el doctor les informa que el negocio no anda bien y en su inocencia Escudero y Martínez deciden ayudar al hombre que los ayudó en principio. Cuando aun no se habían repuesto surge un gravísimo inconveniente, los llamaron de Tuluá para contarles que unos cuerpos se había descompuesto con sus productos, en medio de su investigación por aquel incidente detectaron que el doctor estaba dividiendo sus frascos de Arterial para sacarle mas ganancia al Carus Corpus, de esta forma entonces terminaron el contrato con el doctor.

Decidieron entonces ser independientes pero cuando comenzaron a ofrecer el producto se encontraron con la competencia del doctor quien además meses anteriores había patentado la marca Carus Corpus como suya. Los futuros ingenieros tomando contingencias crean una nueva marca Eternal Rest, se dedicaron a promocionar la marca, pero el mismo producto ya estaba posicionado como Carus Corpus, en su batallar, llegaron a la feria

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