Flores Cano

En el texto enrique Florescano nos presenta la funcionalidad de la historia y el para qué sirve estudiar historia a otra vez de los pensamientos de varios historiadores. El conocimiento histórico enseña que desde los tiempos más remotos los seres humanos se organizaron en tribu, grupos, pueblos y naciones dotadas de un sentimiento de solidaridad e identidad.

El historiador Robin G. Collingwood definió así los fines de la historia: “la historia es el auto-conocimiento humano. Conocerse a sí mismo significa conocer lo que se puede hacer, y puesto que nadie sabe lo que puede hacer hasta que lo intenta, la única pista que puede hacer el hombre para saber es averiguar lo que ha hecho. El valor de la historia, por consiguiente, consiste en que nos enseña lo que el hombre ha hecho y en ese sentido lo que es el hombre”. Estas palabras de Collingwood responden con economía la pregunta para qué se estudia la historia. El estudio de la historia es una indagación sobre el significado de la vida individual y colectiva de los seres humanos en el transcurso del tiempo.

Desde los tiempos más remotos los pueblos del territorio que hoy llamamos México acudieron al recuerdo del pasado para combatir el paso destructivo del tiempo sobre las fundaciones humanas; para tejer solidaridades asentadas en orígenes comunes; para legitimar la posesión de un territorio; para afirmar identidades arraigadas en viejas tradiciones; para sancionar el poder establecido; para respaldar con el prestigio del pasado vindicaciones del presente; para fundamentar en un pasado compartido la aspiración de construir una nación; o para darle sustento a proyectos disparados hacia la incertidumbre del futuro.

En todos estos casos la función de la historia es la de dotar de identidad a la diversidad de seres humanos que formaban la tribu, el pueblo, la patria, o la nación. La recuperación del pasado tenía por fin crear valores sociales compartidos, infundir la idea de que la nación o el grupo tuvieron un origen común, inculcar la convicción de que la similitud de orígenes le otorgaba cohesión a los diversos miembros del conjunto social para enfrentar las dificultades del presente y confianza para asumir los retos del porvenir.

Para el estudioso de la historia la inmersión del pasado es un encuentro con formas distintas, marcadas por la influencia de diversos medios naturales y culturales. Por esos rasgos particulares a la práctica de la historia puede llamársele oficio de comprensión.

El estudio del pasado nos obliga a trasladarnos a otros tiempos, a conocer lugares nunca vistos antes, a familiarizarnos con condiciones de vida, que difieren de las propias y de ese modo nos incita a reconocer otros valores y romper las barreras de la incomprensión fabricadas por nuestro propio entorno social.

Lo que el autor a mi punto de vista trato de mostrarnos mediante este texto la función de la historia en la humanidad,

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