Focos culturales en la Edad Media

La Edad Media histórica va de los siglos V al XV, sin embargo, la literaria, en Literatura castellana, no empieza hasta por lo menos el siglo XI o el XII, una vez que aparecen los primeros textos en castellano. Previo a dicha fecha, claro que hay ciertos textos conservados.

 Los primeros textos literarios en protorromance castellano son las jarchas, de mediados del siglo XI, que permanecen escritas en el dialecto denominado mozárabe, hoy desaparecido, que se hablaba en la España del Sur, dominada por los musulmanes, y que era una mezcla de árabe y castellano. A partir de entonces, a lo largo de los siglos siguientes, XII, XIII, XIV, hasta llegar al Prerrenacimiento (siglo XV), se generan textos en castellano cada vez en más grande número y se observa en ellos la prevalencia de los ideales caballerescos y religiosos.

 Focos culturales en la Edad Media

 los monasterios, herederos de la tradición grecolatina, más las catedrales y las incipientes universidades de fundación eclesiástica o real que comienzan a proliferar; un dicho latino mencionaba: "Claustrum sine armario, quasi castrum sine armamentario" ("Un claustro monástico sin biblioteca es como un campamento militar sin armas");

 las peregrinaciones a Santiago de Compostela (ruta jacobea), por medio de las cuales entraron en España las influencias francesas; Podríamos aumentar, como enorme foco cultural europeo, a la Orden de Cluny, que extendió por toda la cristiandad un modo de edificar monasterios, el cluniacense, que ha sido copiado en toda Europa.

 el románico, primero, y goticismo

 Esta mentalidad acongojada no entrará en crisis hasta por lo menos el siglo XIV. En obras literarias de aquel siglo, como de la obra de Buen Amor, del arcipreste de Hita, ya se amonesta un espíritu juvenilizado, burlón, con triunfas de vivir, sin miedos ni supersticiones, liberado de sus ataduras religiosas.

A enormes aspectos, tenemos la posibilidad de dividir el siglo XIX en 2 mitades: en la primera se generan las revoluciones liberales, o sea, el ascenso al poder político de la burguesía; en la segunda, la mayor parte de las revoluciones liberales han concluido victoriosamente. Durante el siglo XIX tenemos la posibilidad de diferenciar 2 monumentales períodos literarios: el Romanticismo (1ª mitad) y el Realismo (2ª mitad). El Romanticismo, con su mentalidad exaltada, idealista, corresponde al lapso en que la sociedad europea está inmersa en el proceso revolucionario. El Realismo, de espíritu más sosegado y pragmático, corresponde al lapso en que las revoluciones liberales ya han triunfado.

 En la primera mitad del siglo, la Filosofía se orienta hacia el idealismo, se valoran más que nada las fuerzas del espíritu y hay una gigantesca inquietud por la Historia (es la era de los nacionalismos). En la segunda mitad, se impondrá el positivismo, corriente filosófica que parte de los hechos observables.

 En este siglo se generan gigantes adelantos en el lote de la ciencia; entre ellos, cabe resaltar la teoría evolucionista de Darwin sobre los principios de los organismos vivos y los descubrimientos de Mendel sobre la herencia genética. En la segunda mitad del siglo crece el interés por las denominadas ciencias sociales, como la Psicología o la Sociología, que van a tener monumentales implicaciones en la literatura.

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