GLOBALIZACIÓN XENOFÓBICA

FORO EUROPEO

ESCUELA DE NEGOCIOS DE NAVARRA

MARCO ECONÓMICO GLOBAL

ANDREA CRUZ & CAMILA CHACÓN

GLOBALIZACIÓN XENOFÓBICA

Algunos la llamarán proceso de absorción, dominación o integración con adquisiciones desiguales de territorios, convirtiendo el globo en un sistema de desarrollo permanente y constante de actualización de leyes de mercado, valores culturales y estándares sociales. Hoy, más que nunca, hemos visto la necesidad de reconocer a los habitantes del mundo como seres de derechos, en igualdad de condiciones y oportunidades, en medio de un marco de dignificación social, como consecuencia de las limitaciones de los procesos étnicos de inclusión en la globalización. Sin embargo, es innegable que los procesos de apertura en respuesta a las nuevas necesidades económicas, políticas y legislativas siempre tenderán a desplazar a cierto grupo de personas que se sientan desvinculadas de sus raíces y desarraigadas de sus tradiciones; tradiciones de países que voluntaria o forzosamente se han visto envueltos en una dinámica competitiva con beneficios incluyentes o que totalmente los desligan del desarrollo conjunto global, por más o menos neoliberales que sean.

Es así, como la globalización se flagela en segmentos con la discriminación, como consecuencia de la desnacionalización de territorios, con falta de protección a los DDHH fundamentales. La tensión del conflicto de desprotección multiétnico resulta contraria al concepto de estado nación, que se asocia con el ideal de una democracia representativa de cultura hegemónica, con soberanía en un pueblo específico. El problema se genera cuando seres humanos con un mapa mental de previa construcción, culturalmente distinto y diverso, se ubican en un territorio desconocido e impropio, con falta de reconocimiento de su cultura e identidad, se presentan situaciones de agresión de distinta índole. La discriminación laboral, de género, el maltrato verbal o físico constituyen las muestras xenofóbicas de agresión más comunes; más aún, teniendo en cuenta que los conceptos de superioridad de raza, clase, estratificación socio-económica siguen cobrando mucha fuerza en países nacionalistas.

Al verse en un panorama de falta de oportunidades, el emigrante se desplaza a un país más industrializado, pero seguramente, menos humano, donde su calidad de vida “ se eleva” pero su dignificación de raza cada vez disminuye. En esta lucha de costumbres, formas de vida y hábitos, termina presionando a una parte para que tienda a cambiarlas y llegar a asimilar las nuevas características encontradas. Vale la pena mencionan que la imitación de estos patrones socioculturales, normalmente, implica la inserción, más no la aceptación del extranjero en el nuevo núcleo. Sin embargo, esto implica con auto-desconocimiento de su historia familiar y cultura, lo que conlleva la pérdida de una serie de tradiciones y knowhows de comunidades ancestrales útiles para combatir los restos de la globalización, para

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