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Heraclito


Enviado por   •  1 de Junio de 2015  •  1.012 Palabras (5 Páginas)  •  203 Visitas

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Heráclito

Heráclito de Éfeso (en griego: Ἡράκλειτος ὁ Ἐφέσιος Herákleitos ho Ephésios), conocido también como «El Oscuro de Éfeso», fue un filósofo griego. Nació hacia el año535 a. C. y falleció hacia el 484 a. C..

Era natural de Éfeso, ciudad de la Jonia, en la costa occidental del Asia Menor (actual Turquía). Como los demás filósofos anteriores a Platón, no quedan más que fragmentos de sus obras, y en gran parte se conocen sus aportes gracias a testimonios posteriores

La obra de Heráclito es netamente aforística. Su estilo remite a las sentencias del oráculo de Delfos y reproduce la realidad ambigua y confusa que explica, usando el oxímoron y la antítesis para dar idea de la misma.

Heráclito afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante. El ente deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa. Era conocido como «el Oscuro», por su expresión lapidaria y enigmática. Ha pasado a la historia como el modelo de la afirmación del devenir y del pensamiento dialéctico.

Es un filósofo presocrático, cuya preocupación fue encontrar la respuesta a la pregunta inicial del mundo, es decir buscaba la respuesta al ¿Por qué de lo existente? Llamado también “El Oscuro” debido a que sus pensamientos los transmitió a través de la escritura en la forma de aforismos (ideas sueltas, no discursivas), es decir no las transmitía bajo los parámetros de método alguno, por lo cual no se encuentran en orden, pensamiento a pensamiento.

Es conocido por ser el creador de la metáfora del río: “no podemos sumergirnos dos veces en el mismo río” fundamentando que en el mundo nada es estático, sino que todo tiene movimiento, el mismo que produce cambios en los seres que lo habitan. Se explica que no podemos sumergirnos en el mismo río porque cuando tratemos de volver hacerlo el agua ha transcurrido y por tanto cambiado, y de otro lado, quien trate de hacerlo también se ha afectado con este fenómeno natural del cambio. Heráclito buscaba el arjé, y al observar que en la naturaleza todo se encontraba en continuo cambio, advirtió que su misión debía ser la de buscar la ley del cambio, y que si lo encontraba, pues había hallado la respuesta a su constante pregunta.

En este sentido, Heráclito llegó a decir en sus Fragmentos (Sext. Adv. Math. VII 132, y Sext. VII 133) que la ley del cambio se explica a través del “Logos”, que no es otra cosa que la lucha de opuestos o contrarios, lo cual, a su vez, era clasificado en el Logos Manifiesto o naturaleza (lo que cambia y puede observarse), y el Logos Oculto o principio que no se puede ver (y que no cambia), en este último aspecto Heráclito halló la contradicción a su tesis.

No obstante ello, ejerció influencia en Platón, por lo que llegó a compartir la teoría del cambio expuesta por Heráclito al establecer la realidad sensible en su Teoría de las Ideas.

El mito de la caverna

Como su mismo nombre indica, esta es una historia mítica, una historia cargada de elementos mágicos para explicar una realidad. Su creador fue el filósofo griego Platón, el cual la desarrolló para exponer su teoría del conocimiento: cómo acceder desde nuestro mundo de cosas y objetos en el que vivimos al mundo de las ideas universales, esas ideas que harán que todos los hombres vivamos mejor. Para ser felices tenemos que saber qué es la felicidad, para ser buenos hemos de saber qué es el bien y para ser virtuosos, que es lo que perseguía verdaderamente, debemos saber qué es la virtud.

El relato está relacionado con la naturaleza humana: explica la situación del hombre y el cambio que este puede sufrir a través de una educación sólida.

El hombre encadenado en el interior de la caverna, es el hombre que pertenece a este mundo, al mundo de lo físico, el mundo de los objetos que nos rodean, que cambian, que desaparecen. Lo denomina así el mundo de las sombras o el mundo de las apariencias en el que nos movemos día a día.

Pese a que el hombre es esclavo de este mundo de sombras, su alma tiene por destino salir de este mundo, salir de la caverna hacia la luz para poder conocer el mundo verdadero, el mundo de las ideas universales que le permitirá ser virtuoso y feliz. Todo el relato está cargado de simbología: las sombras o mundo de los objetos físicos, la caverna representa la prisión que este mundo de lo físico crea en el alma humana, la luz es la realidad verdadera y universal y la liberación de los prejuicios para soltar al alma hacia el mundo verdadero.

Ese paso de una realidad a otra lo consigue el alma poco a poco, de forma gradual a través de la educación. Cuanto más conoce el hombre, más se aleja del mundo de las apariencias y más se acerca a la verdad. Sólo mediante el conocimiento de uno mismo se llega a purificar el alma de todos los prejuicios que tiene de otras vidas y podrá ascender a las ideas.

La Alegoría de la caverna (también conocida por el nombre de Mito de la caverna, aunque en realidad solo es una alegoría de intenciones pedagógico-filosóficas, no un mito, pues no aparece reflejado como tal en los escritos de Platón ni en ninguna otra obra antigua, ni siquiera entre los mitógrafos) es considerada la más célebre alegoría de la historia de la filosofía junto con la del carro alado. Su importancia se debe tanto a la utilidad de la narración para explicar los aspectos más importantes del pensamiento platónico como a la riqueza de sus sugerencias filosóficas.

Se trata de una explicación metafórica, realizada por el filósofo griego Platón al principio del VII libro de la República, sobre la situación en que se encuentra el ser humano respecto del conocimiento. En ella Platón explica su teoría de cómo podemos captar la existencia de los dos mundos: el mundo sensible (conocido a través de los sentidos) y el mundo inteligible (sólo alcanzable mediante el uso exclusivo de la razón).

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