Hipólito Yrigoyen

En el año 1916 con las elecciones del colegio electoral, ganadas por el radicalismo, comenzaban a notarse las divisiones en este bloque.

Surgieron distintos conflictos internos a raíz de las disputas por el manejo de la administración y el reconocimiento de los organismos del partido.

La figura a cargo del mandato fue Hipolito Yrigoyen un político argentino y el primer presidente electo democráticamente luego de la ley Saenz Peña. Este poseía una imagen sobria y austera, caracterizándose por ser enigmático en sus escritos, y acercarse a las clases populares.

Si bien consiguió llegar al gobierno a través de las elecciones, no poseía el poder ya que la mayoría de las bancas eran de diputados opositores.

En 1921 comenzaron las negociaciones para conseguir la próxima candidatura radical. Yrigoyen, a pesar de no estar completamente de acuerdo con el radicalismo de Marcelo Torcuato de Alvear, propuso su candidatura ya que poseía experiencia parlamentaria y diplomática, además de tener una extensa pertenencia al partido, con participaciones anteriores y lazos afectivos con el líder.

El 12 de octubre de 1922, finalmente Alvear logró ganar las elecciones de ese año.

Comenzó a demostrar autonomía de Yrigoyen al proponer una lista de ministros en la cual tan solo uno de ellos tenía relación con el líder.

Esto provoco una gran desconformidad por parte de Yrigoyen y todos sus seguidores generando una grieta en el partido hacia el año 1924.

Por una parte estaban los personalistas o yrigoyenistas, que se auto definían como los intérpretes del carácter popular, revolucionario, transformador y americanista del radicalismo. Veían a los antipersonalistas como una porción conservadora impulsada por quienes no eran verdaderamente radicales. Cuya estrategia era mantener la provincia de buenos aires.

Por otra parte estaban los antipersonalistas quienes se caracterizaban por seguir a Alvear, que se manifestaba en contra de la política personal y directa de Hipolito Yrigoyen. Sus principales referentes fueron

-Vicente Gallo

-Leopoldo Melo

-Lecinas de Mendoza

-Laurencena

Apoyaba una forma de gobierno aristocrática, y buscaba construir el auténtico radicalismo.

Las diferencias entre ambos grupos se agudizaban a medida que pasaban los años. Para 1928 las figuras de ambas facciones presentaron elecciones por separado. El resultado de las mismas fue la victoria del caudillo Hipolito Yrigoyen, quien obtuvo el doble de los votos que todos los demás partidos reunidos. Cada vez mas se confirmaba la teoría que el nuevo presidente era el líder de las mayorías populares, lo que muchos creían que era la principal causa de su triunfo.

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