Hisotpria De Cuento

Por qué tener que llegar a este punto?,¿Cuántas cosas tuvieron que pasar para que yo llegara hasta este momento, tan extremo?

Tantas cosas se piensan en un momento, ¿pero que fue la causa de esto?. Para que esas respuestas nos lleguen con tanto dolor e ira a la vez. Tal vez un recuerdo de infancia, algo que nos pasó hace poco, o hace un segundo.

Mi historia no es nada fácil de contar, pero ya es momento de que todos sepan aquel dolor que me come por dentro y que he sentido tantas veces.

La infancia, es sin duda la mejor etapa de la vida, pero la mía no fue así.

Yo nací en un rancho Llamado” las castañas”, no la habitaba tanta gente como parecía en realidad, era un rancho pequeño pero muy lindo en realidad, contaba con una cascada, el agua tan cristalina corría libremente, “libremente “esa palabra en verdad la añoraba, solo quería poder ser libre como el agua, pero no podía por un simple hecho Deimon Burgor, mi padrastro.

Él era una persona en realidad muy difícil y le tenía un pánico espantoso, el solo hecho de verlo en verdad me daba miedo, era alto, con una mirada muy profunda, que al verlo tus ojos y los de él se perdían en la oscuridad, de su gran maldad.

Mi padre había muerto 4 años antes, mi mamá en verdad lo amaba con locura, creo que en realidad fue su más grande amor. El murió de cáncer en el cerebro, cuando lo supo no pudo resistir lo ocurrido así que mejor se suicidó, como todo un cobarde.

Dos años después, mí mama Helen Costa, conoció en un bar a Deimon, no es precisamente la cita perfecta pero así era mi mamá muy extrovertida y rara con sus gustos. Un año, solo un año paso para que mi mamá trajera a vivir a nuestra casa a ese monstruo, ella en verdad no lo conocía, no como yo.

Mi mamá, ella en verdad era muy hermosa, su cabello rubio caía hasta su cadera, con unos chinos interminables, que eran como caideles, aquellos ojos llenos de bondad y amor que nos daba día a día a mí padre y a mi, era de estatura media y le encantaba pintarse los labios de color rojo.

ella hace 12 hrs.

El despedirla en verdad fue muy difícil para mí, ya que era la única persona que me quedaba, no tenía a nadie de mi familia, mi papa estaba muerto al igual que mi madre, y la única familiar que me quedaba era mi tía Sonia, que vivía en la ciudad, en pocas palabras yo estaba muerta en vida.

Al entierro asistieron solo amistades, de mi mamá y de Deimon, los más estimados. Fue algo sencillo, ya que no éramos una familia adinerada.

Yo tengo 16 años, pienso que en la vida debe de haber algo más que el solo sufrir, que los cuentos tal vez en ocasiones si se hacen realidad y que los príncipes están ahí, junto a nosotros solo hay que encontrarlos, para poder recibir aquel beso de amor.

Mi pelo es rubio como el de mi madre, con los mismos risos, pero el mío no es tan largo y hermoso como el de ella, mis ojos son café oscuro, soy pequeña, pero eso no importa, cuando se lo que quiero, y lo que quiero lo tengo perfectamente analizado, al igual que a mi objetivo.

A la mañana siguiente, solo quería desayunar ya que con los preparativos del funeral no me había estado alimentando muy bien.

-hola Natalie.

-hola Deimon.

-¿Cómo estás?.

-¡no seas hipócrita, ni que te importara lo que en realidad me pasa!.

-tan amable como siempre, ¿verdad Natalie?.

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