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Historia De La Aduana


Enviado por   •  18 de Noviembre de 2013  •  5.608 Palabras (23 Páginas)  •  369 Visitas

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SU ORIGEN

La Aduana Argentina es la institución más antigua del país. Su origen se remonta a los tiempos de la conquista y colonización española. Existen antecedentes históricos que señalan que los primeros derechos aduaneros en tierras del Plata fueron establecidos en la “Capitulación” celebrada entre Carlos V y Don Pedro de Mendoza para la conquista del Río de la Plata. Por Real Cédula del 19 de julio de 1534, se establecía la exención del pago de derechos de todos aquellos bienes que llevaran consigo los colonos y pobladores, siempre que lo introducido fuera para uso personal y provisión de sus viviendas, anulándose el privilegio en caso del cambio de destino de la mercadería a introducir.

El 3 de febrero de 1536 y según lo describe muy bien el Dr. J.M. Converset, arriban a estas costas las naves de la Armada de Don Pedro de Mendoza autorizado por el Rey Carlos V a “entrar en el dicho río de Solís que llaman de la Plata” y “conquistar y poblar las tierras y provincias que hubiese en las dichas tierras”. Fue una empresa de carácter predominantemente militar. Se lo autorizó a fundar “hasta tres fortalezas….” para “guarda y pacificación de la dicha tierra”. No se lo facultó para fundar “ciudades”. Así, sobre la costa occidental encontraron un riacho, si bien angosto, con noble profundidad. Era el lugar ideal. Allí podrían entrar con comodidad, incluso las naves de gran calado. Fácil sería repararlas y seguir luego la empresa.

Es así como nació en los primeros días de febrero, en el lugar que por lo dicho llamarían “Riachuelo de los navíos”, el “real” (fortaleza-puerto) de “Santa María del Buen Aire” y que posteriormente fuera reconocido como “Puerto de Nuestra Señora de Santa María de buen ayres” (SIC de los originales), mal llamada Primera Fundación y que no fue una ciudad.

D. Pedro de Mendoza había llegado investido con el título de Adelantado, Gobernador, Capitán General de las Provincias del Río de la Plata y Alguacil Mayor. Por lo tanto habría sido la primera autoridad que ejerció funciones aduaneras y policiales en la fortaleza – puerto.

Según la mayoría de los historiadores, si bien la actividad aduanera, como entidad recaudadora y proveedora de recursos económicos, existió en forma elemental desde aquel primer asentamiento, la puesta en funcionamiento de la Aduana en el Río de la Plata se corporizó con más poder durante la autentica fundación, llevada a cabo el 11 de junio de 1580 por Don Juan de Garay, con el nombre de “Ciudad de la Trinidad” (SIC del original).

Fundada ya la nueva ciudad, Juan de Garay, en nombre de su Majestad Real, y en virtud de los poderes y comisiones que de su persona real tenía, era el encargado de nombrar y proveer de los correspondientes títulos a los distintos funcionarios que debían secundarlo en las diversas tareas de gobierno. Así pues, instalada ya la Aduana con el nombre de “Aduana y Registro”, Garay pone en funciones al criollo D. Diego de Olabarrieta, escribano, alcalde, y uno de los primeros pobladores de Buenos Aires, en su nuevo cargo de Receptor de Rentas Aduaneras de la ciudad de Buenos Aires.

El desembarco de mercaderías arribadas en la carabela “Nuestra Señora del Rosario” el 1° de junio de 1586, al mando del Capitán Alonso de Vera y Aragón y con carga procedente de las costas del Brasil, constituyó el primer registro oficial que se conserve de una operación de importación, se trataba de mercaderías esenciales, acordes a las necesidades primordiales de una aldea.

Este hecho histórico establece como Día de la Aduana el 1º de junio de cada año por Resolución 794, suscripta por el entonces Interventor de la Dirección Nacional de Aduanas, Capitán de Navío (R.) Mario R. Paillas y publicado en la Circular Especial N° 169, de octubre 16 de 1962.

En cuanto a antecedentes que dan cuenta de la primera exportación, la misma data del 2 de septiembre de 1587, cuando zarpó con destino a los puertos del Brasil la carabela “San Antonio”, conducida por el Capitán Antonio Pereyra, transportando frazadas, sombreros, sobrecamas y otros artículos artesanales oriundos de la región.

EN EL VIRREINATO

LA ADUANA DE BUENOS AIRES

En un principio, el inmenso territorio americano controlado por los españoles se dividió en dos jurisdicciones llamadas virreinatos: el de Nueva España, creado en 1534, y el de Perú, fundado en 1544; y dos capitanías Generales, la de Yucatán (1542) y la de Nueva Granada (1564). Pero los territorios a administrar seguían siendo muy extensos y difíciles de controlar y la corona española decidió subdividirlos y crear nuevos virreinatos y capitanías. Así, la Capitanía de Nueva Granada se transformó en Virreinato; se creó el Virreinato del Río de la Plata y las Capitanías de Chile, Cuba, Venezuela y Guatemala.

Durante muchos años el desarrollo de la actividad aduanera estuvo ligado al lento crecimiento poblacional de la región del Plata que registraba una escasa actividad comercial y reducida recaudación.

El monopolio comercial impuesto por la metrópoli durante el siglo XVI afectó seriamente al Río de la Plata porque priorizaron las rutas de las colonias proveedoras de metales preciosos. Para modificar esta situación, combatir el contrabando y controlar más poderosamente al Atlántico Sur, aprovechando también que Inglaterra estaba ocupada en la guerra de independencia de sus colonias, el Rey Carlos III de España, por Real Cédula del 1° de agosto de 1776, decidió crear el Virreinato del Río de la Plata con capital en Buenos Aires; Virreinato que quedaría integrado por las gobernaciones de Buenos Aires, Paraguay, Tucumán, Cuyo, Potosí, Charcas, Cochabamba y La Paz.

Los Virreyes eran los representantes directos del Rey en América y eran los funcionarios más poderosos de estas tierras. El primer Virrey en el Río de la Plata fue Pedro de Cevallos, un experimentado jefe militar español que había sido gobernador de Buenos Aires.

Pedro de Cevallos, el 6 de octubre de 1777 daba el primer paso al gran cambio, y autorizaba a que Buenos Aires comercializara libremente sus productos con los Virreinatos del Perú, Nueva España, Nueva Granada y Guatemala. La medida fue confirmada y ampliada por la Real Cédula del 2 de febrero de 1778, por la cual Buenos Aires se incorporó al libre comercio con España y comenzó así su reactivación comercial.

Abierto entonces el puerto de Buenos Aires al comercio directo y libre con numerosos puertos de la Península, se hacía imperiosa la necesidad de organizar una institución administrativa que cuidara la percepción de las rentas: La Aduana. Así entonces,

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