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INVASION DE ESTADOS UNIDOS A AFGANISTAN

ruddycervantes3 de Febrero de 2013

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AFGANISTAN

La historia del pueblo afgano es una larga historia de luchas y desencuentros. Aquella zona del planeta fue una de las más prósperas y ricas, con gran proliferación de la cultura y económicamente estable como una parte importante de la llamada «Ruta de la seda».

La ruta de la seda

Era una red de rutas comerciales entre Asia y Europa que se extendía desde Chang'an (actualmente Xi'an) en China, Antioquía en Siria y Constantinopla (actualmente Estambul, Turquía) a las puertas de Europa y que llegaba hasta los reinos hispánicos en el siglo XV.

Con el nombre de Ariana este territorio formó parte del Imperio persa-aqueménida para pasar, más tarde, a ser parte del reino helenístico de la Bactriana y posteriormente al imperio Kushan. Será en 1747 cuando se establece el Estado del Afganistán que, como ya apuntábamos, parece estar marcado por el sino de la inestabilidad y sufrirá sucesivas invasiones y presiones de potencias extranjeras. Desde 1837 hasta 1919 el país estará sometido a la influencia británica de la que logra desembarazarse a resultas de la Guerra Anglo-Afgana con la que obtiene la independencia del Reino Unido.

Final : Como consecuencia de más de 25 años de guerra y una paz que parece no llegar, Afganistán se ha convertido en uno de los países más pobres y desolados de la Tierra.

“Gran Bretaña en Afganistán. La primera guerra anglo-afgana: 1839-1842 (1892)"

Tras casi dos décadas de anarquía en Afganistán, Dost Mohamed se impone en el tono de Kabul en 1826 y comienza a mantener contactos con Rusia. Ante la intranquilidad de Gran Bretaña, el nuevo gobernador General de la India, lord Auckland, envía un emisario a Kabul para atraerle hacia su esfera de influencia. Tras el fracaso de las negociaciones, Gran Bretaña firma un tratado tripartito con el derrocado monarca, el sha Shuja, y Ranjit Singh, gobernador del Punjab, para restablecer al primero en el trono de Kabul. De esta manera, se aseguraría un Estado "amigo" que sirviese de colchón ante una posible agresión por parte de Rusia hacia dominios británicos. Un ejército anglo-índio de la Compañía de las Indias Orientales entra en Afganistán, dando lugar a la primera guerra anglo-afgana.

¿Por qué Invaden a Afganistan? El interés principal que impulsaba a rusos y después soviéticos a extenderse hacia Afganistán era su búsqueda de un corredor terrestre hacia el Océano Indico que permitiera a este inmenso país disponer de un puerto abierto de forma permanente a los océanos. Gran Bretaña se opuso a este designio expansivo porque temía que la presencia rusa en el océano índico.

Su posición estratégica ha hecho que el país sea propenso a la invasión extranjera. Durante la segunda mitad del siglo XX ha permanecido como un estado feudal. Sin embargo, este remoto país atrapado en las cadenas feudales y la superstición, ha caído inevitablemente bajo la presión del mundo moderno

Invasión Soviética a Afganistán

La Invasión soviética de Afganistán, también conocida como Guerra Afgano-Soviética, fue un conflicto armado de nueve años de duración que implicó al Ejército Rojo, juntamente y en apoyo al gobierno prosoviético del Partido Democrático Popular de Afganistán (PDPA) contra los fundamentalistas islámicos insurrectos, autodenominados muyahidines. Estos últimos encontraron ayuda de una gran variedad de fuentes, incluyendo los Estados Unidos, Arabia Saudita, Pakistán y otras naciones musulmanas, en el contexto de la Guerra Fría. Este conflicto fue simultáneo a la Revolución iraní de 1979 y a la Guerra Irán-Iraq.

La Guerra Afgano-Soviética se recuerda como el Vietnam de la URSS (Union de Republicas Sovieticas Socialistas) por su alto coste en vidas y económico; y por lo estéril de los resultados,

A pesar de haber perdido el apoyo de su gran aliado, el gobierno del PDPA se mantuvo en el poder hasta 1992, año en el que fue derrocado por la resistencia nacionalista y fue reemplazado por un gobierno de unidad nacional peligrosamente débil que preludió la aparición de los talibanes.

La invasión soviética transformó en forma decisiva a Afganistán, que pasó de ser un remoto puesto de avanzada a un teatro clave en la rivalidad de la Guerra Fría. La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos no había previsto la invasión y el gobierno del Presidente Carter la consideró una verdadera afrenta.

Los motivos de los soviéticos eran insondables, y el Presidente Carter estimó que la invasión colocaba a la URSS en posición de interrumpir el flujo de petróleo desde el Golfo Pérsico, lo que constituía “la amenaza más grave a la paz mundial desde la Segunda Guerra Mundial”. La respuesta de la administración Carter y de la administración Reagan que la sucedió fue armar a grupos de oposición a la Unión Soviética, con el fin de dar a entender que esa invasión era inaceptable en el plano internacional. Este enfoque tuvo buenos resultados y los soviéticos terminaron por retirar sus fuerzas en 1989, pero generó consecuencias no previstas ni deseadas.

La invasión de Afganistán por los soviéticos creó un entorno político profundamente paradójico. La presencia de las fuerzas soviéticas parecía ser suficiente para sostener el Estado afgano, pero su fuerte dependencia del apoyo soviético para su supervivencia limitó su capacidad de ganarse un apoyo normativo generalizado. Así pues, el apoyo soviético no ofrecía una estrategia para un régimen sostenible y duradero, sino un sistema de soporte de vida y, cuando éste dejó de existir a fines de 1991, el régimen comunista en Kabul se derrumbó con rapidez. En efecto, el Estado afgano como estructura autónoma para la extracción y la movilización de recursos se desintegró tras la invasión soviética; la magnitud del problema se disimuló por largo tiempo gracias a las subvenciones de la URRS pero, cuando éstas desaparecieron, el régimen se desintegró. Sin embargo, lo que permitió este cambio fue la resistencia generalizada al régimen comunista en Afganistán. Los dirigentes soviéticos tal vez esperaban ganarse algún reconocimiento por haber derrocado al odiado Amin, pero el reemplazante que designaron, Babrak Kamal, era despreciado por todos; quienes tenían un sentido profundo de la historia del país decían que era un segundo Shah Shuja. El entorno distaba de ser promisorio para Karmal, quien demostró ser un dirigente mediocre.

Retirada de la URSS

Finalmente, la Unión Soviética retiró sus fuerzas de Afganistán. Para el nuevo grupo en el poder, liderado por Mikhail Gorbachev (que asumió como nuevo secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética en marzo de 1985), la intervención soviética en Afganistán no ofrecía interés alguno. En el 27° Congreso del Partido, celebrado en febrero de 1986, Gorbachov se refirió a Afganistán como “una herida sangrante” (krovotochashchaia rana), y el 5 de mayo, Babrak Karmal fue desplazado del cargo de secretario general del Comité Central del PDPA en favor del Dr. Najibullah, que había dirigido la policía secreta del régimen entre1980 y 1985. El 13 de noviembre de 1986, el Politburó soviético decidió retirar las fuerzas de la URSS por un período de dos años. Alentó a Najibullah a que intentara fortalecer la base de su régimen apelando a la “reconciliación nacional”, pero las heridas causadas por la guerra eran demasiado profundas y, como se señaló en un análisis, su pasado en la policía secreta “determinó su inexorable exclusión como arquitecto de la reconciliación nacional”. Gracias a los suministros de material soviético, Najibullah logró sobrevivir a la retirada de las fuerzas soviéticas en 1989 pero, como se vio después, su continuidad dependía de los recursos provistos por la URSS, que utilizaba para comprar la lealtad de los actores clave en diversas partes del país. No bien desapareció esa fuente de recursos, su régimen empezó a desintegrarse, mientras los actores claves se iban reposicionando. En abril de 1992, se produjo su caída definitiva

Consecuencias

Teniendo como consecuencia la aún mayor desestabilización de la situación política de la Unión Soviética en un momento en la cual estaba próxima su desintegración.

Esta invasión tuvo otras consecuencias, muy significativas. Por ejemplo, casi 60 países se negaron a presentarse en los Juegos Olímpicos de 1980 celebrados en Moscú y en el período de la invasión, centenares de miles de afganos buscaron refugio en los países limítrofes. Se llevó a cabo una feroz resistencia contra los rusos en las cordilleras afganas.

Las consecuencias de la guerra en Afganistán fueron profundamente devastadoras. Entre 1978 y 1987, murieron, en promedio, más de 240 afganos por día durante diez años, lo que equivale a un nivel de víctimas cincuenta veces superior al registrado en 2010. Este elevado nivel de mortalidad se vio acompañado de estremecedores crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos, así como de desplazamientos de población y migraciones forzadas masivas y duraderas que dieron lugar a problemas sociales de largo plazo. De una población asentada estimada antes de la guerra en 13,05 millones de personas, para principios de la década de 1990 unos 6,2 millones vivían en el extranjero como refugiados, mayormente en Pakistán e Irán. Los campamentos de refugiados en Pakistán resultaron ser espacios ambiguos, que no sólo protegían a refugiados vulnerables sino también albergaban a combatientes y que, ulteriormente, se transformaron en un terreno propicio para el crecimiento del

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