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Imperio Romano


Enviado por   •  17 de Mayo de 2014  •  4.020 Palabras (17 Páginas)  •  188 Visitas

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Roma.

Cuando los romanos conquistaron a los griegos, en un proceso que abarcó del siglo IV al II a.n.e., a su vez se vieron subyugados por la cultura helénica; sin embargo, no fue generalizada la aceptación; en Roma surgieron voces en contra, ya que el influjo helénico se veía como una amenaza a sus tradiciones. Pero el helenismo se impuso y los romanos asimilaron la cultura griega, sólo que le imprimieron su propio sello. Lejos estuvieron los romanos de ser meros imitadores de lo griego, pues recibieron influencias de otras culturas, primero de los etruscos y posteriormente de pueblos orientales, que se integraron a la cultura latina, de lo cual resultaron combinaciones interesantes.

En la historia romana se distinguen tres periodos principales: la monarquía, la república y el imperio. Los dos últimos se han subdividido y la cronología se ha establecido, ya sea según la tradición o con fechas propuestas posteriormente. Como sucede frecuentemente en la historiografía, las fechas de la historia romana son cortes en gran medida arbitrarios pero necesarios para estudiar los procesos. Por lo anterior es menester considerar los cortes cronológicos como meras aproximaciones.

(Rueda, 2009)

La monarquía romana

La península itálica fue poblada a partir de una serie de oleadas migratorias que se realizaron en distintos tiempos y que tuvieron diferente origen, algunos resultan conocidos como el de los griegos (procedentes de la Hélade), o el de los pueblos italiotas (indoeuropeos), pero otros son de origen desconocido, como los etruscos.

El origen del pueblo romano es un tema polémico, ya que hay distintas versiones pues los escritores antiguos mezclaron los hechos históricos con mitos y leyendas, en tanto que a partir de la arqueología se han construido otras explicaciones. La versión tradicional, recogida por el poeta Virgilio en la Eneida, señala que al terminar la guerra de Troya, el héroe Eneas (hijo de Venus), salió huyendo y después de pasar por diversos lugares llegó al Lacio. Ahí se unió con la hija del rey Latino y gobernó en una nueva ciudad, Lavinia. Entre sus sucesores hubo dos hermanos, Rómulo y Remo, quienes de pequeños habían sido arrojados al río Tíber por un tío que usurpó el trono, y que habían sobrevivido al ser amamantados por una loba y posteriormente recogidos por un pastor y su esposa. Al crecer, los jóvenes se dieron cuenta de su noble origen, recuperaron el trono que les correspondía y decidieron fundar una nueva ciudad. Pero surgió entre ellos la rivalidad y Rómulo mató a Remo, convirtiéndose en rey de la nueva ciudad, que en adelante sería conocida como Roma. Versiones antiguas se referían a la Roma cuadrada, como el núcleo más antiguo de población, en el monte Palatino, y otra posterior se refería a la “ciudad de las siete colinas”.

La arqueología, en cambio, señala que la ciudad tuvo un proceso de formación paulatino. Todo indica que los núcleos de población más antiguos, con una cultura neolítica, se asentaron en el monte Palatino y gradualmente se poblaron las colinas cercanas. En el siglo VIII a.n.e. Roma no existía como ciudad, sino que había una serie de aldeas con habitantes de origen sabino y latino. Por estos tiempos llegaron a la zona los etruscos, quienes habitaban en el norte de la península. Los etruscos, organizados en una confederación de reinos, extendieron su dominio hacia el sur, al Lacio y a la Campania, de modo que la población de la zona que se convirtió en Roma fue conquistada. Los pueblos que participaron en la formación de Roma fueron los etruscos, los latinos y los sabinos. Curiosamente, los romanos nunca admitieron el dominio que los etruscos ejercieron en Roma durante un tiempo.

Del primer periodo de la historia romana se conservaron los nombres de siete reyes: Rómulo, Numa Pompilio, Tulo Hostilio, Anco Marcio, Tarquino Prisco, Servio Tulio y Tarquino el Soberbio. Las noticias sobre los primeros cuatro son inciertas y a los tres últimos se les ha identificado como etruscos. Durante la monarquía, Roma se convirtió en un Estado gobernado por un rex con poderes centralizados (semejante al de los reyes etruscos). A su lado, había un senado, consejo compuesto por los patres, jefes de las familias patricias o nobles. En la medida en que el poder real se consolidó, el senado quedó subordinado; también se organizó un ejército dividido en centurias y se establecieron los colegios sacerdotales, los principales ritos públicos (de carácter etrusco, como los augurios), un calendario y se construyeron templos bajo los cánones etruscos. Las versiones tradicionales hablan de una política que admitía extranjeros (peregrini), que pobló la zona y favoreció el poder de los etruscos. Asimismo, se construyeron obras comunales como la Cloaca Máxima (aún existente), murallas y fosos. Las crónicas se refieren a las guerras que los romanos sostuvieron con otros pueblos y en la mayoría de los casos se registran victorias romanas. Sin embargo, no hay que olvidar que era una etapa de expansión etrusca y que por lo menos durante un tiempo dominó Roma.

La sociedad romana del periodo monárquico estaba estructurada, a semejanza de los etruscos y los griegos, en torno a la gens o grupo familiar amplio, sólo que unas cuantas familias de patricios eran poseedoras de las mejores tierras y frente a ellos, los demás, los plebeyos, estaban subordinados. La gens romana durante la monarquía tenía un jefe, el pater, quien tenía la autoridad absoluta sobre cualquiera de sus miembros. Las familias patricias podían adoptar extranjeros, que quedaban en calidad de clientes y tomaban el nombre familiar. La agricultura era la base de la economía, pero bajo los auspicios de los etruscos se desarrollaron la artesanía y el comercio.

El final de la monarquía tiene una historia legendaria como la de su origen. En este caso se trata de una violación que el hijo del rey Tarquino el Soberbio cometió supuestamente en la persona de Lucrecia, esposa de un noble y mujer reconocida por su virtud. Según la tradición, la familia de Lucrecia y sus amigos más cercanos vengaron a la joven, que se había suicidado por la vergüenza, levantando al pueblo en contra del rey y su familia. Con estos hechos concluiría la monarquía y se iniciaría la república. Sin embargo, más allá de esta tradición se sabe que efectivamente los tarquinos fueron expulsados de Roma y que intentaron infructuosamente recuperar el poder. Las fuentes romanas no son muy claras, pero todo indica que se dio un proceso de transición entre las instituciones monárquicas y las republicanas.

La república romana

Cuando concluyó la monarquía se inició un periodo de transición económica, social y política.

Ante la supresión del poder del rey, el senado se fortaleció y paulatinamente se

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