LA GRAN TRANSFORMACION POLITICA COLOMBIANA EN LA DECADA DE LOS 90.

TRANSFORMACION POLITICA COLOMBIANA EN LA DECADA DE LOS 90.

Data el año de 1989 en la fría y austera capital colombiana, época marcada por el terror impartido por el recordado y odiado Pablo Escobar y un sinfín de grupos más dedicados al narcotráfico, quienes demostraron con sus acciones terroristas que la legislación constitucional y penal que regía al país no era lo suficientemente fuerte como para garantizar la hoy llamada “Seguridad democrática”, dado que en este momento nuestra nación estaba constituida como un Estado de Derecho, que protegía los intereses del mismo pero que desplazaba a los ciudadanos a un lugar inferior donde sus derechos no eran contemplados como fundamentales, y la clara muestra de esto es la Constitución política de 1986, que en su preámbulo planteaba:

“En nombre de Dios, fuente suprema de toda autoridad, los Delegatarios de los departamentos de Colombia, Antioquía, Bolívar, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Magdalena, Panamá, Santander y Tolima, reunidos en Consejo Nacional Constituyente. Vista la aprobación que impartieron las Municipalidades de Colombia a las bases de Constitución expedidas el día 1º de diciembre de 1885;Y con el fin de afianzar la unidad nacional y asegurar los bienes de la justicia, la libertad y la paz, hemos venido en decretar, como decretamos, la siguiente: CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA”.

El suceso que evidencio la emergente necesidad de cambio, fue sin duda alguna el magnicidio (definido por la RAE como: “Muerte violenta dada a persona muy importante por su cargo o poder”) del candidato presidencial Luis Carlos Galán Sarmiento, hecho ocurrido el 18 de agosto de 1989 cuando se disponía a dar un discurso en la plaza central del municipio de Soacha, Cundinamarca. La conducta punible fue atribuida a Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha, al ex político Alberto Santofimio Botero y al general retirado Miguel Maza Marques que fue condenado en las últimas horas a pagar la pena privativa de la libertad durante los próximos 30 años. Este hecho desencadeno que el presidente del momento Virgilio Barco declarara el Estado de sitio (régimen de excepción) y expidió el decreto 1830/89 que aprobaba que la extradición fuese desde ese momento un mandato ejecutado por vía administrativa.

Posteriormente en Diciembre del mismo año, el presidente Barco decide convocar a un referendo extraordinario para aprobar los acuerdos de paz realizados con el grupo al margen de la ley Movimiento 19 de abril, más conocido como M-19, y comprobó una vez más que la presión terrorista hizo declinar la voluntad del gobierno.

Las siguientes elecciones se aproximaban, y en ellas se escogerían a senadores, representantes a la cámara, asamblea departamental, Juntas administradoras locales, Concejales municipales y alcaldes, y fue esta la perfecta ocasión para que un particular pero luchador grupo de estudiantes de universidades públicas y privadas impulsaran la propuesta de incluir un voto adicional en los mencionados comicios para que el pueblo exclamara si deseaba o no la conformación de una asamblea nacional constituyente como mecanismo de reforma constitucional a la vigente pero ya obsoleta Constitución política del 86. Así que iniciaron una importante movilización para lograr la inclusión de la “séptima papeleta” en los sufragios que cada vez estaban más cercanos; Este grupo estaba liderado y conformado por los siguientes jóvenes: Alfonso López Michelsen, Roselly Martínez, Fernando Carrillo Flórez, Wilson Abraham García , Oscar Ortiz, Alfonso Parra, Cesar Torres, Christian Fernando Albornoz Chaparro, Carlos Arturo Cuadros, Carlos Felipe Vargas, Huelgos, José Rory Forero, Claudia López, Fabio Villa, Alejandra Barrios; Ximena Palau, Patricia Ramírez Ardila, Pedro Viveros, Alexandra Torres, Mauricio Forero, Ricardo Insuasty, William Castaño,Jeisson Echeverria, Oscar Sánchez, Diego López, Gustavo Salazar, Carlos Caicedo, Oscar Guardiola, Catalina Botero, David Augusto Peña, Carlos Felipe Vargas Huelgos, Mateo Osorio Espinosa, Miguel Ángela Moreno y Jesús Francisco Arteaga, además de la hoy senadora Claudia López.

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