LA NOVELA COMO HISTORIA LA CASA GRANDE Álvaro Cepeda Samudio

En 1928 la United Fruit Company llevaba tres décadas en Colombia y se beneficiaba de la falta de legislación laboral; además era la propietaria de las tierras que se hallaban cerca del ferrocarril de Santa Marta y de los terrenos más productivos de la comunidad bananera: Urabá y Magdalena, en donde se fraguaba la mayor problemática entre trabajadores y empleadores (UFC); gracias a esto y a otros factores que resaltaban la carencia de derechos a los trabajadores de la Compañía, estos deciden presentar un pliego de peticiones entre las cuales se encontraban: mejoras a la salud, al salario (que sea pagado en dinero y no en bonos ni en otras especies), descanso dominical y mejoras en su calidad de vida entre otras.

Tras un mes de huelga y de espera a la intervención del gobierno; el 6 de diciembre de ese año se reúnen 3000 trabajadores en los alrededores de la estación de trenes de Ciénaga, en Magdalena; a donde “acude un destacamento del ejército que dispara contra los trabajadores de la huelga y deja 300 trabajadores muertos y heridos” y es recordado como La Masacre de las Bananeras.

Bajo susodicho contexto histórico es contada la novela La Casa Grande por Álvaro Cepeda Samudio, que nos presenta una visión de los hechos, tanto a través de los soldados como de las familias y hasta El decreto instaurado en dicha ocasión.

Para este momento de la historia, podemos denotar la familia oligarca como una ficha importante dentro de los ideales conservadores, para los cuales el bienestar familiar estaba muy por encima del bienestar social y menos de las clases menos favorecidas; tal es el caso de la familia de la novela, adinerada con tierras en la costa Caribe, y basada en un patriarcado muy extremo donde la palabra de El Padre era la única que tenia relevancia, y que sin notarlo despertaría la rebeldía de una de sus hijas, quien en un acto de osadía comienza a tomar las riendas de la casa y a convertirse en una figura representativa que podía llegar más lejos de lo que el padre había logrado hasta ese momento.

Por otro lado, el padre como fiel ejemplo de esa clase adinerada e influyente y dueña de los medios de producción, es asesinado por el pueblo que le cae en gavilla… sobre el cuerpo que se oía ceder al ataque inexperto pero tenaz , este pueblo al que se refieren, serían los mismos trabajadores de la compañía, los cuales fueron explotados durante años, y este asesinato fue la respuesta a tal opresión impuesta por parte del padre. La concepción del padre, construida durante el tiempo que vivió en La Zona, de que el respeto se ganaba a través de la tiranía, el engaño y la fuerza, lo llevaron a esta trágica muerte. Y es por esta razón que La Hermana sigue sus pasos, y solo le preocupa la reivindicación social y la supervivencia de la familia.

También notamos en la novela la presencia del estado, encaminado a mejorar las relaciones comerciales con las potencias mundiales, al no permitir actos que entorpezcan la economía nacional y por esta razón reprimir estas huelgas y apaciguarlas a la fuerza, y a la matanza de los trabajadores por parte de los soldados y justificados por El Decreto de ser “malhechores, revoltosos, incendiarios y asesinos de pululan en la actualidad

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