LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL A TRAVÉS DE LAS PÁGINAS DEL PERIÓDICO LA PRENSA ORLANDO BETANCOR
Fernando_24Síntesis19 de Junio de 2016
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LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL A TRAVÉS
DE LAS PÁGINAS DEL PERIÓDICO LA PRENSA
ORLANDO BETANCOR
1. INTRODUCCIÓN
El objeto de este estudio ha sido realizar un análisis sobre la infor- mación que el diario tinerfeño La Prensa ofreció, a través de sus pági- nas, durante la Primera Guerra Mundial. Este periódico fue fundado en Santa Cruz de Tenerife por el periodista y escritor Leoncio Rodríguez el 15 de octubre de 1910, con el subtítulo “Diario Republicano” que se cambiaría posteriormente por “Diario de la Mañana”, y que terminaría su andadura el 14 de febrero de 1939, pasando a denominarse a partir de este momento El Día. En esta investigación sobre el conflicto se observa la gran cantidad de noticias que este diario dedicó a este acontecimiento bélico.
Desde el asesinato del archiduque Francisco Fernando, el 28 de junio de 1914, en Sarajevo hasta la abdicación del Káiser Guillermo II, la guerra estuvo presente en todo momento en sus páginas, ya fuera con artículos de opinión, de investigación, o a través de informaciones que llegaban al periódico mediante los radiogramas o telegrafía sin hilos. Diariamente, los acontecimientos de la guerra eran tratados de manera especial en la tercera página del periódico, concretamente en la sección “Información por cable de diferentes lugares de Europa” o a través de artículos que eran traducidos en la misma redacción, extractados de la prensa europea. Por regla general, la mayor cantidad de información que se publicó a lo largo de este período se concentró en los “breves”1, publicados en la segunda y tercera planas del periódico. En los artícu- los de opinión encontrados se ha podido observar un claro sentimiento favorable a los aliados y en ocasiones comentarios explícitos contra el poder expansionista de Alemania. Un tema que despertó vivas pasiones[pic 5]
1 Texto de corta extensión publicado en columna o en bloque con otros semejantes.
Orlando Betancor
fue la actitud de los políticos de la época sobre la neutralidad española y el apoyo más o menos manifiesto con respecto a uno u otro bando.
Durante el período comprendido entre 1914 y 1918, la información sobre el conflicto abarcó numerosos campos: el puramente bélico, el socio-económico o cómo afectó la guerra a las diferentes colonias de extranjeros en Canarias. Además, se ha podido observar que en varios artículos se hacen análisis históricos de la Gran Guerra comparándola con otros acontecimientos bélicos que sucedieron en Europa durante el siglo XIX, tales como los conflictos balcánicos o la Guerra Franco- prusiana de 1870-1871.
Las posiciones anglófilas de los colaboradores del periódico se perci- bieron claramente en las páginas de La Prensa y en las cartas dirigidas por los lectores al director del medio. Otro elemento de estudio fueron las secciones dedicadas a los telegramas que llegaban desde los diferen- tes frentes de batalla, que informaban sobre el progreso o retroceso de los ejércitos. También, hechos de especial relevancia fueron las primeras reacciones tras el atentado de Sarajevo, la evolución de los aconteci- mientos después del ultimátum austriaco a los servios y el posterior des- encadenamiento del conflicto.
Desde 1914 ningún hecho bélico o debate político a favor o en con- tra de los países en litigio estuvo ausente de los editoriales y artículos del periódico. El primer acontecimiento tratado por el diario fue la causa inmediata de la guerra en junio de 1914, la muerte del heredero del imperio austro-húngaro por un terrorista servio. Los sucesos posteriores fueron seguidos con gran expectación cuando Austria-Hungría declaró la guerra a Servia, la cual, apoyada por Rusia, ordenó una moviliza- ción general. A continuación, el funcionamiento de la Triple Entente, formada por Inglaterra, Francia y Rusia, obligó a Alemania a declarar la guerra a Rusia y a Francia en agosto de ese mismo año. La vulnera- ción de la neutralidad de Bélgica por los alemanes acabó de decidir a Gran Bretaña, que declaró la guerra a las potencias centrales, seguida por Japón; más tarde entró Turquía en la conflagración, al lado de los Imperios Centrales. Alemania, obligada a combatir en dos frentes, trató de lograr una rápida victoria en el frente occidental. Ocupó Bélgica, el norte de Francia, y amenazó a París, pero fue detenida en el Marne. Se inició así la guerra de trincheras, que se mantendría casi hasta el final de
La Primera Guerra Mundial a través de las páginas del periódico La Prensa
la contienda. En el este, los rusos fueron detenidos en Tannenberg. En
1915, entran en el conflicto Bulgaria con los Imperios Centrales e Italia con los aliados. Este año los ejércitos alemanes consiguieron que los rusos evacuaran Prusia Oriental y Polonia. En 1916 Rumanía entró en la guerra al lado de los aliados. En este trabajo se ha podido observar el seguimiento pormenorizado por parte de este periódico de todas las incidencias de dos grandes batallas: la de Verdún y la del Somme en 1916.
En 1917 los aliados sufrieron grandes reveses militares y problemas políticos internos debido al estallido de la Revolución Rusa. La entrada de los Estados Unidos en el bando aliado supuso un fuerte impacto mo- ral sobre los combatientes y Austria-Hungría intentó negociar la paz, negándose a ella los aliados. En febrero de 1918, Alemania, libre ya del frente oriental por la paz de Brest-Litovsk, desencadenó una nueva ofensiva en el frente occidental. Tras avanzar por Compiègne fue derro- tada en la segunda batalla del Marne por los ejércitos aliados. Después, la sublevación de la flota alemana en Kiel, que se extendió a varias ciu- dades germanas, forzó a Guillermo II a abdicar. La paz se firmó el 11 de noviembre de 1918 que fue seguida por los tratados de Versalles.
Desde un primer momento, las posiciones belicistas no fueron vis- tas con buenos ojos por algunos colaboradores del periódico. Así Jorge Adelantado escribió, el 18 de septiembre de 1914, unas líneas que esta- ban más cercanas a la realidad que se viviría posteriormente en Europa, la cual permitió el desarrollo del nazismo y una nueva conflagración europea.
“La hecatombe actual que conmueve al mundo, es tan grande y puede ser tan apocalíptica, que pudiera hacer que la humanidad y principalmente la culta Europa, retrocederá unos cuantos siglos en su adelanto”2.
Asimismo, los estragos y los desastres de la guerra fueron vistos de la siguiente manera por José María Benítez Toledo:
“Pasó un año y la paz no llegó, los hombres con más encarnizamiento que nunca se han destrozado sin compasión. La luz de la paz se pierde ante el ruido[pic 6]
2 Adelantado, Jorge: “De la guerra”, La Prensa, 18 de septiembre de 1914, p. 2.
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de los cañones y los gemidos de los heridos al expirar y el llanto de las madres en el hogar son ahogados por los formidables rugidos de la fiera humana en el ardor del combate”3.
Por otro lado, en las siguientes líneas se muestra otra visión comple- tamente distinta sobre lo que supondría, para uno de los articulistas, la conflagración en la evolución del viejo continente:
“Ahora esta gigantesca convulsión arrastrará todo lo internamente gastado y caduco. Europa se había estancado. Nuestra sociedad se iba haciendo conser- vadora hasta la médula, cualesquiera que fueran sus instituciones políticas. Se perfeccionaba sólo los procedimientos y las técnicas”4.
Como muestra del seguimiento de las grandes batallas que fueron re- señadas por los articulistas de este diario, destaca este texto de N. León Bencomo sobre la batalla de Verdún, que tuvo lugar entre el 21 de fe- brero y el 19 de diciembre de 1916, donde se exponen los siguientes comentarios sobre los caídos en combate:
“Los hombres mueren a millares, pero mueren cantando. Todos van al combate aunados por el mismo ardor, por el mismo ideal patriótico. Todos mueren con el sano nombre de la patria en la boca. Descubrámonos ante tanto heroísmo”5.
2. LOS BREVES DE INFORMACIÓN
Estos contenían informaciones telegráficas del conflicto, situación de los frentes de batalla, número de bajas sufridas por cada uno de los ejércitos en litigio y las diferentes reacciones políticas en los gobiernos de las naciones implicadas en la guerra. En varias ocasiones, en la sec- ción que llevaba el nombre “De nuestro corresponsal en Madrid”, se[pic 7]
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