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LOS HERALDOS Y LA RIQUEZA DE SUS PAISES


Enviado por   •  19 de Agosto de 2015  •  Apuntes  •  2.164 Palabras (9 Páginas)  •  106 Visitas

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  1. MERCANTILISMO

LOS HERALDOS Y LA RIQUEZA DE SUS PAISES

LOS NUEVOS HECHOS ECONOMICOS

LAS PRACTICAS MERCANTILSTAS

El mercantilismo fue, un desarrollo de ideas en momentos de transición entre las escolásticas del medioevo y la futura escuela clásica.

LOS TEMAS DE LOS MERCANTILISTAS

Abundante poder y riqueza en el reino. Algunos de los temas preferido por los autores fueron:

  • Bullionismo: (acumulación de metales) el oro y la plata fueron metales estimados en la antigüedad y la edad media. Se desea mantenerlos dentro del territorio nacional y, como consecuencia, creer que son elementos indispensables para mejorar el bienestar general y la riqueza de la Nación.
  • Lujo: Se decía que los alimentos caros, telas y joyas de gran valor que imponía la moda del palacio, disipaban las riquezas nacionales, xq requería grandes importaciones pagadas en oro. En 1545, se prohíbe usar a los burgueses estas ropas.
  • El desarrollo interno. Los franceses siempre se expresaron de manera orgullosa sobre las riquezas naturales de su país. Fueron alentados a crecer con el solo uso de bienes internos y a abastecerse lo menos posible con bienes importados. Por estas razones los reyes estaban dispuestos a otorgar ayuda a las actividades productivas y a atraer de los países vecinos mano de obra calificada. Los metales de esta manera permanecerían en el país.
  • Comercio: Esta actividad mereció una particular atención por medio de los mercantilistas, se la reconocía como fuente de poder y de riquezas, una forma de hacer opulencia del reino y de obtener lingotes de metales preciosos.

UN REPASO CRONOLOGICO

  1. FISIOCRACIA

EL ORDEN NATURAL

Se desarrolló especialmente en Francia durante la 2da mitad del siglo XVIII.

Los fisiócratas creían en un orden natural, era como un sistema de leyes inmutables que aseguran riqueza y prosperidad a la nación. Para realizar el orden ideal eran necesarias 3 formas de propiedad: 1) la propiedad personal, o el derecho de cada hombre de disponer de sus propias facultades, es decir a obrar con libertad; 2) la propiedad mobiliaria, o sea, el derecho del hombre a los frutos de su trabajo; y 3) la propiedad inmobiliaria o territorial. El orden natural debía favorecer la agricultura y asegurar que el sector lograra una retribución suficiente con el más elevado precio posible. Por eso era necesaria la libertad de comercio exterior, la supresión de las abundantes aduanas interiores, salarios más elevados y un tope máximo a la tasa de interés. Estas posiciones eran opuestas al mercantilismo que había dominado hasta entonces.

La visión de los fisiócratas se basaba en la consideración de que el trabajo de la tierra era la única capaz de lograr un resultado neto positivo. Las otras actividades eran estériles. Por esta razón, la actividad agraria era la única que debía pagar impuestos, y preferentemente, debía ser uno solo.

FRANCOIS QUESNAY

Pensaba que los hechos económicos tenían que estudiarse para encontrar su conexión con las acciones de los hombres.

La respuesta de Quesnay al problema de la situación económica de Francia fue su teoría sobre la productividad exclusiva de la agricultura; por lo tanto, sólo ella podía brindar riqueza e ingresos.

Esta política económica debía considerar las siguientes recomendaciones: 1) deberían establecer un sistema de impuesto único a ser recaudado por el Estado, 2) los terratenientes y quienes recibieran parte del producto neto deberían evitar la compra de productos manufacturados, especialmente de origen extranjero.

Para Quesnay hay 3 clases y sectores: la clase productiva, integrada por aquellos que trabajan la tierra y que era la única que producía excedentes; la clase estéril, que incluía a los dedicados a la industria, el comercio y la clase soberana, constituida por la nobleza, los terratenientes, etc.

  1. ADAM SMITH

La Teoría de los sentimientos morales empieza por la exploración de todas las conductas humanas, en las cuales el egoísmo no parece desempeñar un papel determinante. Considera que la primera tendencia del ser humano es la del amor hacia sí mismo. De ahí que se vea obligado a controlar y dominar su egoísmo, elemento fundamental para que la vida en comunidad no se convierta en una guerra de todos contra todos.

Lo que se expone entonces es el proceso de simpatía (o empatía), a través del cual un sujeto es capaz de ponerse en el lugar de otro, aun cuando no obtenga beneficio de ello. Adam Smith lo explica por la influencia de la necesidad de ser aprobado por los demás. El desarrollo de la obra lleva al descubrimiento del «espectador imparcial», la voz interior que dictaría la propiedad o impropiedad de las acciones.

Afirmando que las contradicciones generadas por las leyes del mercado serían corregidas por lo que él denominó "la mano invisible" del sistema. La mano invisible compensa las acciones y regula las conformaciones sociales.

Gracias a la apelación al egoísmo de los particulares se logra el bienestar general. Al respecto, Adam Smith afirmaba que "el hombre necesita casi constantemente la ayuda de sus semejantes, y es inútil pensar que lo atenderían solamente por benevolencia.

Pasajes tanto de esta obra como de los sentimientos morales dejan en claro que en un sistema económico el interés personal no es la única motivación, ya que si así fuera, toda negociación resultaría imposible. El ser humano es capaz también de comprender el interés personal de su compañero y de llegar a un intercambio mutuamente beneficioso. La empatía con el egoísmo del otro (en donde acentúa la siguiente frase: «dame lo que necesito y tendrás lo que deseas») y el reconocimiento de sus necesidades es la mejor forma de satisfacer las necesidades propias. Smith subraya que la mayor parte de estas necesidades humanas se satisfacen por intercambio y por compra.

La propensión a intercambiar exclusiva del hombre se convierte en el motor del desarrollo humano, porque permite la suficiente creación de riqueza y generación y acumulación de capital para poner en práctica la división del trabajo. Debido por tanto a la empatía y la división del trabajo se potencia el crecimiento económico, clave del bienestar social.

Los beneficios de la "mano invisible" del mercado solo se obtendrán en una sociedad bien gobernada.

La teoría clásica del comercio internacional tiene sus raíces en la obra de Adam Smith que plantea la interacción entre comercio y crecimiento económico. Según los principios establecidos en sus obras, los distintos bienes deberán producirse en aquel país en que sea más bajo su coste de producción y desde allí, exportarse al resto de las naciones. Por tanto define la denominada «ventaja absoluta» como la que tiene aquel país que es capaz de producir un bien utilizando menos factores productivos que otros, es decir, con un coste de producción menor. Defiende además el comercio internacional libre y sin trabas, para alcanzar y dinamizar el proceso de crecimiento económico, y este comercio estaría basado en el principio de la ventaja absoluta.  

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