La Conquista

Después del arribo de Colón los españoles tardaron varios años y viajes en darse cuenta que habían encontrado un nuevo continente. En 1503, los reyes de España crearon la Casa de Contratación de Sevilla, que era un tribunal encargado de los asuntos coloniales así como de otorgar los permisos para los viajes y exploraciones y las autorizaciones para residir en el Nuevo Mundo. El gobernador de Cuba Diego de Velázquez organizó tres expediciones hacia el nuevo continente; la primera fue dirigida por Francisco Hernández de Córdoba que bordeó la península de Yucatán en 1517. No logró tener éxito porque fueron rechazados por los mayas en Champotón, pero con el grado de rechazo y la furia que le mostraron a los españoles demostró que en Yucatán habían poblaciones más sólidas, poderosas y ricas de las que ellos habían conocido hasta entonces. Esto despertó una mezcla de interés, codicia y temor porque podía anticiparse que las futuras conquistas tendrían una mayor dificultad. La segunda expedición fue en el año de 1518, esta fue encabezada por Juan de Grijalva, recorrió: Cozumel, Laguna de Términos, Río Usumacinta y Grijalva y por ultimo San Juan de Ulúa. Fue durante este viaje que españoles y mexicanos, tuvieron por primera vez noticia de su mutua existencia y proximidad. Entre el segundo y el tercer viaje organizado por Cuba (a finales de 1518), Francisco de Garay, gobernador de Jamaica, lanzó una expedición al mando de Alonso Álvarez de Pineda quien navegó desde Florida hasta Pánuco. Y la tercera de las expediciones que organizó Cuba en 1519 fue dirigida por Hernán Cortés, los puntos que exploraron fueron: Cozumel, Tabasco, San Juan de Ulúa y por último en Abril de ese año desembarcaron en una playa inmediata al actual puerto de Veracruz. Está expedición no era como las anteriores, ya que esta vez los españoles venían preparados para lanzarse a la conquista con armas, soldados (un poco más de 600) , animales, etc. Habían venido siguiendo los pasos de Grijalva y sabían más o menos a donde debían dirigirse. Por esto tuvieron que plantear bien sus estrategias, sus relaciones, hacerse de traductores y guías. Se les fue otorgada como regalo a una joven llamada Malitzin o Marina, conocida también como La Malinche quien precisamente sirvió de intérprete de Cortés, y ella les hizo saber a los españoles de que se tenía la creencia que los hombres blancos y barbados eran los dioses enviados por Quetzalcóatl, lo que fue de gran utilidad para los españoles.

Cortés le dio el nombre de la Villa Rica de la Veracruz a su campamento que estaba tendido en la playa para enseguida instaurarle con sus capitanes un cabildo o ayuntamiento. Con base legal el cabildo nombró a Cortés capitán general y justicia mayor.

Los españoles sabían que ya no se trataba de poblaciones débiles indefensas o más o menos ingenuas encabezadas por simpes jefes tribales sino de sociedades grandes con organización mucho más compleja; de hecho al mismo tiempo de la llegada de los españoles al territorio que hoy es México se consolidó la Triple Alianza conformada por Tetzuco (castellanizado como Texcoco) de filiación acolhua, Tlacopan de tradición otomiana y estaban encabezados por México-Tenochtitlan, de filiación étnica nahua, este último se puede decir que era la potencia de los pueblos mesoamericanos. Esta alianza había logrado ampliar su territorio y así tener un dominio que se extendía de Querétaro hasta Chiapas basado en un sistema tributario y de comunicaciones. Los tributos generados permitió el florecimiento de México Tenochtitlán. Estos territorios que se manejaban tenían una desventaja importante que serviría de ayuda a los españoles ya que los pueblos tributarios querían liberarse (principalmente de México-Tenochtitlan) y así se unieron a los españoles.

La primera base que estableció el ejército de Cortés fue Zempoala y este era uno de los tributarios de México Tenochtitlán. A pesar de ser tributario o estar sometidos ellos conservaban su autonomía, y su señor soberano o tlahtoani (náhuatl, equivalente a rey, literalmente “el que habla”) encabezaba una estructura social y política compleja y variada, integrada por grupos e individuos de diversas calidades, que iban desde nobles hasta esclavos. En algún momento, de ese tlahtoani o de los nobles de Zempoala surgió la decisión de aliarse con los españoles.

La alianza de Zempoala con los españoles marcó el parámetro a seguir y desde ese momento hasta 1524 o 1525 aproximadamente, se hicieron más alianzas que implicaron la sumisión por la vía pacífica. Fue el caso de los señoríos tlaxcaltecas, Huexotzinco, Tepexi, Tehuacán, Coxcatlan, Coixtlahuacan, Tamazulapan, Yanhuitlan, Xicochimalco, Zacatlan, lo señoríos totonacos serranos y muchos más que harían una larga lista.

La conquista fue de este modo un modo político y una de sus consecuencias más importantes fue la subsistencia de los señoríos con toda su estructura de

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