La Decena Trágica - Asesinato De Madero

ASESINATO DE MADERO Y EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO.

Cuando Madero empezó a mostrar cierta autoridad y al no ceder a todas las pretensiones extranjeras, comenzaron a maquinar su destitución. Bajo estas condiciones, aunadas a los errores antes cometidos por el primer mandatario, como disolver al ejército que lo llevó al poder y dejar a los antiguos militares porfiristas con Victoriano Huerta a la cabeza, su caída se hacía cada vez más inminente.

LA DECENA TRÁGICA.

La actuación de Madero en el gobierno, provocó que los grupos oposicionistas organizaran una serie de conspiraciones con la finalidad de destituirlo del poder. Uno de los movimientos importantes en su contra estuvo representado por Bernardo Reyes y Félix Díaz.

Reyes estaba resentido porque no había logrado pertenecer al gabinete de Madero, así que decidió promover un movimiento armado y lanzó un Plan Político (16 de noviembre de 1911) donde desconocía al presidente; creyó contar con el apoyo del Ejército Federal, pero no fue así, por lo que optó por entregarse a las autoridades. Madero lo envió a la cárcel de Tlatelolco, pero le concedió el indulto.

El movimiento más fuerte en contra de Madero habría de tener un trágico desenlace. Desde mediados de 1912 se organizó una conspiración formada por conservadores, entre los que se encontraban los generales, Manuel Mondragón y Gregorio Ruiz, quienes preparaban un golpe de Estado. Estaban apoyados por un grupo de militares del Ejército Federal y civiles antimaderistas; contaron además con el apoyo del embajador norteamericano, Henry Lane Wilson.

Esta etapa pasaría a la historia como la "Decena Trágica" , debido a que se desarrolló en el lapso de diez días, del 9 al 19 de febrero de 1913.

Concretamente se inició el 9 de febrero con Mondragón y con Ruiz a la cabeza, quienes se dirigieron a liberar a Reyes y apoderarse del Palacio Nacional. El intento fracasó, Reyes perdió la vida.

Mientras tanto en la capital, el embajador de Estados Unidos Henry Lane Wilson, se reunía con los Ministros de España, Alemania e Inglaterra para hablar con el Secretario de Relaciones Exteriores, Pedro Lascuráin y solicitarle la protección de los extranjeros.

El embajador norteamericano, al ver que la situación no mejoraba, y de acuerdo con el Ministerio de España, solicitaron la renuncia a Madero y Pino Suárez. Como éstos no aceptaron se pusieron en contacto con Félix Díaz y Victoriano Huerta, logrando firmar un acuerdo que se llamó Pacto de la Ciudadela; donde se proponía que Huerta apresaría al presidente, desconociendo sus poderes. Madero, que todavía confiaba en él, lo apremió a combatir los ejércitos instalados en la Ciudadela, lo que aceleró los acontecimientos.

La situación se complicó y el 19 de Febrero, el congreso hubo de aceptar las renuncias

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