ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Edad Media: decadencia del Imperio romano


Enviado por   •  11 de Diciembre de 2019  •  Trabajos  •  2.792 Palabras (12 Páginas)  •  503 Visitas

Página 1 de 12

Concepto

Descripción

La Edad Media: decadencia del Imperio romano

La decadencia del Imperio Romano comenzó en el siglo III D.C. por la incapacidad de sus emperadores. Los emperadores no supieron controlar la crisis interna ni combatir las invasiones de los barbaros hacia el imperio romano. Una de las causas internas lo fueron la debilidad del gobierno Romano y la División del Imperio cuando  murió Teodosio. También entre las causas ocurridas en esta decadencia se encontraron los enemigos los cuales estaban con constantes amenazas, la gran crisis social, la ruptura del equilibrio económico, la gran concentración urbana y la gran crisis económica.

La Edad Media: Invasión de los bárbaros a Roma

La invasión de los barbaros a Roma se dieron de dos maneras: Violentas y Pacificas. La invasión pacifica es el momento cuando los Romanos no aspiraban a servir al ejercito ni a dedicarse a la agricultura, los barbaros empezaron a realizar actividades, de esta manera fueron penetrando en el Imperio Romano, luego ayudaron a  sus hermanos de raza a  ingresar abriendo paso a la invasión violenta. Esta segunda invasión es cuando los germanos, empujados por los Hunos, habían iniciado su terrible y destructora marcha hacia el Oeste, a su paso solo dejaban desolación y muerte.

Pueblos medievales

Estos pueblos surgen a causa de las frecuentes invasiones bárbaras. Al mezclarse unos con otros, surgieron nuevas naciones: los pueblos medievales.  Estos se fueron instalando en toda Europa: algunos al centro y al norte y otros en Oriente, en las orillas del Danubio. Los que más influyeron en Occidente fueron: los godos  visigodos y ostrogodos , los anglosajones, los normandos y vikingos y los francos.

Imperio de Carlomagno

Carlomagno fue el rey más influyente en Europa durante la Edad Media, ya que condujo a su ejército franco a la victoria sobre numerosos pueblos, y estableció su dominio en la mayor parte de Europa central y occidental.  El imperio estaba dividido en 300 provincias o condados que estaban gobernadas por un duque o un conde. Las provincias que se encontraban en la frontera con otros países se llamaban marcas y estaban gobernadas por marqueses. También estableció el oficio de los “enviados del Señor” los cuales eran administradores dotados de poderes casi absolutos y el cumplimiento de las leyes imperiales en sus frecuentes recorridos por el territorio. Carlomagno no fue despótico ni absolutista, el mismo estableció Asambleas o Estados generales, que eran reuniones anuales del clero, la nobleza y la gente libre para que le asesoraran en su gobierno. Estableció su centro de operaciones en Aquisgrán, donde hizo construir una catedral.  También creó una academia la cual contribuyo a renacer de las artes y las letras. Inicio un sistema de enseñanza dividido por ciclos: elemental y superior. Carlomagno distribuyó su reino entre sus tres hijos: Carlos, Pipino y Luis, los primeros dos fallecieron quedando solo Luis siendo proclamado emperador en el 813.

El papel de la Iglesia

La Iglesia fue una institución muy poderosa ya que fue una época profundamente religiosa.  El Oriente optó por la Iglesia griega ortodoxa, mientras que Occidente se mantuvo fiel a la Iglesia católica romana.  En Occidente, la Iglesia se vinculó estrechamente a la sociedad feudal.  Ninguna religión disputó, en efecto, al catolicismo durante la Edad Media el gobierno de las almas en la Europa de Occidente. La Iglesia, apoyada en los poderes temporales, combatió en las cruzadas a los musulmanes en el Medio Oriente y en Europa.  En la Edad Media, la Iglesia Cristiana tuvo un rol decisivo, fue la única institución que logró ejercer su poder a lo largo de una Europa fragmentada políticamente.  Otra de las circunstancias que explican la influencia de la Iglesia es el predominio cultural del clero, casi la única clase letrada durante la Edad Media.  Las escuelas fueron, además, anexos de las catedrales y de los monasterios y en ellas oficiaban de maestros los sacerdotes y los monjes, que impartían gratuitamente los sencillos conocimientos de lectura, escritura, doctrina cristiana y canto.

Instituciones medievales: el feudalismo

El feudalismo es el sistema social, económico y político que se desarrolló en Europa, principalmente entre los siglos IX y XII.  El concepto de feudalismo se aplica a la relación de vasallaje, por la que se instituían obligaciones mutuas entre un señor y un vasallo.  El mismo constituyó el eje de la organización política y social de Europa occidental durante toda la Edad Media, y que en algunas zonas se prolongó, al menos en sus ámbitos económico y social, durante parte de la Edad Moderna.  El feudalismo europeo fue consecuencia de las grandes invasiones germánicas sobre el mundo romano, las cuales condujeron a la fusión de dos sociedades (la romana y la bárbara) colocadas a niveles culturales profundamente distintos, alterándose ambas y determinando la aparición de nuevas instituciones.  Con la situación de anarquía en Europa se dieron transformaciones generales de tipo económicas, sociales y políticas: decayeron las ciudades, disminuyó el comercio internacional, se redujo el uso de la moneda y la tierra quedó como la principal riqueza. También, se produjo la pérdida de autoridad de los poderes centrales y el desaparecimiento de la organización burocrática.  Con este escenario, los reyes dejaron en manos de los condes y marqueses la defensa de sus territorios. Y la población asustada vio que estos nobles eran su única protección. Así, lentamente, se formó un nuevo orden que recibió el nombre de feudalismo.

Instituciones medievales: la ciudad y los gremios

La ciudad medieval es una ciudad amurallada que aparece como lugar cerrado dentro del paisaje agrícola y forestal, sirviendo de fortaleza defensiva y refugio de sus habitantes y campesinos del entorno, a la vez que constituye el mercado del área de influencia. En sus puertas se cobraban los impuestos sobre las mercancías que entraban en la ciudad. Las puertas se cerraban por la noche pero por el día permanecían abiertas. Los edificios más destacados eran la catedral, el ayuntamiento, la Iglesia, las lonjas y los palacios de algunos nobles y burgueses. La ciudad se dividía en barrios, cada uno con su propia parroquia. El resto del espacio estaba ocupado por un enjambre de calles estrechas y tortuosas, entre las que, en ocasiones, había pequeños huertos. Durante la Edad Media en Europa, los trabajadores dependían por completo de sus señores y amos a la hora de rendir cuentas y realizar su trabajo. Todo debía estar a su gusto y en la mayoría de las ocasiones las condiciones laborales eran abusivas. Por motivos como estos, surgieron los denominados gremios de trabajadores a partir del siglo XI. Estos se trataban de asociaciones económicas en las que se agrupaban trabajadores que poseían el mismo oficio. Su función principal era la de proteger sus intereses, controlando la calidad y el precio de los productos y procurando que todas las personas pertenecientes al gremio tuviesen un trabajo. La estructura de los gremios era muy sencilla. Se dividía de forma jerárquica en tres niveles: maestro, oficial y aprendiz. La autoridad era el maestro, el que estaba en la cima de la pirámide. Un miembro del gremio podía llegar a serlo tras pasar un examen y una prueba práctica de sus habilidades. Los oficiales se encontraban un nivel por debajo de los maestros, estaban en el punto medio. Se trata de artesanos ya con cierto conocimiento que llegaban a cobrar por su trabajo, estaban bajo la supervisión del maestro y trataban de perfeccionar sus habilidades. Por último se encontraban los aprendices. El acceso estaba limitado y tenían prohibido ingresar los musulmanes y los judíos, sólo se admitía a los denominados cristianos viejos, es decir, aquellos que no tuvieran mezcla de sangre. Su admisión se hacía patente tras la firma del ‘contrato de aprendizaje’, donde se estipulaban las normas que el aprendiz y el maestro debían cumplir. La edad a la que un aprendiz podía acceder era de entre los 12 y los 14 años y el proceso tendría una duración de unos 6 años aproximadamente. Las funciones y obligaciones de los gremios eran muy variadas. Entre ellas destacan el abastecimiento de materiales o la supervisión del trabajo, de manera que no hubiese escasez de materiales o trabajo y estuviese igualado entre los miembros del gremio; también se llevaba a cabo una exhaustiva vigilancia de los contratos de los trabajadores, una forma de asegurarse de que lo que en ellos se estipulaba se estaba cumpliendo y por último, llevaban un control del número de talleres que había. Los gremios cuidaron de los intereses económicos de cada localidad y se convirtieron en reguladores de la economía en los últimos siglos de la Edad Media hasta la proclamación de la libertad en el trabajo. Su desaparición vino con la llegada de la Revolución Industrial, lo que trajo consigo la industrialización y la capitalización del sistema económico.

Instituciones medievales: la caballería

La caballería medieval fue una institución militar, política, económica y social de gran importancia. El resurgimiento de la caballería nobiliaria, militar y cristiana, promovido por Alfonso XI, se llevó a cabo con el fin de restaurar pautas de comportamiento e ideales propios de la institución como la lealtad al rey, la defensa de los otros órdenes sociales, de la justicia, de la fe y del reino, ya que se consideraban fundamentales en el contexto de la crisis política que afectó a Castilla tras la minoría regia y de la guerra contra los musulmanes. Para restaurar el oficio de la caballería, el rey se inspiró en el arquetipo nobiliario de los siglos XII y XIII, poniéndose él mismo como espejo al que la nobleza debía mirar e imitar. Los caballeros nacieron de la necesidad de defender los dominios feudales (nobiliarios o eclesiásticos, ambos vinculados en las mismas familias) contra toda clase de enemigos, incluyendo los pillajes y rapiñas y los salteadores de caminos. De esta forma, la caballería fue un ejército coercitivo. Los caballeros defendían los intereses de aquellos de quienes dependían, es decir, de los señores que les mantenían; lo que entre otras cosas suponía garantizar el cobro de las cargas impuestas a los campesinos. Los caballeros que tenían una fuerte fe en Dios les permitían llevar a cabo toda una vida de sacrificios y tentaciones, dándoles raíces y esperanza fuertes contra los malvados del mundo. Por ejemplo: El Cid siempre antes de una batalla, la encomendaba a Dios y sabía que de Él dependía la suerte del éxito.

Instituciones medievales: la universidad

En la Edad Media, la mayoría de la gente no sabía leer y escribir. Los siervos trabajaban desde la infancia en el campo y no había tiempo suficiente para aprender o no encontraban sentido útil en sus vidas a esta actividad. Además, no había escuelas para ellos. El crecimiento de las ciudades estimuló la vida intelectual y el interés por la literatura. Por esta razón, este fue también el siglo del triunfo de una nueva institución, la Universidad. Surgieron universidades de prestigio como las de Bolonia, Oxford y París. Estas universidades estuvieron protegidas tanto por la Iglesia como por los grandes señores feudales. Los cursos que se impartían en las universidades tenían como materias de estudio las asignaturas de medicina, derecho, teología y filosofía. Las ciencias naturales no se habían desarrollado todavía y prácticamente se limitaban a repetir lo que los griegos y los árabes ya habían dicho. La educación en la Alta Edad Media descansaba, sobre todo, en el clero, es decir, en los monjes. Aunque las escuelas monásticas fueron centros de aprendizaje desde el siglo IX, fueron rebasadas en el curso del siglo XI por las escuelas catedralicias, organizadas por el clero secular (monástico). Las escuelas catedralicias se extendieron con rapidez en el siglo XI.

Contribuciones humanísticas de la Edad Media

La filosofía medieval centró en su interés en Dios, surgió una asociación entre filosofía y religión poniendo bases en la filosofía medieval. Dentro de las contribuciones humanísticas de la Edad Media tenemos “La Divina Comedia” de Dante Alighieri, el mismo fue un célebre poeta florentino. También tenemos a Francisco Petrarca, el mismo es considerado como el padre del humanismo, un poeta toscano, su pasión fue la antigüedad grecorromana,  sus obras, imbuidas del espíritu clásico, ejercieron gran influencia sobre la poesía lírica italiana. Petrarca  compuso innumerables poemas, dedicados a diversos temas, entre ellos “África”, sobre la Segunda Guerra Púnica. Boccacio  fue un gran entusiasta de las letras y las artes de la Antigüedad.  Se lo considera el padre de la prosa italiana. Su obra fundamental fue El Decamerón, colección de cien novelas. Los protagonistas son diez jóvenes (7 muchachos y 3 muchachas) que se refugian en el campo para huir de la peste negra que asolaba por entonces el continente europeo. Erasmo de Rotterdam fue llamado el príncipe del humanismo por la gran influencia que ejercía sobre los reyes, su obra “Elogio de la locura” es considerada una de las obras más influyentes de la literatura occidental y uno de los catalizadores de la reforma protestante. Tomas Moro fue canciller del rey ingles Enrique VIII y su amigo Erasmo, este fue decapitado a causa de su oposición a la política anti papal del monarca, su principal obra fue “Utopía”, en la misma relata la organización de una sociedad ideal.  Giovanni Pico de la Mirándola alcanzó celebridad a edad temprana. De su obra “Discurso sobre la dignidad del hombre”. Lorenzo Valla autor de un tratado sobre la elegancia de la lengua latina y otro sobre la monarquía. Antonio Nebrija fue el autor de la primera Gramática de la lengua castellana.  Nicolás Maquiavelo es una de las figuras que ha tenido más larga influencia sobre las generaciones posteriores. Su obra más célebre, El Príncipe, reflexiona sobre las virtudes necesarias en un gobernante: el pragmatismo que impregna su texto ha dado motivo a que se le considere uno de los fundadores de la Ciencia política.

La expansión del Islam y las Cruzadas

La difusión del islamismo fue rápida y efectiva. Sus años de mayor expansión fueron del 632 al 1050. Los ejércitos árabes, cohesionados por el fervor religioso, así como por incentivos políticos y económicos, tomaron el poder de los regímenes residentes en Siria e Irak , Irán  y Egipto ; marcharon hacia el este, en dirección a Asia central, y hacia el oeste a través del norte de África, y para el año 732, el mundo islámico se extendía desde España a las fronteras de India y China. Más tarde lograron otros avances territoriales en África, Asia central, India y en especial Turquía, con la caída, en 1453, de lo poco que quedaba del Imperio Bizantino. En el sureste asiático, a principios del siglo XVI, hubo otra expansión del islamismo. Para poder realizar el intercambio comercial y cultural estos utilizaban dos rutas: La ruta de las especias la cual era marítima y caravanas, estas recorrían el Mar Rojo y el Golfo Pérsico y La ruta de la seda, la cual atravesaba los desiertos y cordilleras de Turquestán. Dentro de su legado se le atribuye el ajedrez, la pólvora, el papel, la numeración índigo-arábica, las obras literarias, la circulación monetaria, el concepto del cero, el grabado, las técnicas agrícolas y la reinterpretación de la filosofía clásica.  Las Cruzadas fueron una serie de guerras militares durante la época de la Inglaterra medieval durante la baja edad media entre los cristianos contra los musulmanes del Medio Oriente.  Se realizaron en total ocho cruzadas entre 1095 y 1291. La primera cruzada fue decidida en el concilio de Clermont por el Papa Urbano II, esta dio como resultado la conquista de Jerusalén y la creación de un reino francés en Palestina (1095 -1099). La segunda cruzada se emprendió para auxiliar a los franceses de Palestina amenazados en Jerusalén. Dio como resultado el inútil asedio de Damasco (1147 -1149). La tercera cruzada fue provocada por la toma de Jerusalén por el sultán egipcio Saladino (1189 -1192). La cuarta cruzada fue organizada por los señores franceses y venecianos, dando como resultado la toma de Constantinopla, la destrucción del imperio griego y la creación de un imperio latino que duró casi medio siglo (1202 -1204). La quinta cruzada fue dirigida por el señor francés Juan de Brienne y el rey de Hungría. Esta no dio ningún resultado (1218 -1221). La sexta cruzada tuvo la particularidad de que el jefe de la expedición estaba excomulgado, y en vez de atacar a los musulmanes negoció con ellos, obteniendo que los peregrinos pudiesen visitar Jerusalén (1228 -1229). La séptima cruzada tenía por objetivo Egipto, centro de un poderoso estado musulmán, pero los cruzados fueron sorprendidos por una crecida del Nilo, diezmados por una epidemia y atacados por los musulmanes, por lo que debieron rendirse (1248 -1251). La octava cruzada, también llamada cruzada de Túnez, terminó con la muerte de Luis de Francia (más tarde San Luis), víctima de la peste (1270).

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (17.1 Kb)   pdf (136 Kb)   docx (595 Kb)  
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com