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La Edad Moderna En Diferentes Contextos

alzeid20 de Agosto de 2011

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1.- La Edad Moderna en contexto Político

A finales de la Edad Media, mientras la nobleza feudal se debilitaba debido en parte por las cruzadas, los reyes fortalecían su poder estableciendo alianzas con la burguesía y el papado. Durante el siglo XV, se consolidaron los Estados Nacionales Monárquicos y los reyes europeos ganaron prestigio y poder. Formaron grandes ejércitos profesionales, que le permitieron ampliar sus fronteras. Las monarquías comenzaron a tener un carácter nacional cuando difundieron un idioma oficial y una misma legislación para todas sus extensiones territoriales y posesiones coloniales. Además los reyes hicieron alianzas con otras monarquías mediante pactos matrimoniales o entregas de compensaciones creando un verdadero sistema de diplomacia. Los estados Monárquicos más poderosos de Europa durante este periodo fueron Francia, España e Inglaterra llegando a convertirse en verdaderas potencias marítimas; en el caso de España, se estableció posesiones en América; y de Inglaterra, se expandió a América, África y Asia.

Entre los siglos XVII y XVIII las monarquías europeas fueron Absolutas, es decir, la soberanía del monarca no tenía límites ni control de ningún tipo. El rey gobernaba según su parecer personal, ejerciendo el poder sin límites jurídicos.

Las monarquías Absolutas basaban su poder en una soberanía de origen divino, lo que significaba que los gobernantes recibían su poder directamente de Dios, sin considerar la voluntad de la sociedad. Estas monarquías se caracterizaban por la ausencia de instituciones que limitaran el poder excesivo de los monarcas; desde el siglo XVII, asambleas, cortes o estados generales, habían dejado de reunirse debido al poder absoluto ejercido por los monarcas.

El monarca no gobernaba solo. Tenía un grupo de consejeros que lo ayudaron a tomar decisiones respecto de los asuntos de gobierno. Para que su acción llegara a todas las regiones del país, se hacía representar por las autoridades administrativas y judiciales. Este conjunto de funcionarios que constituía el aparato administrativo del Estado se denominó Burocracia. Tanto los consejeros del Rey, como los encargados de la administración y de la justicia, eran miembros de la aristocracia. El gobierno en su conjunto, encabezado por el Rey, era de tipo aristocrático y el pueblo era excluido de cualquier participación en la administración, la justicia y la legislación.

El Imperio Español se caracterizaron los reinados de Carlos V (1519- 1556) y de su hijo Felipe II 81556- 1598), marcaron la hegemonía española en Europa durante prácticamente todo el siglo. Se decía que el imperio español ‘nunca se ponía el sol’. Ambos soberanos mantuvieron el absolutismo monárquico, pero se desentendieron del gobierno, delegándolo en manos de sus válidos o consejeros favoritos. A fines del gobierno de Felipe II, que coincidió con el fin del siglo, España se encontraba en graves problemas económicos y no volvería a recuperar su posición hegemónica. Si bien durante la primera mitad del siglo XVII, con sus sucesores Felipe III y Felipe IV, España mantuvo una importante influencia, sobre todo el ámbito cultural, su poder ya había empezado a declinar.

El absolutismo en Francia se evidenció en 1610 cuando Luis XIII accedió al trono, a la edad de nueve años. Su madre, María de Medicis, gobernó con la ayuda del Cardenal Richelieu, quien fue el principal consejero de su hijo, al alcanzar este la mayoría de edad. Richelieu puso en práctica la teoría de la Razón de Estado en la administración del gobierno, según la cual los intereses del Estado son superiores a los de los individuos. Consagro también el rol fundamental que tuvieron consejeros y ministros para auxiliar al rey en la administración.

Con la ascensión de Luis XIV, la monarquía absoluta alcanzo su máximo apogeo. El rey hizo suya la teoría del derecho divino; redujo el papel de la antigua aristocracia y se rodeo de consejeros de origen burgués. La figura del rey llego a identificarse por completo con el Estado en la frase de Luis XIV, el Rey Sol: ‘El Estado Soy Yo’.

En Inglaterra los reinados de Enrique VIII y su hija, Isabel I, marcaron el punto mas alto del poder monárquico en Inglaterra, logrando relegar el papel del Parlamento a un órgano menos consultivo. Sin embargo para los ingleses, la nación constituía una Commonwealth, un bien común, y la ley venia de la costumbre Commonlaw. Esta concepción contraria al absolutismo monárquico de Carlos I, así que en 1642 estalló la guerra civil entre el Rey y el Parlamento dominado por los puritanos. La pugna por el poder condujo a una cruenta guerra civil, dirigida por los revolucionarios Pym y Oliver Cromwell, sucesivamente termino con la ejecución del rey en 1649 y el establecimiento de un régimen republicano, dirigido por el parlamento. Cromwell instauro un gobierno tiránico que duro hasta su muerte. Una vez fallecido el Parlamento llamo a Carlos II para restablecer el poder real, a condición de respetar el rol del órgano parlamentario en el gobierno.

Desde 1618 hasta fines del siglo XVIII, Europa fue el campo de batalla de las innumerables guerras que involucraron sobre todo a España, Francia, Inglaterra, Portugal, Holanda, el Imperio austriaco y el Imperio turco. En ellas se mezclaron motivos políticos territoriales, económicos y religiosos.

Una de las guerras mas importantes fue la Guerra de los Treinta Años (1618 – 1648) fue el primer enfrentamiento europeo en que intervinieron las causas económicas de los Estados y en ella se involucraron los países mas poderosos de Europa Se inició con una lucha religiosa entre el Emperador alemán, católico y los principados protestantes, pero rápidamente se involucraron España y Austria al lado de la causa católica, y las Provincias Unidas, Dinamarca, y Suecia al lado de la causa protestante. También se hicieron parte de la contienda, Francia e Inglaterra, que temían el potencial crecimiento el poderío de los Habsburgo que gobernaban España.

Francia fue la principal beneficiada con el conflicto que acabaría definitivamente con el antiguo poderío español. Su triunfo significo el inicio del predominio francés en el continente europeo y un giro importante en el duelo franco-español. Por otra parte, significo también el declive del Imperio alemán, el cual quedó fragmentado en más de 300 estados independientes.

En 1648, luego de un gran desgaste de las naciones involucradas en el conflicto, se logró acordar la llamada Paz de Westfalia, que estableció un nuevo orden político de las naciones independientes y soberanas en Europa y puso fin a la última fase de las guerras de religión.

2.- La Edad Moderna en Contexto Económico

Durante los siglos XIV y XV, la agricultura se debilitó como centro de la economía europea, mientras que la actividad manufacturera y, sobre todo, el comercio se consolidaron como las mayores fuerzas de las ciudades.

Aún cuando la agricultura siguió siendo la principal actividad para la mayoría de los europeos, el centro de la economía se había trasladado a las ciudades, donde se desarrollaba una fuerte actividad manufacturera y donde el comercio tenía su base. Los centros urbanos marcaron el desarrollo económico de Europa e impulsaron la colonización del resto del mundo. En esta época de la historia se desarrolla el Capitalismo, el Mercantilismo, El comercio de esclavos,

Al finalizar el siglo XVI, se había generalizado en Europa occidental el capitalismo comercial que era la forma de pago con monedas acuñadas. El capitalismo Comercial se había extendido su acción hasta los mercados en África y América. Los gobiernos comenzaron a intervenir en la actividad económica, intentando mejorar su organización y establecer una política mercantil coherente. El Mercantilismo se basaba en la intervención estatal en la economía de manera de asegurar una balanza comercial favorable para acumular oro y plata dentro del Estado. Esto significaba estimular la producción interna para poder exportar más de lo que se importaba.

La política económica dominante en aquel periodo sostenía que el poder económico de una nación se basaba en la acumulación de metales preciosos y propugnaba el proteccionismo y la intervención del Estado en la economía. El mercantilismo dominó en una época en que los Estados se veían involucrados en enormes gastos que crecían a medida que se multiplicaba la burocracia administrativa, y el tamaño y necesidades lógicas de los ejércitos.

Con la adopción del Mercantilismo, los reyes y sus ministros tendieron a tomar medidas proteccionistas, alzando tarifas aduaneras y prohibiendo la importación de productos que se elaboraban en el país. En algunos casos, los gobiernos se apropiaron de ciertas actividades económicas, estableciendo monopolios. Las consecuencias de este sistema fue el fomento de la producción industrial y agrícola. Para poder aumentar la exportación era necesario tomar medidas que tendieran a proteger y a ayudar a la actividad artesanal- industrial y a la agricultura.

El comercio fue la actividad económica que impulsó la economía de los siglos XVII y XVIII, pues activó el crecimiento de la agricultura y la industria. La expansión mercantil del siglo XVIII, en tanto se generalizó, contribuyó a la dinamización de una economía que en el siglo XVII aún mostraba signos de contracción. Las grandes compañías comerciales fueron la forma de organización mercante que caracterizó al periodo. Estas se encargaban de las transacciones con las colonias, al manejar la importación

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