La Educacion De Los Antiguos Hebreos

Los hebreos, israelitas o judíos, estaban integrados por un grupo de tribus o familias de pastores nómadas quienes eran provenientes del país mesopotámico de Ur.

La historia que nos enseñan los escribas señala que se instalaron en Egipto, para después huir de ahí y en el año 1200 A.C., se instalaron en Palestina donde lograron desarrollar grandemente la agricultura.

La fuerza principal de los hebreos reside en sus principios religiosos que sus antepasados habían elaborado y concibiendo un Dios llamado Jehová o Yahvé, como un espíritu no ligado a ninguna fuerza natural, a algún animal o a algún lugar; y generaron un personaje, el profeta, quienes fueron los primeros grandes educadores ya que era el mismo Dios hablando a través de ellos.

Los profetas no eran sacerdotes, sino más bien predicadores laicos que se sentían poseídos por el verbo divino, siendo el juez Samuel, quien promovió la institución de las “escuelas proféticas” Dentro del seno familiar se impartía la instrucción elemental existiendo un profundo sentimiento religioso que reunía en sí los lazos familiares y patrióticos; pero esta instrucción no estaba formalmente organizada, pero en el aspecto moral era más eficaz que cualquier otra educación oriental.

Existía un tipo de escribas que asistían a los sacerdotes en la exégesis de la ley y en la compilación de un conjunto de comentarios, normas morales o jurídicas, preceptos religiosos y rituales, que asumió el nombre de Talmud.

Surgieron entonces las Sinagogas, que en un principio no eran destinados al culto, sino sólo a la instrucción religiosa, mientras los escribas impartían sus clases en los domicilios de las personas o en sitios proporcionados por los ciudadanos ricos alguna forma de enseñanza profana de carácter superior.

A la sombra de las sinagogas surgieron escuelas primarias que al multiplicarse y observar su necesidad, se volvió obligatoria en Jerusalén y después en todo el territorio.

Según el Talmud, un maestro no debía tener menos de veinticinco alumnos, ni más de cuarenta, al menos que contara con la ayuda de un asistente.

La educación judía se caracteriza por su espíritu religioso y por darles a los valores individuales una gran importancia, así como también, haber tomado por forma una ley de interioridad moral que tiene por único punto de referencia la voluntad de un Dios universal, infinitamente bueno y justo, sin embargo, llama mucho la atención que, mientras que el libro bíblico de los Proverbios, el cual está inspirado en la sabiduría egipcia, recomienda los castigos corporales, con la finalidad de disciplinar y corregir, el Talmud los condena expresamente.

Los hebreos tenían por tradición, la creencia que algún día nacería entre los miembros del pueblo, el Mesías, es decir, su salvador y esta creencia se materializa con el nacimiento de Jesús.

Ahora bien, cuando Jesús nació, Palestina estaba invadida por los romanos y gran parte de sus actividades económicas, sociales, culturales políticas y religiosas se regían desde Roma, así como también, los romanos recibían una gran influencia de los judíos.

Es por eso que durante los años futuros del imperio romano, se consolidó una religión que se genera en los pueblos israelitas, tierras dominadas por éstos y que esta corriente religiosa logró infiltrarse en los pueblos más cercanos a Roma y, finalmente, en la misma ciudad, y así fue como el Cristianismo sienta sus reales en Roma y su influencia religiosa y pedagógica fue decisiva en el desarrollo intelectual de las siguientes generaciones ya que, uno de los principios religiosos expresado por Jesús fue: id y predicar el evangelio, (la buena nueva), esto incluía también ciertas enseñanzas de tipo laico y profano.

De ahí que el ideal pedagógico de los evangelios era formar al hombre nuevo y espiritual, es decir, formar al miembro

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