La Prostitución En El Medioevo

“Las mujeres de cuerpo pecaminoso: la prostitución”

¿La prostitución era considerada como un oficio? ¿Formaba parte de la vida urbana? Se tratará de develar estas preguntas mediante un estudio del proceso histórico, de una descripción y un análisis buscando considerar si fue o no un fenómeno social y cuáles fueron las causas de su desarrollo.

La prostitución era respetada por un lado y por el otro se la condenaba, la iglesia la consideraba un pecado pero igualmente aceptada como un “mal necesario”; se permitía que los jóvenes buscasen el placer en estas meretrices y al mismo tiempo se las protegía de las violaciones1.

El prostíbulo se convirtió con el paso del tiempo en una institución urbana, por ello los gobiernos intentaron por todos los medios exterminarlos2; esfuerzos que se convirtieron en vano a causa de la gran demanda. Formaban parte de la sociedad y eran útiles, las prostitutas eran limitadas y marcadas para ser diferenciadas de las demás mujeres3.

Las condiciones sociales que dieron lugar a la prostitución fueron en primer lugar la violencia sexual, un hecho tan común en la vida cotidiana4, las causas de estas agresiones se debieron a las frustraciones ocasionadas por el matrimonio y sus costumbres.

Las mujeres se casaban muy jóvenes con hombres mucho mayores, que las dominaban en todos los sentidos, debían respetar y obedecer, culpables por excelencia de las violaciones o cualquier otra falta5.

Las víctimas de la violencia sexual eran mujeres entre 15 y 33 años en edad de matrimonio, las preferidas se encontraban entre buenas mujeres de cura, novias en vísperas de boda, separadas del marido6.

Las violaciones no eran rechazadas ni mutiladas, la mujer era culpable por definición luego de estos abusos no podían reintegrarse a la vida social y por ello eran enviadas al prostíbulo dónde debían estar hasta alcanzar los 30 años y luego sí reivindicarse en la sociedad, se podían casar y en estas instancias sí eran aceptadas7.

Existían varios niveles de prostitución aunque el único aceptado por las autoridades era el prostíbulo. Había quienes lo hacían en baños y sus edades rondaban los 15 años, las profesionales que tenían alrededor de 28 años y eran las que trabajaban en el prostíbulo y había también mujeres que lo hacían en bares o cualquier otro lugar menos discreto. Las trabajadoras de los burdeles tenían un riguroso plan de pagos preestablecido con las autoridades, sus servicios eran bien requeridos y también poseían un seguro que las protegía8.

Los clientes oscilaban entre los 18 y 40 años, provenían de todos lo ámbitos sociales e ir al prostíbulo era una necesidad natural, quien no lo hacía era sospechoso9.

La instauración del prostíbulo entre los siglos XIV y XV dentro del sistema social canalizó en cierta forma actitudes agresivas, el “charivari” era una expresión utilizada para describir la frustración que los jóvenes sentían en cuanto al casamiento de jóvenes y hermosas mujeres con hombres adultos10. Por otro lado se protegía el honor de la mujer aunque también se la excluía de las mujeres honestas; la prostitución se convirtió en una institución de la sociedad11.

A partir de la crisis del Renacimiento lo que había sido algo totalmente natural y controlable cómo el ejercicio de vender el cuerpo se transformó en una excesiva ostigación contra la prostitución. Suceso que comenzó a gestarse con: la revalorización de la mujer en el siglo XVI y la aceptación de la misma dentro de la sociedad, las epidemias mantuvieron cerrados los burdeles durante muchos años, la delincuencia y la miseria llevaron a que las autoridades municipales junto con la iglesia y la monarquía tomaran extremas mediadas en cuanto a burdeles y mujeres12.

Poco a poco todo fue más engorroso

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