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La Revolución Rusa


Enviado por   •  18 de Julio de 2011  •  6.952 Palabras (28 Páginas)  •  1.984 Visitas

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La revolución Rusa (Sheila Fitzpatrick)

Introducción

El libro abarca desde febrero de 1917 hasta las grandes purgas de 1937-8. Al final de esos años, la energía revolucionaria se había agotado por completo, la sociedad estaba exhausta y hasta el gobernante partido comunista estaba cansado de convulsiones y compartía el generalizado anhelo de “regresar a la normalidad”. La 2ª guerra mundial aportó nuevos trastornos, pero no más revoluciones, fue el comienzo de una nueva era, posrevolucionaria, en la historia soviética.

Todas las revoluciones llevan como lema a nobles consignas (igualdad, libertad, justicia etc), todos las revolucionarios son fanáticos entusiastas, (quieren mejorar el mundo, acabar con la injusticia, la corrupción, etc.), son intolerantes del disenso, son poco realistas e inexpertos en materia de gobierno, sus objetivos son grandiosos y lejanos; creen q la sociedad puede ser una tabla rasa sobre la que se escribe la revolución. Más allá de toda similitud, cada revolución tiene su particularidad: Rusia estaba situada en un lugar periférico, los revolucionarios eran marxistas.

En el libro tres temas tienen especial importancia:

1) La modernización industrial y tecnológica que los bolcheviques lucharon por alcanzar.

2) Los bolcheviques veían la revolución en términos de lucha de clases y dieron por sentado que los proletarios y los campesinos pobres eran sus aliados. Que hayan tomado el poder con el respaldo de la clase obrera no significa q haya conservado ese respaldo para siempre.

3) El terror y la violencia revolucionaria: la violencia popular es inherente a la revolución y tiene como principal objetivo destruir al enemigo. Hay entonces 2 tipos de terror, el primero dominó en los primeros años de la revolución y se extinguió en la década del 20 y resurgió al final de este período con la colectivización y la revolución cultural. El segundo, aparece con las purgas que se iniciaron en el 21, 29, 33-4; las más grandes fueron en el 37-8.

El escenario: a inicios del siglo XX, Rusia era una de las principales potencias europeas aunque era un país atrasado en comparación con Gran Bretaña, Francia y Alemania; había tardado en salir del feudalismo (1861) y tardado en industrializarse. Desde 1890 Rusia experimenta su 1ª fase de crecimiento económico, provocado por las políticas oficiales de industrialización, la inversión extranjera, la modernización de la banca. Hasta 1905 no habían existido partidos políticos legales ni parlamento; legalmente los ciudadanos pertenecían a “estamentos” (urbano, campesino, clero, nobleza). Luego de 1905, Nicolás II estableció un parlamento elegido a nivel nacional, la Duma.

La sociedad: el imperio cubría un amplio territorio, el núcleo del Imperio (la Rusia Europea) tenía una población de 92 millones en 1987, la población total del Imperio del mismo año era 126 millones. Había un puñado de grandes centros industriales, la mayoría producto de una reciente y veloz expansión. En las aldeas, los campesinos aún poseían la tierra según un régimen comunal, el mir (consejo de aldea) redistribuía periódicamente las parcelas de modo que cada hogar tuviese igual participación; las técnicas modernas de explotación pecuaria eran desconocidas y la agricultura apenas sobrepasaba los niveles de subsistencia. Los campesinos estaban a no más de una generación de distancia de la servidumbre (la abolición fue en 1861), los mismos debían efectuar pagos de “redención” al Estado a cuenta de la suma global q se les había dado a los terratenientes a modo de compensación (los pagos se habían distribuido a lo largo de 49 años). Muchos hombres jóvenes trabajaban como asalariados en la agricultura, la construcción, la minería o las ciudades (requería dinero para pagar impuestos), que se alejaban unos meses al año, dejando que sus familias explotasen las tierras en la aldea. (Esta actividad genero muchas migraciones internas en el imperio). Muchos campesinos vivían con un pie en la “tradicional” aldea y con otro en la ciudad industrial. Los trabajadores (de primera generación) q formaban la clase obrera rusa, eran en su mayoría campesinos. El componente campesino en la clase obrera rusa hacía que esta fuese más revolucionaria. Los campesinos rusos no eran, como sus pares franceses, pequeños propietarios conservadores con un sentido innato por la propiedad. Los campesinos rusos poseían una tradición de levantamientos y rebeliones violentas contra los terratenientes y funcionarios.

Hasta cierto punto, la clase obrera rusa fue revolucionaria, pues no tuvo tiempo de adquirir la “conciencia sindical”. La clase media (comerciantes, profesionales, hombres de negocios, etc.) eran un grupo minoritario y débil, (en expansión); la burocracia estatal continuaba estando dominada por la nobleza. Los rusos educados eran reconocidos como la “inteliguentsia”, palabra q describía a una elite educada y occidentalizada, separada del resto de la sociedad rusa por su educación y del régimen autócrata por su ideología radical. El movimiento revolucionario ruso de la segunda mitad del siglo XIX, caracterizado por la organización conspirativa en pequeña escala para combatir a la autocracia, y liberar así al pueblo, fue en buena parte resultado de la ideología radicalizada y el descontento político de la inteliguentsia.

La tradición revolucionaria: para finales del siglo XX uno de los principales temas de discusión era la industrialización y sus consecuencias sociales y políticas. Al respecto dentro de la inteliguentsia, los “populistas” sostenían que la industrialización había tenido un impacto destructivo sobre las comunidades rurales, desarraigando a los campesinos de las tierras. Los populistas querían salvar el mir, la forma tradicional de organización aldeana a través de la campaña “ir al pueblo” en donde miles de estudiantes e integrantes de los grupos educados de Rusia dejaron las ciudades para ir a las aldeas. La intención era propagar las ideas revolucionarias.

Las autoridades se opusieron y realizaron arrestos en masa, los campesinos sentían sospechas por estos “extranjeros” y los entregaban a la policía. Este desastre produjo un hondo desengaño entre los populistas, hubo un brote de terrorismo revolucionario a fines de la década del 70, motivado, en parte, por el deseo de los populistas de vengar a sus camaradas encarcelados (en 1881 el grupo populista “voluntad del pueblo” logro asesinar al emperador Alejandro II).

En la década del 80 como consecuencia de los dos desastrosos intentos de congraciarse con el pueblo por parte

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