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La Segunda Guerra Mundial


Enviado por   •  20 de Octubre de 2013  •  6.543 Palabras (27 Páginas)  •  268 Visitas

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INTRODUCCION

Hablar de la segunda guerra mundial, es recapitular la peor guerra de la historia de la humanidad; en ella se produjeron decenas de millones de bajas mayormente civiles que militares, gracias a los múltiples ataques de bombas y no olvidemos el asesinato masivo de comunidades enteras de judíos en los campos de concentración de la Alemania nazi, gracias al FÜHRER Adolf Hitler, que quería crear el espacio vital, este desencadenamiento de sucesos se dieron a causa del gran crack de 1929, con la caída de las relaciones económicas de los países, y el miedo de perder su independencia por su vulnerabilidad, al igual que las hostilidades de Alemania hacia lo que antes era conocido como la URSS.

CAPITULO 1

ANTECEDENTES DEL CONFLICTO

Los años que transcurrieron entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial fue un período de inestabilidad política, económica e internacional en donde las potencias europeas comenzaron lentamente a organizarse con el propósito de enfrentar en cualquier momento un nuevo conflicto bélico. De esta forma Alemania tomará la iniciativa ante cualquier motivo de lucha, logrando que en 1936 un pacto entre estos y los italianos dieran origen al eje Roma – Berlín al cual se agregó poco tiempo después Japón.

Hitler y Mussolini tenían ambiciones expansionistas. Así en 1936 Italia se anexó Etiopía y en 1938 Alemania incorporaba a su territorio a Austria y los Sudetes en Checoslovaquia, y al año siguiente, Hitler firmaba un pacto con Stalin para repartirse Polonia. Con ello impedía que la Unión Soviética se alíe con Francia e Inglaterra para así no ser atacada por el oriente.

Esta situación permitió también que los soviéticos ganen tiempo en la organización de su ejército ya que Stalin sabía que tarde o temprano, Hitler lo atacaría.

Al finalizar la I Guerra Mundial muchos pensaron que sería la última de todas las grandes contiendas. Sin embargo, la forma en que se configuró la paz portaba la semilla de graves problemas que condujeron al estallido de un segundo conflicto, aún más devastador.

CAPITULO 2

LAS ANEXIONES ALEMANAS

Los nazis creían firmemente en la teoría del “espacio vital” (Lebensraum), creado por el geógrafo alemán Ratzel, y que consistía en la anexión de territorios con el propósito de alcanzar el desarrollo de un país así como el retorno de territorios de habla alemana situados en otros Estados. De modo similar, Mussolini pregonaba la necesidad de una zona de influencia en el Mediterráneo para así poder recobrar el prestigio del antiguo Imperio romano. Los japoneses, por otro lado, sostenían que su “espacio vital” debía comprender las costas asiáticas, por lo que crearon el estado satélite de Manchukuo en territorio chino.

Esta ideología se sumó al programa económico del Eje (especialmente de Alemania) para reactivar la industria nacional mediante la fabricación de armamento a la vez que incrementara la producción de bienes de consumo mediante una reglamentación de las jornadas laborales y de los salarios. Contraviniendo abiertamente el Tratado de Versalles de 1919, Hitler ordenó el rearme y los gastos en material bélico se incrementaron de cuatro a dieciocho mil millones de marcos entre 1934 y 1938.

Con este soporte militar, Hitler comenzó su carrera expansionista con la Anschluss (incorporación de Austria) en 1938, donde realizó un plebiscito que legalizó la anexión. Siguiendo con su plan de conquista del “espacio vital”, demandó los Sudetes, un espacio checoslovaco habitado por tres millones de alemanes. Una vez ocupado el país checo, Hitler aumentó sus exigencias al corredor de Danzig, en territorio polaco. La negativa del gobierno polaco a ceder su soberanía y la firma del pacto de no agresión entre Rusia y Alemania el 24 de agosto de 1939 sellaron la suerte de Polonia, que sería invadida una semana después.

El “espacio vital” de acuerdo a Hitler

Ninguna nación de la tierra posee un solo metro cuadrado de territorio concedido por el cielo. Las fronteras se trazan y se modifican solo de acuerdo con la voluntad humana. El hecho de que una nación consiga adjudicarse un territorio que no le pertenecía no es ninguna razón para respetarla; prueba, sencillamente, el poder del vencedor y la debilidad de los perdedores. Este poder es la única cosa que da derecho a la posesión […].

Hitler, 1927.

La debilidad internacional frente al avance de Hitler

No se puede entender cómo el fascismo se extendió militarmente en menos de una década sin analizar la actitud de Francia e Inglaterra y de los ministros que negociaron con los líderes del Eje, Edouard Daladier y Neville Chamberlain, respectivamente. Pero más allá de las iniciativas personales de estos funcionarios, se debe indicar que ninguno de estos dos países deseaba la guerra puesto que su situación política, militar y económica no les permitía enfrentar un conflicto internacional.

La Sociedad de Naciones, creada en 1919 con el propósito de garantizar la paz entre los Estados, nada pudo hacer para contener el expansionismo fascista. Es más, las sanciones que le fueron impuestas a Japón por invadir China (1931) y a Italia por ocupar Etiopía (1935), lo único que lograron fue que estos países estrecharan sus vínculos mediante una serie de pactos y alianzas, como el Eje Roma-Berlín (1936) entre Italia y Alemania, y el Pacto Antikomintern (1936) entre Japón y Alemania. Hitler seguiría un camino similar retirándose de la Sociedad de Naciones en 1935 y dando inicio a una carrera armamentista que llevaría a los eventos de 1939-1945.

El reclamo de los Sudetes, y el pedido de ayuda del gobierno checo a Francia a Inglaterra, condujeron a celebrar la Conferencia de Múnich (setiembre de 1938) para decidir no solo la suerte de Checoslovaquia sino de Europa. Reunidos Chamberlain, Daladier, Mussolini y Hitler, convinieron en aceptar la ocupación alemana de Checoslovaquia en las zonas de habla germana. Paradójicamente, se creyó que Hitler cumpliría su compromiso de no invadir otros países, y que la Conferencia había asegurado la “paz para nuestro siglo”, cuando un año después se desencadenaría un conflicto de proporciones inimaginables.

1. El viraje franco-soviético.

Tras el ascenso de Hitler Francia se siente de nuevo obsesionada con Alemania, en ese clima busca una aproximación a la Rusia Soviética,

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