La Soberanía Popular

Como introducción; en el desarrollo de la sociedad moderna surgió la necesidad de contar con un poder centralizado, capaz de pacificar capaz de pacificar y someter dentro de un territorio determinado, tanto en los poderes ideológicos, como en los poderes económicos, es así como surge el valor más relevante de nuestra nacionalidad; su defensa y fortalecimiento son el primer objetivo del Estado mexicano: la SOBERARNÍA.

“La soberanía, como concepto político, supone un poder en lucha con otros poderes hasta lograr su plena afirmación […] es la cualidad específica del poder del Estado”. (Sánchez)

La soberanía como concepto surgió, no en virtud de razonamiento de gabinete de especulación teórica o abstracta, sino motivada por la necesidad de explicar acontecimientos históricos. En otras palabras, la soberanía es el poder de una comunidad política, un poder que está por encima de todos los poderes sociales, políticos y económicos de una sociedad y que está en igualdad de términos con otros poderes de otras sociedades. Este poder es la capacidad de una sociedad de auto determinarse a sí misma sobre todo en su forma de gobierno y sus leyes.

El concepto de soberanía surgió cuando los europeos de los siglos XVI y XVII empezaron a buscar fundamentos laicos sobre los que basar la autoridad de los incipientes estados nacionales.

La Soberanía y el Estado son los elementos más representativos del Poder del Estado, y dicho poder se ve reflejado en una serie de instituciones sin las cuales sería impensable concebir al Estado, y lo que conocemos como sistema democrático. La teoría de la soberanía ocupa un lugar privilegiado entre las teorías que intentan explicar la forma en la cual se expresa el consentimiento de los individuos en someterse al poder del Estado, en sí, el Estado es soberanía.

La expresión concreta de nuestra soberanía consiste en resguardar la plenitud de nuestro territorio y asegurar así mismo la vigencia del Estado de Derecho, con la supremacía de la Constitución Política y de las leyes que procedan de ella.

Las características sustanciales de la soberanía según la doctrina contemporánea son tres:

1. UNICA: porque la soberanía es el carácter divino de una potestad y, por ello, esa potestad no puede concernir a dos o más sujetos. La unidad es el orden jurídico, como cualidad de un poder que no puede ser compartido.

2. INDIVISIBLE: porque el pueblo, único sujeto a titular de la soberanía, se determina por sí mismo.

3. INALIENABLE: porque en ninguna forma el pueblo, titular de la soberanía, puede cederla, renunciar o enajenarla.

El primer teórico de la soberanía fue el francés Jean Bodino quien es su obra clásica los siete libros de la república, publicada en 1576

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