La Televisión Que Viene

La televisión ha cambiado. No ha muerto como muchos aseguran, pero ha mutado, está en un proceso de transformación que se irá acentuando con el tiempo. La tele reina, la seguimos consumiendo una media de 242 minutos diarios. Sin embargo, ésta envejece, los mayores de 65 años son los que más consumen, y se aleja de las rentas más altas, que es lo más importante para los anunciantes.

Sobre la televisión y sus gestores se ha desencadenado una tormenta de cambios tecnológicos, regulatorios y sociológicos que han arrasado con el modelo tradicional, han provocado una enorme inestabilidad y han configurado un panorama de alianzas y competencias en el que a partir de ahora la mutación permanente y la flexibilidad para adecuarse a ellos será una exigencia ineludible.

El desarrollo de toda la infraestructura, la digitalización y el espacio dentro del hogar, ha modificado la cadena de valor de los contenidos. Así hay nuevas formas de crear, de distribuir, de administrar. A los agentes tradicionales se han sumado en el contexto fabricantes de software y hardware, agregadores de contenidos, redes sociales, buscadores. Los usuarios también han cambiado de consumidores pasivos a productores, editores y distribuidores.

Los jóvenes han sustituido el mando a distancia por el teclado. Sus vidas discurren pegadas a pantallas de diferentes tamaños y funcionalidades. Quieren que sus dispositivos permitan recibir contenidos en directo y a la carta, como descarga o en streaming, visionarlos, compartirlos y comentarlos.

El nuevo modelo obliga a los protagonistas habituales -radiodifusores, cableoperadores, operadores de satélite- a entenderse con nuevos actores con capacidad de ofrecer nuevas propuestas, alternativas y/o complementarias como la televisión IP, la televisión en el móvil, la TV en Internet.

En este momento, Internet domina la escena. Las cadenas de televisión han empezado a cuidar tanto sus páginas web como la programación lineal en TV. Por otro lado, ha sido interrumpido el crecimiento de la televisión por cable por el elevado coste de sus infraestructuras frente a alternativas como el satélite o la TDT. La TDT tampoco ha resultado ser como se esperaba en lo que se refiere a interactividad. Y actualmente se anuncia la HDTV, televisión en alta definición, que requerirá una nueva adecuación del parque de televisores y descodificadores, y la TV en tres dimensiones, que supondrá a largo plazo lo que la 3D ha supuesto en el cine: innovación y más audiencia.

En Corea hay 20 millones de terminales con tecnología DVB que permite ver TV en el smarthphone, pero en España el debate está centrado en el reparto del espectro, en quienes sean los beneficiarios del ancho de banda que permitirá explotar la TV en movilidad y otras alternativas de emisión, que hará que esto genere un “dividendo digital” que se disputan operadores de teleco, cadenas de televisión y nuevos agentes en el sector audiovisual.

La convergencia ha abierto debates y amenaza las tradicionales posiciones de las cadenas de televisión, la influencia de los grupos mediáticos a los que pertenecen y la capacidad de crecimiento de los operadores de redes fijas y móviles. Además, Las cadenas de televisión utilizan la red de telecomunicaciones para distribuir contenidos en Internet, en directo o a la carta, con la opción de que el usuario los comente y los comparta con sus amigos en redes sociales; las operadoras de telecomunicación agregan esos contenidos en sus plataformas de distribución IP. Y a publicidad online supera la de la TV común. Con esto vemos que estamos en una revolución que establecerá nuevas normas y elevará a los altares el contenido, segmentado, personalizado, de valor para el que lo consume, comparte, comercializa y distribuye: La era audiovisual ha comenzado.

Hacia el modelo híbrido: Un ejemplo es la transmisión de la final del mundial Sudáfrica que alcanzó la cifra de 26.000 millones de televidentes y las cifras económicas, con respecto al deporte, también son muy altas. Justo después de este evento se presento el nuevo servicio Google TV, televisión web (con un millón de canales). Esto genera desconocimiento y debate sobre el futuro de la TV. Sin embargo, no podemos negar que la tv y el fútbol (como otras cosas) se complementan, por ello, la televisión en su modalidad “broadcast” tiene una larga vida pues no existen alternativas tecnológicas a corto plazo que puedan asegurar un impacto de tal magnitud.

Las plataformas verticales de televisión de pago han incorporado de forma natural las innovaciones tecnológicas como: alta definición, la dotación de dispositivos de recepción (Personal Video Recorder o PVR), que incorporan un disco duro para sus abonados, y los contenidos en 3D.

La TDT se ha visto algo retrasada en la introducción de nuevos servicios y además su modelo horizontal implica a una multiplicidad de actores, en especial tiene una mutua dependencia del mercado de la electrónica de consumo. Que la oferta de la TDT pueda desarrollarse dependerá de que se racionalicen las demandas del “Dividendo Digital” para ser usado para servicios distintos de la televisión broadcast. Lo que se presenta como disruptiva es la distribución de contenidos audiovisuales vía internet que presenta dos problemas: la inexistencia hasta el momento de modelos de negocio que permitan rentabilizar los contenidos en internet y la inexistencia de una calidad de servicio garantizada.

El sentido común lleva a pensar que soluciones híbridas serán las que mejor se adaptarán a las necesidades de consumo esperadas en el medio plazo y largo. Ejm: Los operadores IPTV están incorporando un sintonizador TDT a sus descodificadores. Con este modelo híbrido broadcast broadband, se podrá “modernizar” la oferta a los nuevos hábitos de consumo que tienden a una mezcla entre visionado de contenidos lineal y no lineal. Otro aspecto interesante es que los nuevos medios audiovisuales no restan tiempo de visionado de televisión porque aparece el concepto de simultaneidad de consumo en medios.

La fragmentación de las audiencias es una amenaza a la que está expuesta la televisión broadcast; sin embargo, la TV es el único medio realmente preciado por los anunciantes.

Cuando los fabricantes de televisores hablan de sus nuevos prodigios pensados por sus ingenieros cada vez se refieren menos a la capacidad para ver la televisión y más a cualquier otra funcionalidad, como la conexión con otros seres humanos a través de Internet. Así que los aparatos que nos rodean ya no tienen tanto que servir ni tener su factor o característica principal, por esto los medios se preparan para introducirse a la gran pantalla e innovación digital. Por lo mismo, ahora la sociedad hace más de una cosa a la vez: como ver TV y estar conectado a internet al mismo

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