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La batalla de Junín


Enviado por   •  10 de Abril de 2014  •  Trabajos  •  1.727 Palabras (7 Páginas)  •  377 Visitas

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Batalla junin

La batalla de Junín fue uno de los últimos enfrentamientos que sostuvieron los ejércitos realistas e independentistas en el proceso de la independencia del Perú el 6 de agosto de 1824. Su resultado fue la victoria de los independentistas.

Simón Bolívar, Libertador y Presidente de la Gran Colombia continuó la guerra de emancipación del Perú. En el año 1824 los realistas se sostenían aún en la sierra central y el Alto Perú. Bolívar tenía en su ejército más de 8.000 hombres, equivalente en número al realista, pero las fuerzas realistas estaban dispersas entre el valle del Mantaro y Alto Perú. Esto fue debido a la sublevación en el Alto Perú del general realista Olañeta que fracturó la defensa del virreynato, y obligó al virrey a mandar sobre el Alto Perú parte importante de sus ejércitos al mando de Jerónimo Valdés, unos 5.000 regulares que tenían su base en Puno.

Bolívar, conocedor de esta ventaja aprovechó la oportunidad, y en junio de 1824 enfiló su ejército hacia la sierra central del Perú para aislar a las solitarias fuerzas realistas del general José de Canterac, situadas en el norte.

La batalla se desarrolló en la pampa de Junín o Meseta de Bombón, situada en el centro del Perú en el actual departamento de Junín a orillas del lago llamado Junín o Chinchaycocha que está situado a 4000 msnm. La planicie está ubicada en la región natural de la puna o altoandina, entre los distritos de Junín, Ondores y Carhuamayo de la región Junín y el distrito de Ninacaca de la región Pasco.

El 2 de agosto Simón Bolívar pasó revista a su ejército, compuesto por 7.900 soldados de infantería, 1.000 de caballería y 6 piezas de artillería, en el llano de Rancas dirigiéndole estas elocuentes palabras:

¡Soldados! Vais a completar la obra más grande que el cielo ha encomendado a los hombres: la de salvar un mundo entero de la esclavitud.

¡Soldados! Los enemigos que vais a destruir se jactan de catorce años de triunfos. Ellos, pues serán dignos de medir sus armas con las vuestras que han brillado en mil combates.

¡Soldados! El Perú y la América toda aguardan de vosotros la paz, hija de la victoria, y aún la Europa liberal os contempla con encanto porque la libertad del Nuevo Mundo es la esperanza del Universo. ¿La burlaréis? No. No. Vosotros sois invencibles.

Simón Bolívar

El 6 de agosto el ejército de Canterac, formado por 1.300 jinetes, 7.000 infantes y 9 piezas de artillería,3 marchaba apresuradamente alrededor del lago Junín tratando de evitar el combate con Bolívar. Esa tarde el Ejército Unido había cruzado el río Grande a la altura de Rumichaca, al llegar a una elevación pudieron observar al ejército realista en retirada acercándose a la llanura de Junín.

Sin perder tiempo, Bolívar ordenó a 900 jinetes de su caballería intentar detener a los realistas mientras la infantería, que aun se encontraba a 5 kilómetros de distancia los alcanzaba. Viendo esto, Canterac ordenó a su infantería continuar la retirada y poniéndose el mismo a la cabeza de sus hombres, desplegó su caballería en batalla ordenando que los "Húsares de Fernando VII" y los "Dragones del Perú" formaran una sola línea teniendo a los "Dragones de la Unión" en columna a los dos flancos para favorecer el envolvimiento de la caballería patriota.

Entrevista de guayaquil

La entrevista de Guayaquil fue el encuentro entre los libertadores de América del Sur, Simón Bolívar y José de San Martín, en Guayaquil, el 26 de julio de 1822.

Sus fines concretos eran discutir la soberanía sobre la provincia de Guayas (integraba hasta esa fecha el Virreinato del Perú), la liberación del Perú y la forma de gobierno conveniente para los nacientes estados americanos. Mientras San Martín se inclinaba por un régimen monárquico, con características constitucionales, Bolívar se mostró partidario de unarepública democrática y, en forma general, la consolidación de América del Sur unificada.

El 24 de mayo de 1822, Sucre derrota a los realistas en Pichincha y ocupa Quito el 25 de mayo. El contingente peruano que intervino en esta batalla, estuvo compuesto por 1.600 efectivos al mando del coronel Andrés de Santa Cruz y se unió a la tropa patriota grancolombiana en Saraguro el 9 de febrero de 1822. Posteriormente, Simón Bolívar presiona diplomáticamente a Guayaquil, con el fin de anexarla a la Gran Colombia. Tanto el Libertador del Norte, general Simón Bolívar como el Libertador del Sur, general José de San Martín, estaban convencidos que la definición de la independencia americana tenía que darse en suelo peruano, por lo que el propósito de Simón Bolívar era llegar al Perú.

Antes de los sucesos de Guayaquil, San Martín había convocado al Congreso Constituyente del Perú, el 27 de diciembre de 1821. Se eligieron 79 diputados. Este congreso fundador empezó a funcionar, majestuosamente, el 20 de septiembre de 1822 . Luego de la instalación y en la misma fecha, este Congreso ofreció al general José de San Martín poderes dictatoriales, los cuales rehusó. Se varió el ofrecimiento al de Fundador de la Libertad del Perú y Generalísimo de las Armas, título que fue aceptado por el general San Martín, aunque de manera honorífica. También, San Martín declaró, de manera simbólica, la Independencia de Perú el 28 de julio de 1821. El Congreso ya instalado eligió como su Presidente al fogoso religioso Francisco Xavier de Luna Pizarro.

Batalla de Ayacucho.

La Batalla de Ayacucho fue el último gran enfrentamiento dentro de las campañas terrestres de las guerras de independencia hispanoamericanas (1809-1826) y significó el final definitivo del dominio colonial español en América del sur. La batalla se desarrolló en la Pampa de Quinua o Ayacucho,22 Perú, el 9 de diciembre de 1824.

La victoria de los independentistas supuso la desaparición del contingente militar realista más importante que seguía en pie, sellando la independencia del Perú con una capitulación militar que puso fin al Virreinato del Perú. No obstante, España no renunció formalmente a la soberanía de sus posesiones continentales americanas hasta 1836. El tratado de paz, amistad y reconocimiento con el Perú fue firmado el 14 de agosto de 1879 en París.

En el año 1820 España entró en una debacle política por la sujeción del rey Fernando VII, y la restauración de la Constitución, apoyada por el general Rafael de Riego, quien sublevó la expedición de 20.000 soldados destinados al Río de la Plata para auxiliar a los realistas de América. Esto acabó para siempre con las expediciones de refuerzos de España, que desde entonces no se aprestaron para ningún lugar de América, y motivó que los dos grandes virreinatos, del Perú y de Nueva España, que hasta el momento habían contenido el avance de la revolución hispanoamericana tomasen caminos opuestos.

Mientras en México los monárquicos afianzados tras destruir a los insurgentes, concluyen su separación de la España Liberal mediante el Plan de Iguala, los Tratados de Córdoba y el pacto trigarante. En el Perú, por el contrario, el virrey Pezuela estaba desacreditado por la derrota de la expedición de Mariano Osorio en Chile y debilitado por la expedición a Lima de José de San Martín. El virrey absolutista fue derrocado finalmente por el general José de la Serna el 29 de enero de 1821 en el golpe militar de Aznapuquio, quien proclamó entonces su adhesión a la Constitución liberal española.

Los independentistas comenzaron en Cerro de Pasco una prometedora campaña para derrotar al Ejército Real del Perú mandado por el virrey La Serna. Pero los realistas, bajo una sólida subordinación militar, destruyeron sucesivos ejércitos independientes. El primero en la Batalla de Ica, comandado por los patriotas Domingo Tristán y Agustín Gamarra. Un año después en las campañas de Torata y Moquegua aniquilaron la Expedición Libertadora dirigida por Rudecindo Alvarado, retirado José de San Martín tras la Entrevista de Guayaquil. El año 1823 terminaba con la inesperada destrucción de otro ejército patriota comandado por Andrés de Santa Cruz y Agustín Gamarra, en otra campaña abierta sobre Puno, que comenzó con la batalla de Zepita, que ocupó la ciudad de La Paz el 8 de agosto, consiguiendo llegar a Oruro en el Alto Perú. El virrey La Serna terminó la campaña de Zepita desbandando las tropas aisladas de Santa Cruz y recuperando Arequipa tras batir a Antonio José de Sucre, quien reembarcó a los colombianos el 10 de octubre de 1823, salvándose con sus tropas pero perdiendo la mejor parte de su caballería.

Batalla de la victoria

La batalla de La Victoria fue una batalla de la Guerra de independencia de Venezuela, en la que fuerzas realistas al mando de José Tomás Boves intentaron tomar la ciudad de La Victoria, liderados por el general José Félix Ribas.

La batalla se libró el 12 de febrero de 1814. Ante la escasez de tropas regulares, Ribas tuvo que armar a unos mil estudiantes de los colegios y seminarios de la ciudad y de los otros poblados vecinos, entre ellos 85 estudiantes delSeminario de Santa Rosa de Lima de Caracas.3 Antes de entrar en batalla, el general Ribas arengó a los adolescentes que lo acompañaban, finalizando con estas palabras

Soldados: Lo que tanto hemos deseado realizará hoy: he ahí a Boves. Cinco veces mayor es el ejército que trae a combatirnos; pero aún me parece escaso para disputarnos la victoria. Defendéis del furor de los tiranos la vida de vuestros hijos, el honor de vuestras esposas, el suelo de la patria; mostrales vuestra omnipotencia. En esta jornada que será memorable, ni aun podemos optar entre vencer o morir: ¡necesario es vencer! ¡Viva la República!4

La batalla comenzó a las siete de la mañana y duró todo el día en las calles de la ciudad. Los efectivos republicanos construyeron una impresionante resistencia al empuje de las tropas realistas. Al caer la tarde, la batalla aún no se había decidido por ninguno de los dos bandos. Cuando la refriega arreciaba, los patriotas reciben un refuerzo de 220 soldados de caballería a cargo de Vicente Campo Elías, procedente de San Mateo. Horas después, los realistas se retiraron del combate.

Bolívar, al saber la victoria, le concedió a Ribas el título de "Vencedor de los Tiranos".

El 12 de febrero de 1947, la Asamblea Constituyente decretó celebrar cada aniversario de la batalla como el Día de la Juventud, en honor a los jóvenes que lograron esta importante victoria. En la plaza principal de La Victoria existe hoy en día un grupo escultórico elaborado por Eloy Palacios, inaugurado en 1895, que representa a Ribas dando indicaciones a unos jóvenes sobre el manejo de un fusil.

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