La buena empresa

Carrera: Ingeniería en Alimentos.

Nivel: Séptimo 7TD.

Asignatura: Sistemas de Producción.

Estudiante: Andrés Cevallos Albornoz

Docente: VITERI MOYA JORGE RENE

Tema: La buena empresa.

Resumen: Este es un libro sobre reputación corporativa, por eso lo he titulado La buena empresa, porque una buena empresa es una empresa reputada. La reputación se ha convertido en el paradigma de la excelencia empresarial, no por una cuestión nominalista, sino porque la crisis actual ha actualizado este concepto y también por el grado de desarrollo alcanzado en los últimos años por la doctrina reputacional dentro de la gestión empresarial, desarrollo que no adquirieron otras nociones que en su momento tuvieron cierto protagonismo. La reputación corporativa es, en este sentido, el hito más importante en las últimas décadas dentro de la historia del management desde que se introdujo el concepto de calidad en la práctica de la gestión empresarial.

Con la modesta intención de colaborar en la consolidación de esa doctrina de la reputación he escrito el libro; pero el motivo principal ha sido todavía más humilde: mi disposición a contribuir con algunas reflexiones personales sobre lo que es y lo que debe ser una buena empresa, desde la perspectiva actual, en un mundo asolado por los efectos de una crisis sin parangón desde hace mucho tiempo.

Hay un antes y un después sobre el significado de lo que entendemos por una buena empresa que viene marcado por las consecuencias de la crisis. Y aunque todas las crisis son penosas, es una lástima que esta se haya producido en el momento y con la intensidad con que lo ha hecho, porque las empresas; las grandes compañías, que en el imaginario colectivo canibalizan el concepto mismo de empresa; habían iniciado, en torno al cambio de siglo, una evolución en lo que hace tiempo he denominado la ‘nueva racionalidad empresarial’ basada en dos ideas; la ética y la sostenibilidad; que se antojaba irreversible con relación al desenvolvimiento de esas grandes compañías en la sociedad.

Abstract: This is a book about corporate reputation, so I've titled The good company because a good company is a reputed company. The reputation has become the paradigm of business excellence, not a matter nominalist, but because the current crisis has updated this concept and also by the degree of development achieved in recent years by the doctrine reputation within the business management development did not acquire other notions that once had some prominence. Corporate reputation is, in this sense, the most important milestone in recent decades in the history of management since the introduction of the concept of quality in the practice of business management.

With the modest intention to collaborate in building the reputation that doctrine have written the book, but the main reason was even more humble: my willingness to contribute some personal reflections on what is and what should be a good company , from today's perspective, in a world ravaged by the effects of an unprecedented crisis for a long time.

There is a before and after on the meaning of what we mean by a good company that is marked by the consequences of the crisis. And while all crises are painful, it is a shame that this has occurred at the time and the intensity with which it has, because companies, large companies, which in the collective imagination cannibalize the business concept; had initiated around the turn of the century, an evolution in what I have long called the 'new business rationality' based on two ideas, ethics and sustainability that seemed irreversible with respect to the development of these big companies in society.

Introducción: En el contexto actual, escribir un libro sobre la reputación empresarial como paradigma de la buena empresa supone un ejercicio valiente para mirar más allá de los resultados cortoplacistas y las modas corporativas. En primer lugar, por el hecho de que grandes sectores empresariales entre los que se encuentran el financiero, el energético y el inmobiliario/constructor, están siendo cuestionados por la opinión pública al considerarlos, de algún modo, corresponsables en la generación de la actual crisis nacional e internacional. En segundo lugar, por el distanciamiento progresivo de muchas empresas de los intereses públicos y sociales mediante la reducción de sus aportaciones a cuestiones sociales o medioambientales.

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