La educación derecho o privilegio?

La educación ¿derecho o privilegio?

Cuando hablamos de Educación, nos referimos al proceso de socialización de las personas, al derecho educarse en igualdad de condiciones y también el poder adquirir una conciencia cultural y conductual, donde nuevas generaciones de adquieren los modos de ser de generaciones anteriores, idealmente absorbiendo y estructurando el pensamiento, para luego crear opiniones y tener un razonamiento crítico.

La educación está consagrada como derecho en nuestra Constitución Política (artículo 19 n° 10) y aunque pueda parecer sorprendente, incluso entre quienes redactaron el anteproyecto de la Constitución de 1980 había quienes pensaban que el Estado no debía tener un rol subsidiario a la hora de asegurar este derecho. En efecto, varios de los miembros de la “Comisión Ortúzar” (Jaime Guzmán no, por supuesto) consideraban que el Estado tenía que tener un rol preponderante a la hora de hacer efectivo el derecho a la educación.

“El derecho a la educación es un derecho social y como tal implica, fundamentalmente, la acción de la comunidad para asegurar, a todos, el acceso a la educación; y si implica la acción de la comunidad, dentro de ella la institución fundamental es el Estado”.

En chile, se observa que esta realidad presenta algunas situaciones que provocan incertidumbre o, al menos, poca claridad para su comprensión, fundamentalmente a la hora de definir qué obligaciones impone este derecho al Estado. Esto es evidente cuando se constata que hoy ni el acceso ni la calidad están asegurados y cuando se discute si ello le compete asegurarlo al Estado o al mercado. La falta de claridad también se observa cuando se pone en duda la legitimidad de la demanda que exige gratuidad de la educación superior, o al menos, gratuidad para los estratos de más bajos ingresos.

Dada la realidad de alta estratificación socioeconómica, la educación debiera ser gratuita para todos los estudiantes o, al menos, para la totalidad de los sectores socioeconómicos más vulnerables.

Que la educación sea accesible con lleva tres cosas: que sea accesible sin discriminación, que sea accesible materialmente (por ejemplo por su localización geográfica) y que sea accesible económicamente. Respecto a este último punto señalamos que la educación debe estar al alcance de todos, que la educación primaria debe ser gratuita y que los Estados deben implementar “gradualmente la enseñanza secundaria y superior gratuita

El elevado precio de la educación en Chile, algo que no tiene correlación en la mayoría de los países desarrollados y varios países vecinos donde existe educación gratuita o a muy bajo costo, impone una carga desmedida sobre los supuestos titulares del derecho a la educación y hace la existencia de dicho derecho, en la práctica, ilusorio.

Cuando los estudiantes salen a la calle a gritar “¡La

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